Capitulo 48: Infernal secuestro

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Fueron sacados a la fuerza del vehículo así esposados como los tenían, los arrastraron por un camino rocoso, en el que se escuchaba el agua chocar contra las piedras esto alertó a Thomas talvez se encontraban en el muelle de la pequeña ciudad costera, por el tiempo en el vehículo donde se trasladaron que fue aproximado una hora y media, el olor a agua salada le aseguraba que estaban en la hermosa y pintoresca Portsmouth una pequeña ciudad conocida por su museo de nacional interactivo de la marina Real, donde aún se conserva el buque de guerra de madera HMS Victory y otros icónicos ejemplares.

Eran llevados con rapidez, lo que mostraba que estaban siendo trasladados de manera que no llamaran la atención. Todo carece de sentido cuando el sonido del mar fue más audible y se podía sentir las olas.

-- Dentro de la bolsa que les está pasando deben poner todas sus pertenencias-- Habló uno de los secuestradores desde que salieron del centro comercial no habían hablado, por lo menos no con su voz esto ratificaba la idea inicial de Thomas, estos hombres eran contratados, además un grupo muy organizado pues parecen tener códigos de comunicación que para desarrollarlos y usarlos requiere mucha práctica.

Aun esposados se quedaron toda la ropa quedando en ropa interior, las prendas que los mantenían unidos en las manos fueron cortadas hasta caer al suelo junto con lo demás, esta ropa fue tomada del sitio por el más bajo de ellos que la depositó en la bolsa negra, para después lanzarla al mar con una piedra haciendo que se hundiera pocos minutos después.

Afortunadamente para ese día Thomas usaba su falso arete de diamante que era en realidad otro localizador, pero la joya era tan pequeña en su oreja que solo se notaba su brillo si se exponía a la oscuridad o directamente a las luz del sol, en este caso el día estaba lo bastante gris para hacerlo pasar desapercibido.

Les entregaron nuevas ropas, la de Thomas le quedó al cuerpo porque al parecer los secuestradores, contaban con que el secuestrarían seria al chofer de Mancini, si todo esto estaba tan bien planeado y ejecutado era probable que dentro de la casa de Giovanni hay un infiltrado que les proporciona información, no desconfía de nadie del cuartel porque si fuera así los secuestradores con el silenciador del arma lo fueran matado en el baño, no les conviene andar con un "Policía" es más fácil deshacerse del problemilla. Por otro lado, ¿ para qué secuestrar al chofer? eso no tenía sentido por lo menos para él.

Una vez vestidos fueron otra vez arrastrados a otra camioneta, en realidad era a la misma camioneta solo que la modificaron quitando las pegatinas que las hacían parecer de color negro, revelando su gris original, las placas también fueron renovadas por otras distintas todo esto ante la atónita mirada de Thomas quien presionaba la mano de la joven mujer, solo que esta vez no sabia si le daba ánimos a ella o a él mismo.

Pasaron otros minutos largos dentro del coche con rumbo desconocido, cómo la vez anterior los hicieron agacha se en sus asientos poniendo los rostros sobre sus muslos, en esta posición tan incómoda Thomas contaba en su mente los segundo que estuvieron andando en coche inclusos los que se detuvieron en lo que parecía ser semáforos, después de 165 segundos según las cuentas de Thomas se detuvieron definitivamente en un edificio. El edificio estaba en ruinas, la pintura de las paredes estaba cayendo literalmente de ellas y no pudo observas más pues fueron arrastrados dentro, al interior había un olor asquerosamente repulsivo, como a un cadáver en descomposición el olor era tan fuerte que las náuseas los atacaron a ambos sin tregua, los hombres que los conducían apresuraron el paso.

Atravesaron el edificio hasta una calle donde los esperaba otra vehículo, un auto blanco con vidrios polarizados, en esta ocasión no fue necesario agacharse porque les vendaron los ojos con unas mallas oscuras, no podían ver hacia donde los dirigían.

Luego de interminables minutos volvieron a detenerse, pero esta vez no le quitaron las vendas, los hicieron caminar por un sendero estrecho, subieron unas cuantas escaleras hasta que se detuvieron en un lugar. Una vez dentro del lugar los sentaron espalda contra espalda en unas sillas metálicas, luego de eso les quitaron las vendas de los ojos.

EL AMOR DE WINNIE BROWN (SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora