1. Girasol

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Cuatro y media de la mañana. Sizhui había despertado más temprano que de costumbre. El calor llegó a sus mejillas cuando recordó que justo la tarde anterior, Jin Ling había estado en esa misma cama junto a él, y aunque no habían llegado a más, hubo espacio para sincerarse en la intimidad de una plática necesaria. Después al anochecer, estuvieron en convivencia familiar con los mayores en la hacienda. Todo aquello no se volvería a repetir en mucho tiempo.

Wei Wuxian y él fueron expulsados de Gusu Lan, días antes. Una invasión de langostas había creado sospechas sobre el Patriarca Yiling, y la causa había sido un ataque directo hacia Lan Sizhui. Aunque los cultivadores Lan aún ignoraban su ascendencia Wen, el haber sido invadido por una misteriosa energía propició la expulsión, a pesar de los intentos de Lan Qiren y los dos Jades por retenerles. Inicialmente vivirían en la torre Koi, pero por la transmigración de quien consideraba entre su padre y su hermano mayor, Wei Wuxian, heredó la propiedad de la Hacienda Mo. Al haber muerto toda la familia, el dueño por herencia ahora era el Patriarca Yiling, bajo la identidad de Mo Xuanyu.

Una de las condiciones para establecerse en Lanling fue la de conservar aquel nombre. El Ministro de Justicia de Lanling, Jin Peng determinó que de esa forma la gente comenzaría a olvidar el fatídico recuerdo del personaje más oscuro de la historia de la cultivación. Si bien, el nombre de Wei Wuxian había sido limpiado, al reconocer que todo había sido calculado por Jin Guangyao, el anterior Líder, aún seguía ejerciendo el poder sobre las artes oscuras, y eso era el peor ejemplo que la gente podía tener de él.

Tras una ducha de agua fría, Lan Sizhui fue vistiéndose y secando su cabello. Formó una larga coleta de cabello oscuro. Al momento de colocar su tocado hanfu, blanco al igual que la cinta de su frente y sus túnicas, volvió a recordar a Jin Ling, dejándose hacer por última vez, un peinado similar.

 “A partir de mañana mi peinado será distinto.”

En pocos meses estaría por cumplir diecinueve años, y ya se había graduado del nivel de bachiller.

Una de las disposiciones de las cuatrocientas reglas de Gusu indicaban que la ceremonia de mayoría de edad se llevaría a cabo en el décimo noveno cumpleaños y aún faltaban dos meses para eso. Ya no estaban en Gusu Lan para cumplir con un ritual que empezaba a carecer de sentido.

Se arregló como si hubiera tenido su propio ritual. Decidido, soltó su cabello de nuevo y pasó su cepillo, hasta formar un medio moño, similar al que usan Zewu Jun y Hanguang Jun.

Seguía siendo un Lan, pero ahora era libre de hacer sus propias reglas.

Al menos así fue unos minutos, hasta que Hanguang Jun lo miró, cuando bajó a la cocina.

– Ese peinado, aún no te va.

Lan Yuan respondió con una reverencia. – Hanguang Jun, te respeto, eres mi padre. Pero debo manifestarte que ahora estamos en otro lugar. Hay reglas que ya no son aplicables aquí, en la hacienda.

¿Qué pasa aquí? –Lan Xichen apareció pulcramente arreglado, pese a sentir una ligera resaca, solo necesitaba beber un poco de agua para irla calmando. Además, quería disponer de la cocina.

– Sizhui, dice que no tiene que cumplir todas las reglas.

Xichen miró al joven con serenidad, que le había dedicado una reverencia de bienvenida.

Dejé de verte pocos días, y se nota que has crecido. – Tomó a su sobrino del hombro. – Wangji, técnicamente, como líder de Secta, no tengo derecho a exigirle que cumpla nuestros rituales.

Pero es mi hijo – Habló con firmeza Lan Wangji. – Dónde quiera que se encuentre, tendrá que esperar a haber hecho el ritual… y dejaré de molestarlo.

Sol de JadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora