Recuérdame Maldito

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Aquel peliverde no paraba de amenazar al alfa frente suyo, pensaba que lo estaba tomando a la ligera toda esta situación, pero algo extraño pasaba, parecía que Katsuki no era el mismo, es como si lo hubiera olvidado. Ha estado así durante unos cuantos días.

- Katsuki es mi última advertencia, no sacaras un pie de esta casa. — se puso enfrente de la puerta mientras gruñía.

- ¿Quién mierda te crees, maldito omega? — lo desafío con enojo. — no olvides que hablas con un alfa.

Ya no le importaba saber la verdad, solo quería largarse de esa cabaña, sin embargo, estaban en lo profundo del bosque, ese estúpido omega solo lo llevo donde nadie los encontraría. Estaba más que consiente de su situación y no quería arriesgarse con un extraño a su lado.

- Sabes, tu comportamiento es más extraño de lo usual. — comento irritado. — actúas como si no me conocieras.

- Es porque no sé quién eres. — respondió con sequedad. — tampoco me interesa conocerte.

Izuku solo le tiro un puñetazo al cenizo ocasionando que retrocediera un par de pasos, este pensaba que el alfa estaba siendo caprichoso para poder largarse, si Katsuki la cago una vez porque no podría hacerlo de nuevo.

El rubio cenizo solo puso su mano en su pómulo, estaba asombrado de ser desafiado, usualmente los omegas no solían gritarle y mucho menos golpearlo, pero este peliverde parecía olvidar cuál era su "lugar".

- Deja tus malditos juegos de lado. — Izuku perdía su paciencia.

- Matarte será divertido, nadie me golpea y mucho menos un omega. — exclamo con ira y odio.

Katsuki solo dirigió su palma al pecoso, pero este lo esquivo sin problemas, el peliverde solo le devolvió el golpe con todas sus fuerzas, el alfa solo se colérico más al ser golpeado de nuevo. Tal vez, estaba subestimando demasiado al su contrincante.

Pero como no confiarse si ese tipo estaba en ese estado, preñado para ser exactos, se supone que debería ser más débil de lo usual por el embarazo, pero algo raro había en ese omega, es como si tuviera una conexión especial.

- ¿Acaso yo te hice esa marca? — no pudo evitar preguntar al ver el cuello del pecoso.

- Al parecer no mientes. — comento algo incrédulo. — bueno si lo hiciste y para que sepas tu eres responsable de esto. — señalo su panza abultada.

El alfa abre demasiados los ojos, acaso estaba diciendo la verdad, pero él no era de quedarse solo con un omega y mucho menos embarazarlo para marcarlo. Bueno tampoco es de complicarse la vida, lo único que tiene que hacer es largarse para siempre y ya, sus problemas solucionados.

Izuku solo sonríe ligeramente, le causaba gracia la expresión de Kacchan en ese momento.

- Ni se te ocurra sacar un pie fuera de la casa. — dijo seguro de sí mismo. — es mi última advertencia.

- No me jodas, no te creo ni un poco. — perdía la paciencia. — ahora sal de ahí si no quieres terminar muerto.

Izuku solo se puso a pensar, como podía devolverle la memoria, no lo admitiría, pero necesitaría la ayuda de Kacchan. Todo estaba planeado y si se iba el cenizo sus planes se malograrían, seria presa fácil para los policías, más en su estado.

Su cabeza se ilumino por una magnifica idea, su sonrisa salió a flote mientras maquineaba los sus futuros planes.

Por otro lado, Katsuki solo sintió como su piel se erizo y su cuerpo fue recorrió por un escalofrío, esa sonrisa le causaba tanta inquietud, era como si su cuerpo recordara a ese peliverde. Se forzaba a recordar con el fin de saber quién era ese omega.

Pareja Masoquista {+18}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora