¿Dónde esta la victima?

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La noche paso volando, el cuarto tenia un aroma a sexo salvaje y descontrolado aun así el peliverde se levanta de la cama estirando todo su cuerpo antes de empezar a esconder a su victima ya se oculta en su sótano.

Como siempre el pelicenizo dormía hasta tarde, ni lograba en percatarse de la presencia del omega, el pecoso se pone la camiseta del alfa aspirando el aroma que salía de la prenda, al terminar sacude su cabeza despertando completamente así que se dirige a paso pesado al sótano, ya era costumbre escuchar las maderas rechinar de manera exagerada.

Escalón por escalón bajo el omega encontrándose con el pobre alfa quien seguía chorreando gotas de sangre con algo de pus, el cuarto olía a limón y ni habla de la sangre estaba esparcido por en cada rincón, suspira cansado y se dirige al extremó del sótano liberando el agarre de las sogas ya se amarradas en la tubería.  

Hizo lo mismo con el otro extremo, la victima cae al suelo escuchando un ruido sordo junto a salpicaduras de sangre, lo malo de matar era tener que esconder o descuartizar el cuerpo ya que la flojera ganaba, simplemente quería dejarlo ahí pero la casa iba a apestar y no quería eso, suelta otro suspiro para luego ir a la caja de herramientas sacando un serrucho con mucho filo y claro que empezó a cortar las extremidades sin cuidado.

Lo vasos sanguíneos fueron cortados sin piedad ocasionando que salga un chorro de sangre en la cara y prendas del peliverde quien solo se soba el rostro con el antebrazo quitando los excesos de sangre de su rostro, sigue con su labor ya estaba acostumbrado a que pasara ese tipo de cosas, al terminar pone los restos en un balde de gran tamaño y se dedica a limpiar la sangre seca del piso.

Saca otro balde pero este contenía productos de limpieza, saca una esponja mojada y restriega con fuerza el piso humedeciendo de nuevo la sangre quien se adhería al piso fuertemente pues al pecoso se le dificulto sacarlo, a continuación mezcla detergente en polvo junto con un poco de cloro y lo aplica sobre la gran mancha dejando esperar diez minutos a que los productos hicieran efectos.

Retira lo sobrante con agua esparciéndose por toda la habitación, Izuku se estira nuevamente le costaba mucho hacer la tarea con un dolor en la cintura, restriega con una escoba el piso eliminado toda suciedad a su paso y lo restante del agua lo bota por el desagüe en el suelo.

Repite los pasos al menos tres veces, al terminar envuelve en bolsas de plástico a la victima evitando a que saliera mas sangre y saliera el olor, coloca los trozos en su mochila amarrilla que pesaba como el demonio aun así lo coloca en su espalda para subir hacia la planta superior.

Deja aun lado la mochila para entrar al baño, abre las manijas de la tina para meterse ahí ya desnudo, el agua estaba tibia dejando relajar su cuerpo por completo, agarra el jabón sobándoselo en cada rincón de su piel quitándose lo pegajoso y la sangre, termina para secarse y cambiarse poniéndose un pantalón negro ajustado junto a un polo algo holgado.

Antes de irse observa al pelicenizo durmiendo aun, sale de la casa con la mochila en su espalda y camina hasta llegar a un callejon donde entra para sacar una motocicleta negra de ultimo modelo, saca las llaves y prende su moto arrancado a una velocidad increíble sin antes ponerse el casco de igual color que su vehículo, pero en el camino se lo quita.

La brisa golpea fuertemente su cara con pecas, el aire lo hacia sentir libre, la zona cambiaba a una carretera vacía a excepción de uno que otro coche aun así aumente la velocidad y no tarda en escuchar una sirena de policía tras suyo, mira el retrovisor con una sonrisa mientras se colocaba aun lado de la carretera.

- Usted repasa el limite de velocidad, tiene que pagar una multa.- hablo serio.

- Oh discúlpame no quise, le soy sincero no me di cuenta.- libera sus feromonas.

Pareja Masoquista {+18}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora