Capítulo 14: Eres luz

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"Mi corazón late junto al tuyo, estamos tan conectados que somos uno, tu alma y mi alma se confunden en la bruma que envuelve la oscuridad, eres el clamor de los desesperanzados, eres el consuelo de los que lloran, eres el oasis de mi desierto corazón... mi luz"                                                                                WinnySandrith  Domínguez

Cuando los mellizos se quedaron dormidos, fue una señal para todos ponerse de pie e ir a sus habitaciones, la nonna tomo a la joven de la mano indicándole a Sandro que les siguiera, subieron unas largas escaleras pasando por un pasillo igual de largo hasta estar en una puerta, Sophia les sonrío y dijo.

- Esta será su habitación- les indico a ambos jóvenes, Sandro quiso protestar pero fue callado por la nonna.

- Cariño no me hago ilusiones de que no duermen juntos, los tiempos cambian y tu nonna es una mujer consciente de ello - dijo mientras les daba un beso a cada joven, cuando acabó de hablar desapareció por el pasillo dejando a Sandro con los labios a medio abrir.

En el semblante de la joven se notaba su nerviosismo y el pequeño temblor que tenían sus manos, el retintín de su bastón solo acentuaba el ambiente tenso, sin embargo Alessandro Mancini siempre fue conocido por ser un hombre de decisiones así que poso su mano en la espalda de la abogada y los adentro a la habitación. La recámara era amplia como la mansión, de color blanco hueso y tapiz crema con formas de rombo en negro adornaba todo el piso, había dos puertas una era la del armario y otra el baño y en el centro se encontraba una cama matrimonial con un cubre camas en tonalidades crema y negras.

Avanzo con ella hasta la pequeña sala de la recamara, le saco la silla y le ayudó a sentarse, luego el hizo lo mismo frente a ella.

- Winnie ¿confías en mí? - Dijo de repente Sandro llamando la atención de la joven, quien estaba tratando de asimilar todos los sucesos de este día, en la voz del empresario, se notaba la ansiedad por su respuesta parecía que lo que saliera de sus labios sería una condena a muerte para él o una expiación.

-Si... usted jamás me haría daño somos amigos ¿lo recuerda? - dijo sin duda alguna en su voz, esta declaración hizo que el corazón de Sandro se calentara con aquella sensación tan conocida que despertaba esta mujer en él, pero no sabía porque cuando ella pronunció lo último su pecho dolió como si fuera sido arrojado al vacío, luego de estar en la cumbre más alta. Antes cuando ella pronunció que confiaba en él se sintió el hombre más afortunado de la tierra, poderoso, grande e inalcanzable esto era algo que solo ella y nadie más que ella podía lograr con palabras.

-Por supuesto, pero jamás imaginé esta situación, sin embargo me alegra estar aquí contigo - dijo Sandro.

-¿Por qué? - Preguntó Winnie, en su cabeza no encontraba un por qué para que él se alegrara de estar con ella en una habitación a solas y en una casa donde todos pensaban que eran un pareja.

-Así no podrás seguir evitándome, como lo has estado haciendo estos últimos días - le dijo con un deje de acusación en su voz.

-No te evito, solo tengo mucho trabajo - respondió ella delatando aún más su mentira.

- Winnie – la llamó, cuando ella giró su rostro hacia otro lado, dejó más al descubierto su mentira.

- Los problemas no se arreglan dejando de hablar, todo lo contrario debes decirme que hice para disculparme - Cuando oyó esas palabras se sintió culpable, cuando su voz se escuchó suave como una súplica, él pensaba que había hecho algo malo, volvió su rostro al frente donde sabía que estaba él.

-Winny no esperaba esta situación - dijo Sandro para romper el hielo que se había formado, desde que Sophia los dejo solos, observó cómo la joven respiraba de manera irregular y en sus labios temblaban un poco, cuando sus labios temblaban así, significaba que no sabia que decir, él la mirara tanto que durante este tiempo aprendió a leer su lenguaje corporal, ella estaba nerviosa y asustada.

- Señor yo... usted... no debe... este... - La joven inició hablar sin sentido de manera atropellada y tan rápido que no se entendía lo que decía en su voz, se notaba que la conclusión de Sandro fue acertada, estaba asustada y nerviosa hasta la médula, él tomó su mano enmedio de las suyas y vio lo pequeña que era en comparación con la de él.

Alessandro sostuvo con más ahínco sus manos como trasmitiendo la seguridad, con el jamas tendria por que tener miedo, siempre la protegería de todos y de todas, eran estos pensamientos y sentimientos los que dejaban al empresario descolocado, esta mujer sacaba un hombre totalmente diferente, era como una flor de loto, purificaba con su presencia, él había llegado con la intención de estar alejado de su familia, pero terminó en una recamara con ella haciéndole promesas mudas.

- Usted es imposible de evitar, es tanta su luz - Respondió ella con toda la seguridad que antes parecía no tener en ninguna cantidad en su cuerpo, era cierto, él poseía una luz tan brillante como el sol, cada persona tiene una luz y la de él era roja muy luminosa.

Cuando escucho la contestación de ella, su cuerpo estalló en un millón de emociones tan fuertes que tembló, sentía su corazón debatir una guerra dentro de su caja torácica, en su estómago se removieron cosas muy rápidamente como revoloteando en lo más profundo.

-Winnie cada espacio que llenas con tu presencia se ilumina, brilla, florece porque realmente la que brilla eres tu, luz - Respondió en un susurro como si fuera un secreto, como si quiera ocultarla para que nadie la robara como si no estuvieran en una habitación solos tan cerca el uno del otro. El corazón cada vez estaba más acelerado, sentía millones de movimientos en su estómago en su pecho florecía con más furor los sentimientos que la asustaban, haciéndola querer huir de él.

- Señor Mancini a veces usted habla de una manera tan bonita que me calienta el corazón - Respondió ella mientras se ponía de pie y avanzaba hasta él. Cuando la vislumbro caminando hacia él se levantó de su silla para que quedaran frente a frente, ella alzó su mano hasta posarla en su corazón que andaba a un ritmo desbocado.

- Rojo - dijo ella de la nada. Dejándolo descolocado.

- ¿Que? - preguntó Sandro poniendo su mano sobre la de ella.

- Usted, su luz es roja porque su corazón es cálido - dijo ella sintiendo la calidez de su mano al sostener la de ella.

Después de estar un rato más en esa posición se separaron, el empresario la ayudó a encontrar su pijama y contar los pasos de la recámara hasta el baño, el armario, la puerta entre otras. Ella fue la primera en entrar al baño para ponerse su pijama y lavar sus dientes, mientras ella hacía esto, él se recostó sobre la cama pensando, esta mujer es peligrosa se decía luego de recordar cómo las palabras de ella lo hacían sentir miles de cosas.

De manera tímida se acostaron en la cama ella del lado derecho y el del izquierdo, él los arropo y debajo de la manta se tomaron las manos y se voltearon para quedar frente, uno del otro, conectando su mirada de manera espiritual, eran sus almas mirándose, anhelando ser una sola.

En la calma y el silencio de la noche se durmieron así, mirándose. 

...

Nota.

Me disculpo por la demora, lo que sucede es que soy estudiante universitaria y estoy en los finales,agradezco su paciencia y espero les guste el capitulo. 

EL AMOR DE WINNIE BROWN (SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora