014. CLARISSE LO HACE SALTAR TODO POR LOS AIRES

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Meredith.

"Están metidos en un lío tremendo." nos dijo Clarisse.

Acabábamos de terminar un pequeño tour por el barco, que habíamos hecho sin ningunas ganas a través de una serie de camarotes sombríos, atestados de marineros muertos. Habíamos visto el depósito de carbón, las calderas y máquinas, que resoplaban y crujían como si estuvieran a punto de explotar. Habíamos visto la cabina del piloto, la santa bárbara y las torretas de artillería (los sitios preferidos de Clarisse): dos cañones Dahlgren a babor y estribor, y dos cañones Brooke a proa y popa, todos preparados para disparar bolas de bronce celestial.

Allá donde íbamos, los marineros confederados nos miraban fijamente, con aquellas caras fantasmales y barbudas que relucían bajo sus cráneos. Annabeth les cayó bien en cuanto les dijo que era de Virginia. Cuando se dieron cuenta de que Zashenka estaba herida, la ayudaron y mas por el hecho de que era hija de Thanatos, alabaron en todo momento al dios. Pero conmigo, literalmente me adoraron, se dieron cuenta de que era hija de Hades al instante en que me vieron y no dejaron de tratar de complacerme en todo, la mayoría de ellos tenían ancestros que venían de Inglaterra por lo que sin duda alguna me alabaron aun mas. Al principio también se interesaron por Percy, por el hecho de llamarme Jackson, como el famoso general sudista, pero lo estropeo al decirles que era de Nueva York. Todos se pusieron a silbar y maldecir a los yanquis.

Tyson les tenía verdadero pánico. Durante todo el paseo me insistió  para que le diese la mano, cosa que en realidad no me entusiasmaba demasiado. Al final se la termino dando Zashenka, le había curado la herida, con unas hierbas de Hécate, se demoraría 10 minutos en cerrar aunque no debía moverlo mientras se curaba.

Por fin, nos llevaron a cenar. El camarote del capitán del CSS Birmingham venía a tener el tamaño de una despensa, pero aun así era mucho mayor que los demás camarotes del barco. La mesa estaba preparada con manteles de lino y vajilla de porcelana; había mantequilla de cacahuete, sándwiches de gelatina, patatas fritas y SevenUp, todo ello servido por esqueléticos miembros de la tripulación. A mí no me apetecía tanto ponerme a comer rodeado de fantasmas, pero el hambre acabó venciendo mis escrúpulos.

"Tántalo los ha expulsado para toda la eternidad." nos dijo Clarisse con un tonillo presuntuoso "El señor D añadió que si se les ocurre asomaros otra vez por el campamento, los convertirá en ardillas y luego los atropellará con su deportivo."

"¿Han sido ellos los que te han dado este barco?" pregunte, rodando los ojos.

El señor D era demasiado flojo como para tomarse la molestia de atropellarnos con su deportivo.

"Por supuesto que no. Me lo dio mi padre."

"¿Ares?" pregunto Percy.

Clarisse lo miró con desdén.

"¿O es que tu crees que tu papi es el único con potencia naval? Los espíritus del bando derrotado en cada guerra le deben tributo a Ares. Es la maldición por haber sido vencidos. Le pedí a mi padre un transporte naval... y aquí está. Estos tipos harán cualquier cosa que yo les diga. ¿No es así, capitán?"

El capitán permanecía detrás, tieso y airado. Sus ardientes ojos verdes se clavaron en mí con expresión ávida.

"Si eso significa poner fin a esta guerra infernal, señora, y lograr la paz por fin, haremos lo que sea. Destruiremos a quien sea."

Clarisse sonrió.

"Destruir a quien sea. Eso me gusta."

"En realidad." comente, disfrutando lo que vendría a continuación "Si... es verdad que te obedecen pero ten en cuenta que la que controla a los fantasmas, muertos y todo lo que se relacione al inframundo, soy yo." sonreí con diversión al ver como la sonrisa de Clarisse de borraba de inmediato.

Percy Jackson y El Mar de los Monstruos || Percy Jackson Y Tu ||  [Completa]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن