Capítulo 46 IV

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Se liberó del espacio que los separaba y avanzó con lentitud hasta estar lo suficientemente cerca que sus miradas no se separaron ni un segundo, con la mirada dura sobre el hombre que hasta hace unos minutos consideró su abuelo, pero a partir de este momento cortaría toda relación.

- ¿Te estas escuchando? -- se vio en la necesidad casi inhumana de preguntarle.

-Al igual que tu madre solo me han dado decepciones, ambos son unos totales inútiles-- .Respondió con total indignación el patriarca Williams. -- La tonta de tu madre solo debía lograr una cosa en la vida.

<< Solo requería de hacer un buen matrimonio, que aumentara la riqueza de nuestro apellido, pero no ella tan dramática como Sophia se tuvo que matar y dejar atrás toda la mierda de la prensa y los murmullos entre nuestros amigos por su incompetencia. Y ni se diga diga del bastardo de Guiovanni, le di el honor de ser parte de mi familia y lo estropea dejándose pillar por tu madre, aunque no lo culpo para ser mi hija tu madre era una insulsa.

No sabías que Guiovanni era un hijo bastardo del gran Alessandro Mancini, que al ver su esposa y su hijo el verdadero heredero de todo murió en un accidente automovilístico, se dignó a buscar al bastardo que tuvo con su anterior secretaria. Para la época se formó una gran conmoción entre los círculos sociales, pero pronto tu padre demostró tener una gran habilidad en los negocios aunque con el ligero problema que no sabía ocultar sus amoríos.

El viejo Mancini se aprovechó que unos negocios no iban tan bien, para ofrecerme una gran suma de dinero por tu madre y pues de algo me debía servir tener una única hija y mujer ¡Que desgracias! Afortunadamente llegó Bruces mi hijo el que si heredo mi inteligencia y ambición por ser el mejor.

Y no pienso permitir que tu ensucies mi apellido con tu asqueroso amorío con esa negra. >>

Ales boqueó como pez fuera del agua, era demasiada información para procesar de un solo tirón, lo que sí creció de manera estratosférica de un solo tirón fue su furia, tanta fue que acercó al viejo y lo tomó de las solapas dispuesto a cometer una locura, pero este se sacudió liberándose y continuó despotricando sin piedad.

-- Una maldita rata es lo que es esa negra y como tal debe ser extinguida-- Jadeos colectivos se escucharon en la habitación -- Debiste dejarla excluida en un hueco y solo tirartela cuando necesitarás y casarte con una mujer como Guiannia, pero como dije antes tu y tu madre no son más que una decepción. No lo soporto mas Alessando le lanzó un golpe tan fuerte a su abuelo que cayó sobre el suelo alfombrado de su despacho.

Inmediatamente Thomas y Donnato acudieron a tomarlo antes de que arremetiera con total furia y descontrol sobre el anciano hombre que se limpiaba la sangre del labio. Entre alaridos del mayor y arrastras fue sacado de la oficina, afortunadamente en esa área del edificio solo funcionaba presidencia y la sala de juntas mayoritaria. 

Se dirigieron a la azotea de la edificación allí Alessandro se soltó bruscamente del agarre de su escolta y amigo, Donanto se posicionó en la puerta, en una postura de poder, pues puso sus pies en la misma medida de sus hombros además que puso sus manos al frente.

El ojiazul al ver esto se regresó a la pared próxima a la puerta de la azotea y golpeó con fuerza unas veces sin descanso la pared, el impacto de sus golpes cortando el aire, adicionando después el sonido de los golpes secos eran ensordecedores, acompañados de su voz cargada de rabia que soltaba improperios y maldiciones.

Thomas inmediatamente tomó su teléfono celular y marcó un número, mientras esperaba le contestaran en la otra línea, Donato intentaba parar a Alessandro de su autolesiones, pero nada lograba calmarlo estaba lo suficientemente enojado como para detenerse.

Sus ojos estaban imposiblemente oscuros, dilatados grandes y rojos, su boca estaba abierta exponiendo sus dientes, asemejando colmillos de un león, su rostro completamente escarlata por la fuerza de contracción en sus músculos, ya que estaban en tensión en su ceño completamente fruncido, sus fosas nasales se abrían y cerraban bruscamente de la misma forma que su pecho al respirar, todo mientras su nariz roja continuaba alzada acentuándose su facciones de manera terrorífica.

Su rostro era la personificación de la ira, se sentía tan violento que era capaz de romper el rostro de su "Tío" si se lo pusieran al frente,

- Es Winnie está al teléfono,- Inmediatamente Alessandro se detuvo y giró a mirar a Thomas profundamente.

-¿Por qué la llamaste - Le pregunto tan brusco que parecía que canalizará su ira sobre él.

-- Sandro -- Se escuchó el bajo murmullo a través del teléfono celular, el italiano se quedó de repente petrificado ante la voz de la chica. -- Aless, ¿Qué sucede? ¡contéstame por favor!- Esta vez sonaba asustada lo que hizo que el interruptor que encendía la preocupación de Alessandro se encendiera.

-- Yo... -- Volvió a silenciarse no podía hilar las palabras dentro de sí, pues la ira parecía volver a bullir dentro de él. -- Es solo que te extraño mucho y estoy a punto de volverme loco. Ella liberó una risa tranquilizadora al otro lado del teléfono, está alistándose para ir a la cama cuando el teléfono que le dejó Lulú inicio a sonar de la nada y era un hombre de voz gruesa quien le decía que hablara con Aless que no se detenía, no entendió muy bien, sin embargo el miedo la atravesó por completo.

-- Yo también los extraño a ti, a Sole, Donnato, a los chicos a todo -- Le respondió con total sinceridad, si ella aún se mantenía serena era por la fuerza que le daba tener a su bebe y que pronto la pesadilla acabaría. -- Dime ¿Qué pasa? recuerda lo solucionaremos juntos.

Alessandro respiró profundo y se deslizó en la pared en la que antes estaba golpeando su mano, hasta el suelo donde volvió a soltar el aire y finalmente dijo. -- Bueno él dijo cosas muy feas sobre mamá , Giovanni y eso me enojo - Sus cuerdas vocales le dolían al hablar y en su pecho estaba alojada una piedra que le impedía respirar por su peso. -- Me dolió mucho y me enojo también...

Le relató toda la escena anterior con su abuelo, fue como revivir el dolor, la pena, la vergüenza , el desazón y la tristeza que generó en él todas aquellas palabras, su ira fue tanta que si no fueran sus amigos sería capaz que cometiera una gran locura de la que se arrepentiría siempre.

-- Aless -- Suspiro su nombre con profunda tristeza, podía imaginarlo allí solo cargando con tanto dolor, y ella lo podía entender perfectamente por que ella también estuvo sola, llorando sin llorar con las heridas a plena vista, pero parecía que nadie podía notar lo dañada y rota que estaba.

-- Quisiera que estuvieras aquí conmigo-- Dijo él con una melancolía tan fría como una noche de invierno, pero cargada de una pequeña luz de calidez, esperanza.

-- Yo estoy contigo -- Le dijo. --, Pon tu mano en tu pecho. Así lo hizo el mayor dejándose llevar por su suave voz. -- Yo siempre estoy allí , y mientras esté latiendo siempre estaremos juntos.

-Ti amo mia ragazza - Le contesto Alessandro volviendo a sentir esa calidez en su pecho, con la suficiente fuerza para levantarse del hoyo al que lo empujo su abuelo, hablar con ella disipaba todas las penas y dolores de su alma.

-- Yo también te amo Sandro- Concluyó ella rozando su vientre plano susurrando en su mente - Los amo - esa noche se juró ser fuerte por ellos. Por Alessandro y su hijo.

Hola Mis Sandrithgos.

!Espero estén súper, duper bien¡ *Salta de emoción* estoy muy feliz de volver con ustedes, he estado enfrentando tantos problemas que ni se imaginan, pero lo importante es que ya estoy aquí.

En otro capítulo de lo que callamos los escritores. Hoy presentamos no podía escribir porque pensaba incluir una escena de racismo muy fuerte y anímicamente no podía, porque yo misma he sido víctima de él. Por eso la demora.

Hasta la próxima, se despide Sandrith Write.   

EL AMOR DE WINNIE BROWN (SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora