Ambos están locos, disfrutaban el dolor del otro y no sabían cuando parar a pesar de los gritos de agonía que se causaban.
Izuku y Katsuki eran masoquistas al extremo, se dañaban mutuamente, pero les gustaba.
Tortura a largas horas, por semanas; inc...
Estaba frio y su cuerpo se congelaba a cada segundo, no le gustaba ser tratado como un criminal, su impotencia recorría en esa celda desolada aguantándose sus lagrimas que amenazaban con salir, no quería admitir la culpa por algo que no había hecho. Ese sucio omega se la habia pensado bien.
No tenia como probar su inocencia, solo quería disculparse con su compañera por ser un imbécil, solo pensaba en como salir de ahí y si era necesario escaparía, sus pensamientos fueron interrumpidos por una suave voz temblorosa. Levanta la vista encontrándose con la omega castaña.
- ¿Uraraka tu me crees verdad?.- pequeñas lágrimas salían.- yo no lo hice.
La omega solo se quedo observándolo con tristeza, una parte de ella le decía que no lo había hecho, sin embargo las pruebas que sacaron indicaban que el peliazul realizo ese acto horrible. ¿Qué carajos se supone que debería creer ahora?.
- Te sacare de aquí pero demuéstrame que eres inocente.- hablo con firmeza.
El tono de voz de la omega hizo sentir algo mal a Lida pero se esforzaría por demostrar su inocencia, era su segunda oportunidad y no la desaprovecharía por nada en el mundo, puedo observar como su compañera sacaba una llave para abrir la cerradura. Con anterioridad había pagado su fianza.
- Juro por mi vida que no lo hice, te lo demostrare.- hablo fuerte y claro, su determinación había regresado.
Uraraka solo se dio la tarea de vigilarlo y de resolver el caso que tenían pendiente, estaba arriesgando su trabajo pero sentía que estaba haciendo lo correcto, tendría que actuar un poco dura con el pues que pasa si se confundía y realmente había abusado de ese omega, jamás lo perdonaría, solo le daría una oportunidad mas.
Retrocede un par de pasos al ver como el alfa se agachaba, no paraba de agradecerle por creer en el, después de un rato se levanta del suelo con lentitud e ínterin se acomodaba sus lentes con una sonrisa, no podía negar que se sentía feliz de que Uraraka confiera aun en el, agarra la mano de la omega con delicadeza para besarla. Ochako solo se sonrojo ligeramente, sentía los cálidos labios del alfa posarse en su mano.
- Cerremos este caso junto, te lo prometo.- Lida estaba al tope con sus emociones.
- Creo en ti.- soltó la omega.- pero debemos cerrar el caso así que vayamos donde Tsuyo.- suspira.
- Bien es hora, vamos Uraraka-san.- sonrió.
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- No te conozco lárgate.- soltó el pelicenizo.- Pero antes pagaras por lo que acabas de hacer.
Puedo observar como el otro alfa se reía de forma burlona, el pecoso solo se limitaba a mirar pues aun quería mantenerse consiente además su cadera le dolía y no podía moverse con libertades, en pocas palabras no seria de ayuda, se quedo quieto al ver las dos miradas de los alfas sobre su ser. Katsuki volvió a mirar al pelinegro.
