Expedientes

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Una omega de cabelleras marrones se encontraba en un cuarto lleno de documentos pero ella buscaba a el peliverde de aquella noche, salta de alegría al encontrar su expediente junto aquel alfa de facciones amargadas.

Corre hacia su jefe para entregarle aquel sobre amarrillo, no tarda en posarse a su lado con una sonrisa y entregarle el articulo y dichoso lo recibe igual de emocionado que la omega, el primero seria Izuku Midoriya pues era el mas sospechoso entre los dos.

Saca la hoja de papel blanquecina pero abre los ojos ligeramente al leer aquel expediente, sin dudas ahora creía que era culpable de ese homicidio.

- Hospital Psiquiátrico AU, estuvo internado a los 10 años de edad por cortar los brazos a sus compañeros con un cuchilla?.- no entendía nada.

- ¿Sr. Lida usted cree que el puede ser culpable del homicidio?.- hablo Ochako.

Asiente con la cabeza dando a entender que si sospechaba aun mas del omega, grande fue su sorpresa al leer que fue internado por segunda vez a sus 17 años pero esta vez fue algo diferente.

El expediente psiquiátrico decía que estaba ahí por que estaba saliendo con un alfa que lo maltrataba a mas no poder pero esto era consentido por el mismo omega, afortunadamente el alfa se encontraba en la cárcel, el pecoso decía que lo hacían por amor, su pensamiento no era normal así que no tuvieron mas opción que internarlo presenciando un cambio increíble en una semanas.

También decía que se quedo internado en el hospital por las heridas graves que tenia en todo su cuerpo, su madre fue la encargada de denunciar el abuso físico hacia su hijo, pero grande fue su sorpresa al ver que su hijo le gustaba lastimarse a el y a los demás.

- Ahora estoy seguro que este tipo si ha matado al Sr. Monoma.- se acomoda los lentes.

- ¿Entonces que haremos?.- la castaña se preocupo.

- Hallaremos las pruebas para meterlo a la cárcel, no te preocupes Uraraka-san.- sonríe.

Izuku se le dificultaba respirar, quería levantarse del piso pero sus brazos se encontraban lastimados con unas marcas de correa hasta el punto de querer sangrar aun así su cara tenia un gran moretón en ese ojo derecho

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Izuku se le dificultaba respirar, quería levantarse del piso pero sus brazos se encontraban lastimados con unas marcas de correa hasta el punto de querer sangrar aun así su cara tenia un gran moretón en ese ojo derecho.

Se trataba de limpiar los resto de sangre que brotaban de la nariz y boca, su cuerpo le ardía, el pelicenizo lo habia golpeado hasta dejarlo inconsciente, según el le habia levantado la mano por que casi los descubren por su culpa y era claro que estaba mintiendo pues eran celos los que sentía aunque el lo negara pero a los ojos del peliverde no era así.

La presencia de Katsuki se hizo notar de inmediato, sus feromonas emitían enojo aun así le dedica una sonrisa tratando de molestar al alfa, el mas alto solo jala del brazo al peliverde quien se sostiene del brazo del pelicenizo para no caer ya que estaban dirigiéndose a una habitación muy pequeña además de oscura, lo tira ahí sin consideración a las heridas del omega.

- Tanto...te...molesto.- hablo el peliverde.- ¿o será que estas molesto por otra cosa?.- ríe.

- ¡¡No te atrevas a burlarte de mi pequeña mierda!!.- grita enfurecido.

Katsuki se abalanza encima del peliverde al ver que seguía riendo, sus puñetazos iban directo a su cara manchando sus manos y ropa con unas gotitas de sangre, el cuello delgado del omega era sujetado con fuerza por el alfa quien seguía con los golpes.

Sus ojos empezaron a lagrimear por la falta de aire y la cabeza le empezó a doler, sus brazos arañaban a Katsuki con una fuerza leve intentando alejarlo con sus piernas pero le fue inútil, sus movimientos de a pocos cesaban luchando por tener aun conciencia.

El pelicenizo se queda quieto al escuchar el timbre, fue entonces donde lo suelta para abrir la puerta sin antes cerrar con seguro la habitación donde se encontraba el pecoso, suspira hondo antes de recibir aquel invitado.

Al abrir solo bufa por lo bajo al ver al bicolor con una cara seria, ambos se miran desafiantemente pero el heterocromático se da cuenta de las pequeñas gotas de sangre que se posaban en las prendas del pelicenizo.

- ¿Dónde esta Midoriya?.- soltaba feromonas de molestia.

El alfa pelicenizo disimuladamente se limpia los nudillos en su ropa, Todoroki no era ningún idiota y se dio cuenta de lo sucedido, le parecía extraño el comportamiento de este pero todo emporio al no ver al peliverde, siempre salía con el omega a esta hora.

- El salió a comprar la cena, si quieres puedes entrar a buscarlo.- sonríe.

Katsuki se dirige a la sala para sentarse a ver algo de televisión, el bicolor solo lo observa con una cara seria así que no pierde el tiempo y se dedica a buscar por toda la casa esperando no encontrarse con un peliverde lastimado gravemente.

El pelicenizo estaba algo inquieto pues si encontraba al pecoso lo tendria que matar, pero si no lo hacia le perdonaría la vida por meterse en donde no debía, observaba de reojo al bicolor con ansias queria que encontrara a Izuku.

- Quiero que abras esa puerta.- señala una habitación en especifico.

- Oh esa habitación, esta cerrada no ves.- trataba de seguir viendo la televisión ya que Todoroki se habia puesto en medio.

- Por eso quiero que la habrás.- le responde desafiante.

- Escucha bastardo te digo que no tengo la llave de esa habitación, Izuku no quiere que me acerque.- se levanta para ponerse enfrente de Todoroki.

Izuku apenas podia escuchar la conversación, sus parpados se cerraban pero sus pequeñas manos estaban en su boca tratando de no emitir algún sonido, le alegraba que Todoroki estuviera ahí pero no sabia que haría Katsuki si su amigo se enterase de su estado.

Para el peliverde sus respiraciones se escuchaban hasta la otra cuadra, gotas pequeñas de sudor resbalaban en su cara combinándose con su sangre, quería llorar el dolor era demasiado como para seguir despierto y sus ojos solo se cerraban automáticamente.

- Oh que tonto Midoriya dijo que ...- no termino de decir su oración pues salió corriendo a la cocina.

Katsuki no entendió nada pero siguió cambiando los canales emocionado pues quería una nueva víctima y por que no ese bastardo de dos colores, no tarda en escuchar un tintineo de llaves que resonaba por toda la casa.

Se voltea para observar al otro alfa quien metía con lentitud la llave, se para sigilosamente sin que se diera cuenta y se dirige a la cocina para coger un cuchillo intentando ser silenciosos con sus movimientos, al tener el objeto en las manos lo guarda en la parte trasera de su pantalón para cubrir el resto con su polo.

Cuidaba sus pisadas no quería que fuera oído, no tardo en ponerse atrás del bicolor quien pareció no darse cuenta de la presencia de Katsuki tras suyo, siguió girando la llave con lentitud, abre el seguro escuchando un. . .

"Clack"

Giro la manilla con cautela ya que se dio cuenta de la presencia de Katsuki, abre lentamente la puerta tratando de presenciar el panorama del cuarto, se sentía nervioso por dos razones, la primera era que no quería encontrarse a su amigo todo lastimado y la segunda era la presencia del pelicenizo ya que se sentía amenazante con una mirada asesina posada en su ser. Abre la puerta.

- ¿Midoriya?.- pregunto confundido.

Continuará.






*Gracias por los 700 seguidores, solo quiero avisar que los próximos capítulos estaran buenos*

Pareja Masoquista {+18}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora