Capítulo 2.

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...

Era primera hora de esa mañana fresca de lunes y el joven de cabello verdoso ya se encontraba en el respectivo transporte ferroviario que lo llevaría a las cercanias de U.A.
A decir verdad, era una mañana espléndida, la baja temperatura era bastante soportable y en cierta medida agradable. A pesar de que el retiro del Símbolo de la Paz suponía un aumento en la taza de crímenes, está se mantenía al margen normal, más esa mañana, en la que no había rastro de villanos en bastantes metros a la redonda.
Pero si algo trae la tristeza y el desanimo, es la incapacidad de apreciación de aquello hermoso que la vida te ofrece cada nuevo día, y este era el caso del joven Midoriya. Su caminar y mirada detonaban más inseguridad de la normal con un toque evidente de desinterés, sentimiento causado también por su madre, quien nisiquiera esa mañana busco entablar conversación con el. Su asistencia a la escuela se notaba más obligada que por criterio propio, veía con cierto descontento y sabor amargo las inmensas instalaciones de su escuela preparatoria, como si se tratara de una condena lenta e inevitable. De sus labios brotaba únicamente, en voz baja y casi inadvertida, un simple "Maldita sea..."

...

Al llegar al aula, parte de sus compañeros ya se encontraban en sus pupitres, algunos hacían grupos que conversaban antes de que la clase comenzará, a excepción de Bakugo, quien simplemente esperaba sentado.

-Buen dia, Midoriya. (Iida, haciendo sus característicos movimientos con los brazos)

-Buenos días.

-Apresurate a sentarte, la clase esta por comenzar. ¿No haz visto a Uraraka? Aizawa se molestará si vuelve a llegar tarde.

-(Un escalofrio, acompañado de una sensación poco agradable y punzante en el estómago se hizo presente en el joven peliverde) No...no tengo idea de dónde esté.

Sin esperar respuesta, Izuku se acerca a su pupitre, coloca sus cosas y simplemente se sienta para recargar su rostro sobre la mesa y meditar un poco. Sin saberlo, a unos metros de el, un grupo de sus compañeros hablaban de el.

-(Mina, en voz algo baja) Midoriya se nota aún bastante mal.

-Si, en verdad que pareciera ser un persona distinta (Decía Jirou, mientras ordenaba algunas hojas en una carpeta)

-Ya ha pasado más de dos meses, creo que debería dejarlo pasar, igual no fue la gran cosa...(respondía Momo, con los ojos cerrados y un rostro que mostraba desprecio e indignacion)

-No digas eso, Momo. En verdad no sabes lo que alguien como Midoriya pudiera estar sintiendo en este instante. (Todoroki, tocando la rollida de Momo y dándole una débil caricia)

La relación de Momo y Todoroki, si bien para muchos parecía ser bastante obvia, sería muy sorpresiva al final de cuentas. Los constantes roces y desacuerdos durante entrenamientos y actividades de héroe, hacían parecer que no tenían el más mínimo interés en ambos, siendo que la realidad esto hacía que se atrajeran más el uno por el otro.

-Quiza podríamos invitarlo a nuestra salida semanal...(Mina)

-¿Crees que sea buena idea? (Todoroki, quien no daba mucho crédito a la propuesta)

-Si....digo, para animarlo un poco y que se pueda distraer. Después de todo Uraraka ya no sale más con nosotros.

-Esa chica en verdad que está mal...Podria ser buena idea, Mina (Jirou, quien se encontraba ahora revisando sus redes sociales en su teléfono)

Si bien para las chicas era está un idea muy buena, para Todoroki era un error. El mitad y mitad comprendía lo que pasaba con Izuku y sabía muy bien que en ese momento, el preferiría afrontar las cosas solo.

Un Motor Para Los Dos. (FanFic BNHA Mei X Izuku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora