Ambos están locos, disfrutaban el dolor del otro y no sabían cuando parar a pesar de los gritos de agonía que se causaban.
Izuku y Katsuki eran masoquistas al extremo, se dañaban mutuamente, pero les gustaba.
Tortura a largas horas, por semanas; inc...
El Rubio cenizo había sido liberado por el pecoso quien aún seguía molesto por la actitud tan despreocupada de su pareja, el alfa tenía varios golpes en la cara junto a una que otra cortada en su cuerpo, afortunadamente ya se había acostumbrado a este tipo de tratos.
Bakugou se encontraba en la bañera tomando una ducha, la temperatura del agua era perfecta para bajar la inflamación de las heridas, estaba algo pensativo, realmente si había sido algo descuidado al emborracharse de esa manera y decir cosas que no debía, aunque dudaba si debían irse de la casa.
Pensaba que Deku estaba exagerando las cosas, o solo era cauteloso con sus pasos, se enteró que el peliverde odiaba las bebidas alcohólicas y no era por el sabor si no por el efecto que causaba en él. Podría embriagarse peor que Katsuki y decir cualquier cosa que se le pasase por la cabeza.
Este imbécil me hará la vida cuadritos.
Pensó mientras agachaba su mirada carmesí hacia el agua media roja, el agua se estaba combinando lentamente con su sangre, como si fuese algún tipo de tinte, el olor se hacía cada vez más fuerte dándole algo de relajación al rubio cenizo.
Por otro lado, Izuku estaba ordenando las maletas para poder largarse de esa casa, sin embargo, cuando ordeno la ropa de su alfa no pudo resistir pegar la prenda a su nariz para inhalar las feromonas del cenizo, ahora mismo se sentí algo alterado y ese olor logro calmar su sentir, se sentía estresado y solo quería dormir un poco.
Trato de resistir al impulso de querer armar su nido para dormir, pero fue inevitable, su omega interior le pedía a gritos que lo hiciera, desarmo todas las maletas y las esparció por toda la cama, comenzó hacer paredes de ropa para meterse al medio.
Se tapo con las prendas de Katsuki mientras acariciaba su vientre, trataba de pensar que carajos deberían hacer u a donde ir, pero sus grandes ojos se cerraban conforme los segundos pasaban, su olor era tan embriagador que le gustaba. Se durmió aspirando el aroma de Kacchan.
Sin embargo, Katsuki entra a la habitación, portaba una toalla blanca alrededor de su cintura, cubriendo su desnudes, se dirige a la cama algo confundido al ver tal escena. Al estar enfrente de su omega no tarda en formar una sonrisa de oreja a oreja en su rostro.
Eres solo mío.
Pensó con alegría al saber que la marca jamás los separaría, desde el primer momento que lo vio sintió una conexión inmediata, ese sentimiento crecía junto a la obsesión de Bakugou al estar con Deku a cada momento, además Izuku tendría que quererlo le guste o no, la marca los obligaba a cuidarse las espaldas, lamentablemente eso afecta a este mismo, pero parecía no darle demasiada importancia.
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El omega se encontraba en la casa de su mejor amigo, traía el uniformé de la preparatoria, las prendas eran de color negra, su pantalón al igual que su chaqueta eran algo sueltas, pero se ajustaba perfectamente a su cuerpo. Ambos estaban sentados en una mesa situada en la habitación del menor.
