EN SUEÑO BAJO TU ARCO DE CUPIDO

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 El panorama era negro en el silencio, se sentía el golpeteo de su corazón en su pecho, le faltaba el aliento, su mirada estaba perdida en el infinito de su alcoba, sentía que volvía a su adolescencia y en su mente se asomaban una y otra vez los recuerdos del sueño que hace unos segundos lo sintió tan vivo, aún podía sentir el calor de aquellos pies y sus labios que similar a una ambrosía acababa de degustar.

Solo parpadear un par de veces le hizo volver en sí, y lo recordó... piel chocolate, cabello rizado, carnosos labios y voz de ángel... ¿Pero... fue un sueño? Porque se sintió tan real cuando le tenía en sus brazos y su cintura se movía debajo de su cuerpo como si se tratase de una serpiente arrastrándose en la arena de desierto, su mente le había jugado una mala pasada, tal vez fue lo hipnotizante de su voz, sirena di mare atrayéndolo a mares peligrosos y profundo, sentía la sangre correr por sus venas, todo su cuerpo estaba en alerta como si de un soldado en territorio enemigo se tratase, estaba extasiado su cuerpo se lo gritaba, lo concluyó de manera rápida, al sentir la necesidad de liberar su presión mientras evocaba aquellas imágenes y sensaciones que despertaban lo más primitivo del ser su instinto animal de conquista de posesión.

Cuando acabó de bañarse observó por el ventanal de su habitación como el alba de un nuevo día inicia, debía preparar toda para la llegada del nuevo abogado, miró su reloj y se dispuso a buscar entre su closet un traje y es que sin proponérselo Alessandro poseía una belleza poética, hipnotizante, avasallante y muy cautivadora.

Winnie acababa de despertar le costaba conciliar el sueño y más cuando su mente divagaba en asuntos que ella denominó triviales, mientras estaba en sus cavilaciones sonó su teléfono móvil, el estruendo del aparato la hizo salir de ella y se dispuso a contestar

-Hola- Se oyó del otro lado la voz de su amiga telefónica

- Hola lulú- la joven soltó una risa ante el apodo, con que la mujer siempre le sacaba risas, estuvieron hablando durante un tiempo.

...

Después de la llamada la joven se dispuso a arreglarse para su nuevo trabajo, una vez en el sitio podía sentir las miradas de todo el personal no es la primera vez que le ocurre siempre es lo mismo se decía mientras avanzaba en compañía de una de las recepcionistas, sintió que tocaban una puesta y luego un pase, se adentro al lugar en medio de la oscuridad de sus ojos y solo sintió un olor peculiar a café,se adentro aquella oficina.

El hombre que se haya dentro de la oficina observó a la diminuta mujer que ingresó por su puerta detallo cada paso que dio la mujer hasta su escritorio no podía creer lo que veían sus ojos pensó que su mente le jugaba una broma, aquella imagen frente a él era irreal es la misma mujer del aeropuerto pensó, la joven dijo.

- Buongiorno - cuando las palabras abandonaron la boda de la mujer Aless seguía detallando, recorriendo la con la mirada desde la punta de los tacones que traía en color crema, subiendo hasta sus rodillas donde iniciaba aquel vestido azul que se unía a su cuerpo de una manera escandalosamente discreto, y siguió subiendo hasta esos labios rojos que deseaba probar.

La pequeña mujer al sentirse observada se cohibió y se sintió de repente nerviosa, pasó saliva difícilmente y olio aquel delicioso olor que provenía del hombre que estaba detrás de lo que suponía era su escritorio de repente su corazón empezó a latir tan fuerte que parecía que tendía un ataque en cualquier momento era él el hombre del aeropuerto y allí ambos se quedaron unos segundo sin poder respirar.

Después de unos segundos Aless recobro el sentido y aclarándose la garganta la invitó a tomar asiento, Winnie de manera torpe se sentó en el sillón que estaba al costado de su escritorio, cruzando las piernas para que no notara su nerviosismo al sentir su olor tan masculino.el ojiazul se acercó al sillón para sentarse junto a la pequeña mujer que por el movimiento repentino, volteo su rostro, logrando así que sus narices alcanzaran a rozarse, en el instante ambos sintieron que el tiempo se detuvo, cortaron sus respiraciones y sintieron una fuerte corriente eléctrica, un impulso de reaccionar, pero sus cuerpos no se movían, estaban inmersos en un momento muy tenso, muy frágil, muy fugaz...

Aless tomó la iniciativa, sintió que tenía la ventaja ,pero solo fue un impulso que sus labios se movieron solos, sus labios se abrieron muy lentamente, tomó un poco de aire, lo dudo un solo segundo y al abrir un poco sus ojos que no fue consciente que cerró se chocaron con los carnosos labios que tenía enfrente, perdió el control, no pudo con eso, liberando un poco de sus impulsos más primitivos, deseo monopolizarla en ese mismo sillón, pero sus labios lo traicionaron, soltó un leve gemido, la joven se asustó, por la suave brisa que tocó su cara y por el lujurioso sonido que hasta ese momento desconocía, sintiéndose turbada por la intensidad del momento, por la mirada de aquel hombre, al sentir su respiración tan cerca de la de ella fue como si su cerebro dejará de funcionar y su cuerpo no le perteneciera, como si no existiera el tiempo, la distancia, este hombre despertaba en su cuerpo muchas sensaciones desconocidas que la asustaban la haciendo sentirse frágil, viva, desprotegida, atada, suelta y su corazón parecía saltarse los latidos por lo apresurado de su andar, decidió correr su rostro y hacer distancia,lo poco de cordura que tenía en ese momento le decía que aquello era peligroso, de repente un click en su cerebro le recordó porque estaba en aquella oficina y quien era el hombre frente a ella.

Alessandro al ver la reacción asustadiza de la joven, se sintió como un completo idiota, por dejarse llevar por un impulso tan mundano, recobró sus sentidos era un caballero, se puso de pie y caminó hasta su escritorio sentándose en su silla con su postura dominante, aclaró su garganta su saliva estaba gruesa con gran dificultad, agradeciendo la ceguera de la joven posó sus ojos en sus piernas descubiertas y sintió como en su entrepierna crecía,con una voz gruesa e imponente por la excitación dijo.

-Senorina drown io sono Alessandro Mancini presidente de toda la cadena de empresas Mancini's corp - al oír su nombre la joven sintió que algo le recorría desde su columna hasta cada terminación nerviosa de su cuerpo, Aless continuó hablando con una voz profesional - A partir de este momento soy su nuevo jefe, me gusta la puntualidad y que sean eficiente en el trabajo y no tendré consideraciones por su condición de mujer y ciega - Sus palabras mas que para ella parecían un recordatorio para el mismo, después de escuchar la verborrea de aquel hombre Winnie saltando de su puesto se puso de pie y irguió su espalda y con voz notablemente enojada contestó

- Señor Mancini , io sono muy profesional en mi trabajo y mi condición jamás la he usado como excusa para no cumplir con mi trabajo y en cuanto a si soy mujer si soy una mujer pero créame que mucho más preparada que muchos de sus empleados- Dentro de la oficina se sentía un ambiente de tensión que era palpable al ver la pose a la defensiva que tomó la joven.

Aless al ver la osadía de aquella mujer sonrió y pensó para sus adentros que a partir de ese día la oficina sería muy interesante, luego con un tono burlesco y retador dijo

- Eso lo veremos senorina Brown -Al escuchar las palabras abandonar la boca de ese hombre sintió una ira recorrer todo su sistema y quiso plantarse frente a ese hombre tan impertinente y golpear su mejilla por idiota, siendo víctima de un impulso siguió el perfume del hombre acercándose para lograr su cometido, alzando brevemente su mano un sonido en la puerta interrumpió su movimiento.

Aless vio de una manera muy detenida cada movimiento, sentirá la ira de esa mujer en cada paso que daba, hasta que se percató que quería aproximarse a él, al ver esa frágil mano levantarse, él se sintió burlesco, aquella frágil mano ¿ que le podría hacer?, es que aquella mujer de estatura tan baja , como alcanzaría a acercarse siquiera a su rostro , sintiendo ganas de reírse de sus intenciones, él pensó cómo dominar la situación, se imaginó en un segundo, tomarla de esa mano y presionarla en su sillón, pero su puerta sonó sacándolos de su confrontación, - Pase- dijo con los ojos sobre la pequeña mujer que al oír la puerta bajó su mano y se encontraba estática a unos centímetros de él.

Era Chriss su secretaria que al entrar sintió la tensión en aquel lugar era tanta que podrá cortar , a paso lento se adentró hasta el escritorio y dijo - Señor Mancini tiene una junta en 10 minutos, los inversionistas están esperando por usted en la sala de conferencia - Él seguía con sus ojos sobre la pequeña mujer y sin quitar su vista hablo - Chriss enséñale a la señorita Brown su puesto de trabajo- Al escuchar su mención la joven giró su rostro hasta donde percibió estaba la tercera persona en oficina. Dicho esto la joven salió en compañía de la secretaría de Alessandro hacia donde suponía sería la suya.

EL AMOR DE WINNIE BROWN (SIN EDITAR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora