023. LA INVASIÓN DE LOS PONIS (5/5)

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Percy.

"Dos contra uno" le dije Luke, desafiándolo "¿De qué tienes miedo?"

Mer me dirigió una mirada de incredulidad a lo que la observe y lo comprendió, quería ganar tiempo, si debíamos de pelear lo haríamos y yo me aseguraría que ella no sea lastimada.

Luke apretó los labios. Los guerreros que estaban a punto de matarnos vacilaron, aguardando sus órdenes.

Antes de que pudiese decir nada, Agrius apareció de golpe en cubierta llevando de la brida a un caballo volador: el primer pegaso completamente negro que veía, con unas alas de cuervo gigantes. Era una yegua; daba brincos y relinchaba. Yo captaba sus pensamientos. A Agrius y Luke les dedicaba unos insultos tan tremendos que Quirón le habría lavado el hocico con jabón industrial.

"¡Señor!" dijo Agrius, esquivando un casco del Pegaso "Su corcel está listo."

Luke seguía con los ojos puestos en nosotros.

"Ya se los dije el verano pasado, chicos. No van a embaucarme para que pelee con ustedes."

"O sea que sigues re huyéndonos" respondió Mer al mismo tiempo que sacaba su espada lo que hizo que algunos de los monstruos retrocedieran al verla "¿O tienes miedo de que tus guerreros vean cómo te derrota una chica?"

Luke echó una mirada a sus hombres y comprendió que lo teníamos atrapado. Si se echaba atrás, daría una impresión de debilidad. Si combatía con nosotros, perdería un tiempo precioso para dar caza a Clarisse. En cuanto a nosotros, no podíamos esperar otra cosa que distraerlo y brindarles a nuestros amigos una oportunidad de huir. Si alguien podía idear un plan para sacarlos de allí era Annabeth. Por lo demás, sabíamos lo bueno que era Luke manejando la espada.

"Acabaré con ustedes deprisa" decidió, y alzó su espada Backbiter, unos treinta centímetros más larga que la nuestra. Su hoja relucía con un maligno brillo de un gris dorado en el punto donde el acero se había fundido con el bronce celestial. Casi se llegaba a percibir la tensión interna de aquella hoja. Era como si se hubieran unido a la fuerza dos imanes opuestos. No sabía cómo había sido fabricada, pero intuía una tragedia detrás de ella: alguien había muerto mientras la forjaban. Luke silbó a uno de sus hombres, que le arrojó un escudo redondo de cuero y bronce.

Esbozó una sonrisa malvada.

"Luke" dijo Annabeth ", proporcionales un escudo al menos."

"Lo siento, Annabeth. Son dos contra uno y a esta fiesta, cada uno se trae su propio equipo."

El escudo no era ningún problema. Luchar sólo con una espada sujeta con ambas manos te da más fuerza, pero luchar sosteniendo la espada con una mano y el escudo con la otra te proporciona mejor defensa y también más flexibilidad. Tienes más movimiento, más opciones, más modos de alcanzar al contrario.

Pensé otra vez en Quirón, que nos había dicho que nos quedásemos en el campamento, pasara lo que pasase, y que aprendiéramos a combatir. Ahora íbamos apagar caro no haberle escuchado.

Luke embistió y por poco no acabó conmigo a la primera. Su espada pasó por debajo de mi brazo, me desgarró la camisa y me obsequió con una buena caricia en las costillas. Al mismo instante embistió contra Mer, la cual había evitado el golpe con su espada, Luke levanto la pierna y le pateo el estomago dejándola sin aire por unos segundos.

Retrocedí de un salto y contraataqué, pero Luke desvió mi hoja con un golpe de su escudo.

"Madre mía, chicos" dijo en tono de reproche "Están en baja forma."

Percy Jackson y El Mar de los Monstruos || Percy Jackson Y Tu ||  [Completa]Where stories live. Discover now