15. Confrontación Parte II

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Ya era mediodía en Lanling. Aún se estaba llevando a cabo el juicio contra Wei Qingze, por agresiones contra el Ministerio de Tesorería.

En ese momento, era turno de Xieng Jieying de testificar, y dentro de su declaración salió el tema del ave roja y la desaparición de Xieng Zheng Li.

Esto puede ser conveniente como testimonio. – Murmuró Wei Wuxian a su esposo, que siguió atento al juicio. Jin Ling, al igual que el grupo de sabios, simplemente siguió observando.

De pie, al centro y al frente del Salón Fènghuàng, la hija del líder Xieng estaba siendo interrogada por el paradero del bebé Zheng Li. Aquello no lo sabia con seguridad, así que solo dijo lo que sabía.

– Xieng Zheng Li simplemente desapareció.

El silencio expectante se hizo dentro del pabellón Fénghuáng.

Song Bao, el abogado acusante, se acercó para quedar frente a ella pretendiendo intimidarla. – ¿Qué quiere decir con eso? ¿Simplemente desapareció? ¿Pretende que creamos esas fantasías? ¡No nos tome por estúpidos, Señora Xieng!

Xiang Lian, la titular de la defensa, se puso de pie, para pedir en voz alta. – ¡Basta, Señor Song! ¡Exijo respeto para mí testigo!

Los asistentes observaron asombrados. No esperaban que una dama fuera capaz de gritar de esa manera a un exitoso profesional de la justicia. Jin Peng tuvo que intervenir.

– ¡Les exijo a los dos que moderen el volumen de su voz! ¡No estamos en la calle como mercaderes!

Los dos litigantes se enfrentaron en una lucha de miradas exaltados. Song Bao, de forma desdeñosa retó a la joven pasante. Xiang Lian, le mantuvo la vista a la cara. Consciente de la advertencia del Ministro de Justicia, Xiang Lian volvió a su lugar, siendo la única en disculparse. – Lo lamento, Señor Ministro. Solo pido que se interrogue con respeto a los testigos, no es fácil para ellos estar al frente para declarar.

Jin Peng no respondió a la solicitud de la defensora. En vez de eso, dirigió su atención a Xieng Jieying. – Señorita Xieng, una persona, aún si es un bebé, no puede desaparecer de la nada. ¿Qué ocurrió exactamente?

La hija del clan Xieng, confirmó ante la concurrencia. – Un remolino apagó el incendio. Un ave de fuego apareció, apagando todo, caímos al suelo por su fuerza, una nube de polvo no nos  dejó ver, por un buen rato. Para Xieng Luhan había sido demasiado tarde, no resistió. Y Zheng Li, su pequeño bebé, desapareció. – El recuerdo de aquél suceso provocó tristeza en la hija del líder Xieng. – Lo buscamos por todas partes. ¡Señor Feixan, usted también pudo verlo! ¡Pero huyeron cuando vino el ave de fuego!

Jin Feixan quiso defenderse con nerviosismo. – ¡Ésta mujer está loca! ¡En vez de la cárcel, debería ir al sanatorio! Ni Huolong ni yo pudimos ver eso!

Jin Peng miró al grupo de sabios y a Jin Ling. Esas palabras acababan de confirmar la participación de Jin Feixan en el incendio. Decidió no comentar nada, a menos que el grupo de sabios lo observara. Ante éste descuido, no podía tomar partido por su homólogo.

El juicio siguió su curso.

¡Es verdad! ¡Mi abuelo, los compañeros del clan y yo también lo vimos! – Intervino Wei Qingze antes de ser jaloneado de las cuerdas que sujetaban sus manos.

¡Si me deja intervenir, Ministro Peng! – Habló Wei Wuxian desde su ubicación. – El ave existió. Fue una posesión, como las abejas que atacaron a la región norte. El ave del que habla la Señorita Jieying, era un cuervo poseído, que atacó Gusu Lan, y finalmente fué aniquilado por el Líder de Secta.

Sol de JadeWhere stories live. Discover now