Pareja Masoquista {+18}

¿Qué paso?

La brisa recorría su rostro y cabello, el sol quemaba de manera dulce sobre su piel pálida, el parque estaba desolado causando un poco de tranquilidad dentro del bicolor, estaba descansando de las golpizas de su padre.

Uno de sus ojos era tapado por unas vendas, la quemadura que poseía aún estaba cicatrizando, jamás olvidaría el día que su madre le arrojo una tetera hirviendo solo porque se parecía a su padre, se sentía tan vacío y triste de que su padre haya enviado a su madre tan lejos de el por su culpa, su mirada apagada observaba el suelo como si fuera lo más interesante hasta que siente las feromonas de un niño omega, era tan dulce como el caramelo.

La sombra cayo enfrente de el en forma de la silueta del pequeño omega, alzo la mirada con un notable ceño fruncido, quería un momento de paz y venia un niño a molestarlo, en un instante hizo contacto visual con el peliverde quien mantenía su mirada fija hacia el bicolor.

- ¿Te encuentras bien? - denoto preocupación en su voz. - ¿Por qué estas solo?

- Déjame en paz. - respondió fríamente.

- Me llamo Izuku Midoriya, un gusto. - se presentó con mucha formalidad. - Y tú eres. . .

- Shoto Todoroki. - la cara de neutralidad del bicolor provoca curiosidad al niño peliverde.

Shoto observo detalladamente al omega, era un poco más bajo que el, tenía pecas alrededor de esa piel pálida y sus grandes ojos verdes que hacían juego con su cabello de igual color, eran tan diferente que de alguna forma llego a llamarle la atención.

Se quedó fascinado con los hermosos ojos esmeraldas, estaban llenos de vida, no despego el contacto visual con el menor quien no parecía incomodarse por ese hecho ya que le mostro su hermosa sonrisa a Shoto.

- ¿Por qué estas triste? - designo a preguntar.

Todoroki dudo en responder esa pregunta, no le tenía la suficiente confianza para decirle la verdad, acababa de conocerlo, pero Izuku le inspiraba seguridad. Aún era un niño y en su inocencia le conto lo que pasaba en casa mientras botaba lágrimas con un sabor amargo. Necesitaba expulsar lo que tenía dentro.

- Odio a mi padre y mi madre me odia. - limpio los fluidos con su antebrazo. - todos me odian.

Realmente vivir en un entorno de violencia no era cosa ligera, sentir ese odio a tan temprana edad no era bueno y más cuando trato de enorgullecer a su padre, pero este solo lo destruía con sus palabras y se les clavaban en su pequeño corazón para siempre.

Su madre no era muy diferente, aunque siempre estaba ahí para él, a menudo recordaba las palabras hirientes que le lanzaba solo por parecerse a su padre, esto creo un conflicto al menor pues odiaba ser el mismo y deseaba ser amado por ambos padres, como una familia unida.

Sus hermanos estaban en su misma situación, no tenían voz ni voto en esa casa, así que defenderse entre ellos les era imposible pues le temían mucho a su Padre, Touya como hermano mayor la tenía peor, se llevaba la furia de su padre consigo, todo el peso recaía en sus hombros.

Ver sufrir a tus hermanos simplemente era deprimente, sus caras llenas de lágrimas y desesperación eran alarmante, mientras sus cuerpos temblaban cada vez que pasaba algo horrible. Vivir bajo muchas expectativas solo por ser un maldito alfa, si o si estaba obligado a ser el mejor que cualquiera.

- Yo creo que debes sonreír más. - Izuku hablo interrumpiendo los pensamientos de Shoto. - aunque no la pases bien, todo esto va a cambiar algún día y podrás ser feliz.

- Puede que tengas razón. - no sabía que más decirle, jamás había estado delante de otro niño, escapo de su casa para venir a este parque, y, era la primera vez que hacía algo como eso.