EL AMOR DE WINNIE BROWN (SIN EDITAR)

Capítulo 46 parte ll Yo soy el demonio

Capítulo 48 parte ll Yo soy demonio.

La pesadez en el corazón de Winnie disminuye y aumenta al saber que hay otro cuerpo junto al suyo, que se mantiene grande y protector desprendiendo un pequeño calor que la obliga a continuar atada a la realidad, sus extremidades están entumecidas por las fuertes ataduras, y las largas horas en la misma posición, su vientre dejó de gruñir desde hace unas horas atrás, al comprender que no tendría el preciado alimento y su propia saliva se agotó en su ardua tarea de refrescar su boca. El ambiente está notoriamente frío gracias a la humedad de las paredes, el frígido lugar hacía que las respiraciones se sintieran realmente bajas.

Se siente fatigada, adolorida y triste.

Se supone que las cosas no terminarían de esta manera, hoy a esta hora ella debía estar en brazos de Aless enseñándole los pequeños zapatos que compró en compañía de su suegro y que según Giovanni eran blancos, revelándole con gran alegría que pronto serían más; que tendrían la familia que les fue negada a ambos, pero que nunca se cansaron en sus corazones de buscarla.

Descendiendo una pequeña lágrima de sus cuencas, en un segundo todo se convirtió en una pesadilla, más lágrimas inundaron sus ojos y esta vez fue imposible hacerse la fuerte y tragarse el llanto, se desbordó en un raudal infrenable de agua salina.

A pesar de estar llorando tan lastimeramente, no recibió el consuelo del cielo aun continuaba atada a una silla en un pequeño cuarto de algún mal oliente edificio abandonado de quien sabe donde.

--Tranquila Señorita, -- Una voz bastante gruesa y con un marcado acento inglés le hablo. - no llores pronto nos rescataran --. El hombre hablaba con tanta seguridad, que ella deseo en lo más profundo de su corazón creerle.

-- No puedo evitarlo -- Le respondió la abogada agitada por el llanto.

--No tenga miedo señorita, estamos juntos en esto -- Le dijo tan vehemente que le dio la percepción de ser un juramento a alguna deidad.

-- No diga eso señor, -- se detuvo al recordar que no sabía su nombre. --Thomas -- se apresuró a decirle, el hombre. -- Thomas Smith.

-- Si usted está aquí es por mi culpa, siento mucho que saliera involucrado en esta situación -- En esta parte de la conversación su llanto retorno con más brío al sentir culpa, otra vez era ella la responsable, primero su mamá, su pueblo, parecía que realmente estaba maldita.

-- Pierda cuidado señorita, yo me disculpo en nombre de la institución por fallar en la misión.-- Se apresuró a hablar el hombre, su tono era firme, pero conservaba una suavidad al hablar que hacía que su interlocutor se sintiera a gusto solo con escucharlo.

-- Ya que la situación llegó a este punto, no se necesita buscar culpables. -- Respondió Winnie notoriamente más calmada, la voz del contrario tenía un poder casi terapéutico para calmar -- Es mi destino después de todo, estar en manos de mi enemigo.

-- Incluso el destino puede ser cambiado, pierda cuidado señorita. Más pronto de lo que piensa estaremos libres. La respuesta de la menor fue abruptamente opacada por el sonido rechinante de una puerta oxidada.

Al lugar ingresó un grupo de cuatro hombres, no eran los que los trasladaron estos eran otros, desprendían un aura maligna más fría y escalofriante que la humedad de las paredes.

-- Veo que tenemos otro invitado. JAJAJAJAJAJAJAJAJA -- se escuchó la macabra y burlesca risa de Bruces junior. -- Los otros tres hombres rodearon las sillas de Winnie y Thomas. Uno de ellos le quitó las bolsas que les cubrían el rostro, grande fue la sorpresa y alegría de Bruce al ver que se trataba de Smith, el moreno se las debía y se las sacaría de la peor forma después de todo él era apodado el demonio.

-- El gran Smith, -- Se movió con burla imitando al moreno -- me honra con su visita.-- Se acercó al rostro de él y tomó su barbilla con sus dedos, pero Thomas con un movimiento brusco de su cuello retiró su rostro. Ante esto bruce lo abofeteó tan fuerte que volvió su rostro hasta el otro lado, el sonido del golpe hizo estarse a Winnie que inició a mover sus ojos desorbitados hasta todas las direcciones. 

-- Esta visita será muy divertida, me encantara ver como me pides que te mate --  Le aseguro esta vez no estaba con su fingida alegría con la que ingreso al lugar.  

-- Eso jamás -- Se apresuro a responderle Thomas, y acto seguido esculpió su rostro, Bruce se limpio con su fino pañuelo y procedió a golpearle el rostros con sevicia y deliberada maldad. 

Cuando Thomas jadeaba por aire aprovecho pata tomar el cabello de Winnie y ponerse detrás de ella, y halándole al oído le dijo. -- Y a ti perra te enviare al infierno junto con la bruja de tu madre. 

--Usted es un ser tan perverso que no tiene alma -- Le respondió la abogada a lo que el rio con cinismo. 

-- Ustedes los negros si-- El desprecio y asco es sus palabras fue realmente aterrador por que no era una pregunta era una afirmación el el realidad se consideraba superior por tener menos melanina. 

-- Esta totalmente loco -- Ante esa mención un interruptor se encendió en Bruce que lo hizo apretar mas su cabello hasta hacerla soltar un pequeño grito que alerto a Thomas quien ya se recuperaba la respiración luego de los múltiples golpes en su abdomen se apresuro a frenarlos movimientos del hombre. 

-- Escoria porque no me sueltas y arreglamos esto entre tu y yo -- Intentaba que descargara su ira sobre el y no sobre la chica, visiblemente afectado pro el desafío bruce aflojo el cabello de Winnie, pero no lo soltó. 

-- Así que harás el papel de salvador de esta perra ladina -- Le esculpió las palabras con ira, volviendo a sujetar el cabello de Winnie con más fuerza y obligándola a estirar su cuello. 

--Cerdo infeliz, porque te metes con una chica arreglemos las cosas como hombres-- Thomas se removía con rabia al ver la expresión de dolor de Winnie quien con su tenacidad se obligo a callar sus quejas y se prometió no llorar o suplicar ante Williams. 

-- Tal parece que las caricias de mis chicos, solo fueron pequeños roces para tu lengua viperina -- Williams miro a los dos hombres que anteriormente golpearon el rostro y torso del moreno, que se removía en la silla en la que estaba atado. Con esa mirada dio la orden silenciosa que volvieran a arremeter contra él. 

Alessandro y Lulú lleguen pronto y aquí es que a Topo no le funcionan los cables. 

*Se fue rápidamente y sin explicaciones*