30. Resentimiento

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Varios días antes.

Era de madrugada cuando Lan Jingyi había salido discretamente de Baling Ouyang.

El ser reprendido por faltar a muchas de las reglas de Gusu Lan, ya no sería una novedad.  Sus faltas de antes eran inconscientes y sin intención de transgredir el código de comportamiento con el cual fué formado.

Ésta vez era distinto.

Deliberadamente Lan Jingyi burló la vigilancia de Gusu Lan, haciendo creer a todos que aún seguía ahí, mientras se dirigía con urgencia a la Conferencia de Sectas en Qinghe, para encontrarse con sus amigos y llevar a cabo el plan de rescate de Lan Sizhui, un plan que él mismo había dirigido, con ayuda de Ouyang Zizhen y la ejecución final de Jin Ling.

Ahora que todo había salido conforme a lo planeado, Lan Jingyi podía volver tranquilo a casa. Si era sorprendido en la entrada del Receso de Nubes, argumentaria haber vuelto de una misión urgente. De cualquier manera, ni su madre, ni Lan Fei, mucho menos Zewu Jun notarian su ausencia.

Pero no todo plan funciona a la perfección.

El camino era largo y helado. Aún con el abrigo sobre su cuerpo, el movimiento del vuelo dejaba entrar aire helado a su cuello, y la oscuridad de la noche era profunda en ciertos tramos del camino.

Lan Jingyi empezó a preocuparse por su propia seguridad. La urgencia de llegar a casa le permitió concentrarse, para avanzar con la misma decisión con la que había partido el día anterior.

Entraba por el territorio de Yueling cuando los primeros rayos de sol iluminaron su camino, el ambiente parecía seguir en tranquilidad. Al tener parte del tramo recorrido, Lan Jingyi se sintió un poco más relajado.

Sin embargo, a cierta distancia, encontró una formación parecida a una montaña vaporosa, entre marrón y rojo carmesí, generando relámpagos. Lan Jingyi haria todo lo posible por no pasar por esa aparente tormenta, ni siquiera por curiosidad. 

Dudó un momento mientras se seguía aproximando para continuar su ruta. Como cultivador era su deber reportar cualquier anomalía a sus superiores, pero si lo hacía, no tendría forma de justificar su salida a un perímetro mayor del permitido. Así que finalmente, Lan Jingyi mantuvo la velocidad, siguiendo de largo, para eludir aquella formación sospechosa.

No obstante, Lan Jingyi no contaba con que, aún si había evitado pasar por la nube roja, ésta parecía seguirlo cada vez más de cerca. 

La energía que aquella formación emanaba, parecía al mismo tiempo absorber sus fuerzas, drenándole súbitamente, de manera que cada movimiento suyo se volvía mas pesado de realizar.

En un principio, Lan Jingyi quiso aumentar su velocidad, pero al poco rato sintió que su propio poder era insuficiente y aquella nube roja lo cubrió en su totalidad al darle alcance.

Todo era como una gran neblina sangrienta alrededor. En aquella nube siniestra, Lan Jingyi pudo distinguir siluetas que gritaban dolorosamente o se lamentaban. Otras lo llamaban por su nombre, intercalándose unas con otras.

Volutas de humo más espeso, comenzaron a rodear su cuerpo y extremidades, y como si estuviera en una horrible pesadilla, Lan Jingyi intentó soltarse entre patadas y sacudidas, pero nada de ésto fue suficiente. Gradualmente, aquella energía invadió sus meridianos hasta dejarlo totalmente paralizado.

Lan Jingyi deseó con todas sus fuerzas que Hanguang Jun, Zewu Jun o el Maestro Wei, la Joven Ama, Ouyang Zizhen o su hermano marcial, Lan Sizhui aparecieran en cualquier momento a ayudarle. Nada de esto pasó. Entonces Lan Jingyi pensó en Lan Fei, rodeada de muchos conejos, dedicándole una hermosa sonrisa como cada mañana. Finalmente, la última persona que llegó a sus pensamientos fué su madre, que aún estaba en Gusu Lan, sin la más mínima idea de lo que estaba pasando. Con tristeza Lan Jingyi se lamentó el posiblemente no volver a ver a ninguno de ellos jamás.

Sol de JadeWhere stories live. Discover now