013. LOS CONFEDERADOS MUERTOS NOS LLEVAN EN AUTOSTOP

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Meredith.

"¡El termo!" grito Percy mientras nos precipitábamos hacia el agua.

"¿Qué?" pregunte desviando, por un instante, la vista de Zashenka.

No podía prestarle atención, no mientras una de mis mejores amigas se encontraba sobre mi regazo con una flecha que travesaba todo su hombro. Me aferre a ella con mas fuerza mientras me sostenía, de igual forma, de una de las correas del bote, podía sentir como todo mi pelo salía disparado hacia arriba como si fuera un pincel, pero eso me importo muy poco.

Al parecer, Tyson si le había entendido lo que Percy había dicho. Logró abrir el petate para después sacar el termo mágico de Hermes sin que se le cayera y, lo que es más, sin caerse él.

Las flechas y jabalinas silbaban a nuestro alrededor.

Percy agarro el termo, una parte de mi temía lo peor; pero otra, confiaba en que él no cometería ningún error.

"¡Date prisa, esta herida!" grite.

"¡Sujétense bien!"

"¡Ya estamos sujetas!" aulló Annabeth.

"¡Más fuerte!"

Percy afirmo los pies bajo el banco hinchable del bote; Tyson nos sostuvo por la camisa a los cuarto mientras el primero le daba un cuarto de vuelta al termo.

Al instante, este emitió un chorro de viento que nos propulsó lateralmente y convirtió nuestra caída en picado en un estrepitoso aterrizaje de cuarenta y cinco grados.

El viento parecía reírse mientras salía del termo, como si se alegrara deliberarse por fin. Al impactar con la superficie del agua, rebotamos una, dos veces, como una piedra lanzada al ras, y de repente salimos zumbando como en una lancha motora, con el agua rociándonos la cara y sin otra cosa en el horizonte que el mar abierto.

Oí un clamor furioso en el barco, pero ya nos hallábamos fuera del alcance de sus disparos. El Princesa Andrómeda se convirtió enseguida en un barquito de juguete y desapareció.

* * *

Mientras nos deslizábamos a toda velocidad por el agua, Annabeth y yo intentamos enviarle un mensaje Iris a Quirón. Pensábamos que era importante explicarle a alguien lo que se proponía Luke, y no sabíamos en quién más confiar.

Me mantuve callada en lo que íbamos de trayecto y, no emití palabra alguna sobre lo que los cinco habíamos presenciado, esperaba con todas mis fuerzas que lo olvidaran. Zashenka aún seguía herida, la bendita flecha atravesaba todo su hombro, Annabeth, a su lado, veía la forma de quitarla sin hacerle daño.

"Hay que quitarla. Por donde veamos, es mas que obvio que hay que sacar la flecha." dijo Percy.

Vaya genio.

"Tenemos Ambrosía y Néctar. Eso ayudara a que se recupere." comento Annabeth.

Ambos me miraron, esperando a que dijera algo, mire a mi amiga gemir por el dolor y asentí.

"Annabeth, sostenla con fuerza, partiré la flecha en dos para que así sea mas sencillo sacarla." dije mientras que, con la ayuda de Tyson logre sentar a Zashenka para tener mas acceso a la flecha.

"¿En que te ayudo?" pregunto Tyson.

Lo mire por un segundo, por un momento recordé el baile del internado; al instante, me dio escalofríos, pero decidí ignorarlo y dejar que me ayudara. Busque dentro de mi petate una camiseta limpia, para poder dársela a Tyson y detener el sangrado.

Percy Jackson y El Mar de los Monstruos || Percy Jackson Y Tu ||  [Completa]Onde histórias criam vida. Descubra agora