Ambos están locos, disfrutaban el dolor del otro y no sabían cuando parar a pesar de los gritos de agonía que se causaban.
Izuku y Katsuki eran masoquistas al extremo, se dañaban mutuamente, pero les gustaba.
Tortura a largas horas, por semanas; inc...
Los gritos y alaridos se escuchan por toda la habitación mientras el pecoso sostenía fuertemente la mano del bicolor, aquel dolor que su cuerpo estaba sintiendo era indescriptible y mil veces peor a lo que solía soportar.
— ¡Sr. Izuku debe seguir pujando! — hablo el doctor al ver que el omega se desvanecía.
El pecoso estaba pujando con todas sus fuerzas, podía sentir como se desgarraba, se mordía el labio con el fin de tolerar el dolor, pero le fue inevitable no gritar. Aun así, sonreía.
Su cuerpo esta empapado en sudor, el único apoyo que tenia era el de Todoroki quien fue al hospital al recibir una llamada, ahí le dijeron que el pecoso estaba en labor de parto y pidió si su "amigo "podía acompañarlo, por lo cual acepto.
— Ya falta poco para que salga el primer cachorro. — aviso el médico.
El doctor solo le indicaba a los demás que hacer mientras que el ayudaba con sus manos a sacar al bebe, la pequeña criatura estaba a nada de salir, así que el pecoso tomo aire para pujar con las fuerzas que tenía, apretó la mano de Shoto mientras lagrimeó y grito.
— ¡¡Ya nació el primer cachorro!! — apresuro en decir el doctor.
Corto su cordón umbilical con cuidado, el pequeño cachorro solo lloro mientras buscaba el aroma de su madre, el doctor encargo a uno de los enfermeros a cuidar del bebe y este lo llevara a revisar.
— Quiero . . . verlo. — Izuku hablo entre jadeos.
Todos ignoraron las palabras del peliverde para seguir con el parto, este mismo solo hecho su cabeza para atrás debido al dolor, podía sentir como sus fuerzas se le iban, estar pujando desde hace 4 horas no era nada fácil.
— Esta bien, tranquilo. — dijo el bicolor. — yo estaré aquí.
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— ¡¡Te he dicho que pases!!
— ¡¡NO QUIERO!!
El rubio se asusto al ver como era sujetado del brazo para pasarlo a la fuerza, intento resistirse en vano pues su fuerza era nula ante su alfa. Cuando estuvieron dentro el pelirrojo cerró la puerta.
Este par acababan de llegar de la visita de Bakugou, después de la explicación rara de Kaminari del porque moriría el cenizo, Eijiro decidió irse a su hogar.
— He tenido suficiente, esto no es bueno para ti. — hablo Eijiro ya más tranquilo.
El omega solo empujo al más grande molesto intentando apartarlo, sin embargo, este no se movió de su lado y prefirió respirar para calmarse. Debía tener paciencia porque sabia que su novio la estaba pasando muy mal.
— ¡Tú no lo entiendes! — exclamo agarrándose sus cabellos desesperadamente. — ¡Nos van hacer daño!
— Mi vida, todo eso está en tu cabeza. — trato de razonar nuevamente. — ellos no dañaran a nadie.
