Un Motor Para Los Dos. (FanFic BNHA Mei X Izuku)

Capítulo 35.

-¿Cantidad, doctor?

- 325 mg. Con eso su fiebre se reducirá. En 15 minutos la valoraremos nuevamente.

-Bien, doctor.

La sensación del la aguja en la delicada piel de la castaña la había despertar lentamente de su desmayo. La sudoración y sed de su garganta le causaba incomodidad a ritmo que recuperaba la conciencia, malestar que se disiparía al intentar reincorporarse. Un tremendo dolor punzante en la parte alta de su pierna arremetió contra su sistema nervioso, lo hizo volver de golpe a su posición anterior, acompañado de un estruendoso grito en la habitación.

-Señorita, por favor. Quédese quieta. (Una enfermera que giraba su mirada hacia la castaña con sus sorpresa)

-No..... Yo, debo ... Deku....

Asistida por una de sus colegas, la uniformada procedía a administrar el medicamento lentamente en el torrente sanguíneo de la joven heroína. Al cabo de unos minutos, su fiebre se reducía y el dolor era mas llevadero. Fue entonces cuando el doctor en turno la ponía en sintonía con su condición.

-Señorita Ochako Uraraka. 16 años. Sufrió una herida sumamente delicada en su pierna derecha, una varilla de gran grueso atravesó su extremidad por ambos lados. Perdió mucha sangre, lo que causó que perdiera el conocimiento.

-...

-Tuvo mucha suerte, de no ser porque el pedazo de metal no tocó ninguna estructura nerviosa u ósea y el tiempo oportuno en el que la trajeron, quizá habría perdido su pierna.

-Comprendo...

-Por el momento, solo descansa, en unos días podrás comenzar a caminar. Permiso.

La mano de la joven se estiraba a costa de su dolor hasta alcanzar el brazo del profesional. Necesitaba mas que solo su información personal, quería saber más.

-Doctor, por favor.... (El dolor la azotaba), quisiera saber de algunos de mis compañeros.

-Cuidado. La ayudaré a recostarse. No haga eso. Dígame, ¿De quien se trata?

-Dek....Midoriya Izuku. Un muchacho de pelo verde y pecas.

El doctor, extrañado por el nombre, buscaba en su tableta de madera la lista de estadía hospitalaria. Sus ojos viajaban de arriba a abajo mientras pasaba las páginas. Después, respondía con cierta pena.

-Perdon, pero no tengo a nadie registrado con ese nombre. Todos los alumnos accidentados de U.A. están en este hospital, pero ninguno con ese nombre.

Las pupilas marrón de Uraraka se reducían de la dura respuesta. La peor visión acerca del destino de su cercano amigo comenzaba a bombardear su cabeza duramente, un futuro en donde incluso, el soñador muchacho no estaba más con ella.

-..eso...No....NO.... ¡EL DEBE ESTAR AQUI! ¡DEBE ESTAR BIEN!....El....

-Señorita, por favor. Calmese. Su cuerpo no se encuentra en condiciones de exaltarse así.

El doctor y la enfermera sostenían el cuerpo de la chica, que comenzaba a soltar lágrimas de la intriga y preocupación. Sentía que su corazón no podía dejar de preocuparse, la impulsaba a querer saltar de las sábanas el intentar buscar a su amigo. A su amor imposible. Quería protegerlo y ayudarlo. Quería saber que estaba con vida. Pronto, la chica perdía la totalidad de sus fuerzas y se postraba sobre el delgado colchón.

-Por favor, duerma. Le prometo que haré llegarle información del muchacho que busca si el llega a este hospital.

Las lágrimas de la castaña apagaban sus fuerzas poco a poco, hasta que sus ojos comenzaron a cerrarse. El sueño la atacó, no sin antes poder escuchar algo más antes de caer dormida; una respuesta del doctor hacia su asistente.