Pareja Masoquista {+18}

¡¡NO ESTÁ MUERTO!!

— ¡Aléjense o juro que mataré al niño! — coloco el bisturí en el cuello del pequeño.

Los oficiales solo se limitaron a retroceder con miedo, no quieran que el cachorro muriera a manos de ese sádico, sus ojos carmesíes estaban con cólera e ira. Esto no iba a resultar nada bonito.

Para Todoroki todo era tan irreal, aun estaba en shock, su "amigo" había muerto así de fácil, fue repentino y difícil de creer. Izuku debía estar inconsciente debido al sobre esfuerzo, esperaba que fuera eso, a pesar que le hizo daño no olvidaría los momentos que pasaron juntos, sean falsos o verdaderos lo recordaría.

Dentro de sí sabía que estaba yendo mal cuando nació el segundo cachorro, Izuku gritaba mas de lo normal y le brotaba demasiada sangre, los doctores estaban haciendo lo posible para salvar las dos vidas.

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— ¡¡MIDORIYA AGUANTA!! — grito asustado. — por favor.

— Todoroki-kun. — su voz se desvanecía conforme los minutos.

Aquel pecoso estaba relajado, como si no le importara morir, ver a su "amigo" dándole apoyo simplemente lo calmaba. A pesar de que quería estar con su alfa agradecía de que el bicolor permaneciera a su lado.

En su último grito dio a conocer el segundo cachorro, este era ligeramente mas pequeño que el primero, los doctores le cortaron su cordón umbilical y se apresuraron en atender al pecoso quien se estaba a nada de quedar inconsciente.

— ¡¡Traigan Morfina!! — grito el medico encargado. — ¡¡También algo para detener la hemorragia!!

Por alguna razón el corazón del peliverde se encogió al ver llorar a su "hermano", aquel sentir era nuevo y que fue incapaz de presenciar algo así durante toda su vida.

— Perdóname por favor. — susurro agotado. — promete algo, te lo ruego.

— Dime que cosa Izuku. — hablo entre lágrimas.

— Promete que cuidaras de ellos. — tomo la mano del bicolor. — por favor.

— No te preocupes yo los cuidare. — se asustó al ver la máquina.

Sus ojos miraron en shock al peliverde quien tampoco despego la vista, aquella mirada esmeralda se desvanecía conforme a los segundos, su cuerpo era cada vez mas pesado. Sus parpados querían descansar ahora.

— Quiero verlo. — dijo entre suspiros.

El bicolor solo asintió y rápidamente fue a un enfermero que sostenía al bebe, lo tomo con delicadeza y fue donde su amigo, cuando llego para darle al cachorro los llantos del pequeño cesaron al estar en los brazos del pecoso.

La masita roja se quedaba tranquilo al estar en el pecho de su madre, fue una escena triste. Al saber que no podrán estar juntos.

Izuku beso la frente del pequeño y le dijo unas palabras inaudibles para el bicolor quien miraba con los ojos llorosos.

— ¡¡MIDORIYA!! — grito desesperado al ver que la maquina emitía un sonido desesperante.

Noto como los ojos del pecoso se quedaban mirando a la nada y sin brillo alguno, sus brazos que sujetaban al bebe se fueron cayendo de lado con lentitud, Shoto fue corriendo agarrar al pequeño antes de que se cayera.