015. NOS ALOJAMOS EN EL BALNEARIO DE C.C DE SALUD Y BELLEZA

344 37 6
                                    


Percy

Desperté en un bote de remos con una vela improvisada con la tela gris de un uniforme confederado. Annabeth, iba orientando la vela para avanzar en zigzag. Zashenka veía el mar tratando de buscar algo. Meredith, estaba a mi lado, tenia mi cabeza en su regazo, mientras también miraba el mar.

Intenté incorporarme y de inmediato me sentí mareado.

"Descansa" me dijo Annabeth "Vas a necesitarlo."

"¿Y Tyson...?"

Ella meneó la cabeza.

"Lo siento mucho, Percy." dijo Zashenka "nos salvo, nos dio tiempo."

"Quizá haya sobrevivido" dijo Annabeth, aunque no muy convencida "Ya lo saben, el fuego no puede matarlo"

"Es una posibilidad" dijo Meredith.

Asentí, pero no tenía ningún motivo para albergar esperanzas. Había visto cómo aquella explosión destrozaba el hierro blindado. Si Tyson estaba junto a las calderas en aquel momento, era imposible que hubiera sobrevivido.

Había dado su vida por nosotros, y yo no podía dejar de recordar todas las veces en que me había avergonzado de él y había negado que estuviéramos emparentados.

Las olas rompían contra el bote. Zashenka me enseñó algunas cosas que había logrado salvar del naufragio: el termo de Hermes (ahora vacío), una bolsa hermética llena de ambrosía, un par de camisas de marinero y una botella de SevenUp. Meredith me había sacado del agua y también había encontrado mi mochila, aunque los dientes de Escila la habían desgarrado por la mitad. La mayor parte de mis cosas se habían perdido en el agua, pero todavía tenía el bote de vitaminas de Hermes. Y también mi espada Contracorriente, desde luego. No importaba dónde perdiera aquel bolígrafo: siempre volvía a aparecer en mi bolsillo.

Navegamos durante horas. Ahora que estábamos en el Mar de los Monstruos, el agua relucía con un verde todavía más brillante, como el ácido de la hidra. El aire era fresco y salado, pero tenía además un raro aroma metálico, como si se aproximara una tormenta eléctrica, o algo aún más peligroso. Yo sabía en qué dirección debíamos seguir. Y sabía que nos hallábamos exactamente a ciento trece millas náuticas de nuestro destino, en dirección oeste noroeste. Pero no por eso lograba sentirme menos perdido.

Sin importar en qué dirección virásemos, el sol siempre me daba en la cara. Compartimos unos sorbos de SevenUp y utilizamos la vela por turnos para guarecernos un poco con su sombra. También hablamos del último sueño con Grover que tuve con Meredith.

Según Annabeth, teníamos menos de veinticuatro horas para encontrarlo, y eso dando por supuesto que nuestro sueño fuese fiable y que Polifemo no cambiara de idea e intentara casarse antes.

"Sí" dije amargamente "Nunca puedes fiarte de un cíclope."

Annabeth fijó la vista en el agua.

"Lo sentimos, Percy." dijo Meredith.

"Nos equivocamos con Tyson, ¿vale? Ojalá pudiéramos decírselo." suspiro la rubia.

Traté de mantener mi enfado, pero no era fácil. Habíamos pasado un montón de cosas; me habían salvado la vida muchísimas veces y era una estupidez por mi parte seguir haciéndome el ofendido con ellas.

Bajé la vista para examinar nuestras escasas pertenencias: el termo vacío, el bote de vitaminas. Me acordé de la mirada rabiosa de Luke cuando intenté hablarle de su padre.

"Annabeth, Zashenka, ¿Cuál es la profecía de Quirón?"

Annabeth frunció los labios.

"Percy, no creo que-" Meredith sonaba incomoda.

Percy Jackson y El Mar de los Monstruos || Percy Jackson Y Tu ||  [Completa]Where stories live. Discover now