25. Desertor

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Cautelosamente, Jin Ling entró a la habitación vacía, la que era destinada a alojar a su tío mayor, aquél que volvió a escapar con Hanguang Jun, una vez más.

Un talismán de comunicación había estado vibrando en su manga repetidamente. Al por fin sacarla de su túnica, un solo mensaje salió haciendo quemar el último papel hechizado que le quedaba para esa función.

- Debo irme, A-Ling. Tendrás noticias mías pronto. Por favor Cuídate.

¿Aquella sería la forma en que Wei Wuxian estaba renunciando a continuar con él? Definitivamente, las prioridades habían cambiado. Lan Sizhui, Wen Yuan, su Sol de Jade, necesitaba ser protegido ahora.
El mismo podía protegerse de Jin Peng y de su ministerio. Jin Tian y Jiu Jiu aún estaban con él.

Un sollozo involuntario oprimió con más fuerza su corazón aún en desasosiego.

¿En qué momento todo había cambiado? ¿Acaso dormir con Lan Sizhui en la posada Tiantang había sido su peor error? ¿O quizá el haber eliminado a Jin Huolong? Si no hubiera hecho ésto último, quizá ahora su vida sería mucho peor.
En consecuencia, Jin Peng no lo dejará en paz, ahora menos que nunca.
Y Wei Wuxian se atreve a irse de su lado, justamente ahora.

-¡Maldita sea!

Acuclillado y recargado sobre la pared, Jin Ling se dejó caer, en la oscuridad de la habitación en penumbras.

Cierra los ojos. El rostro dolido de su Sol de Jade es lo que ahora más recuerda.

-Si así lo has decidido, no me queda más que desearte suerte.

La opresión sobre su pecho se vuelve insoportable, Lan Yuan se ha ido, Wei Wuxian también. Hada sigue en Yunmeng y Jiu Jiu estará a punto de volver a su secta en pocas horas.

Lanling clamará su presencia ahora más que nunca, y será para ordenar la persecución de aquél que quiere mantener protegido. Esperó que Ouyang Zizhen y Lan Jingyi hubieran cumplido su propósito, de mantener oculto a Lan Sizhui, incluso de él mismo.

Minutos que parecían ser horas dieron libertad a Jin Ling de desahogarse en un llanto que no pudo contener más. Estaba sólo una vez más, y paradójicamente, ahora no quería ver absolutamente a nadie. Con desahogarse esa noche tenía que ser más que suficiente, para que al amanecer pudiera continuar con su gestión de Líder de Secta, y mantener su frustración invisible ante los demás.

¡Cómo si mis sentimientos fueran importantes para ellos! - Pensó Jin Ling, mientras se incorporó para ir a dormir, y tratar de descansar al menos por un poco.

⛰️

Alebrestados por la última revelación, los líderes de Secta tuvieron que volver a sus hogares, abandonando poco a poco Qinghe Nie, entre mutuas despedidas, consignas decididas y recomendaciones para un regreso seguro a casa.

Los ataques de fieras en las sectas ya no era algo nuevo. Pero el que el mismo Wen Yuan hubiera estado en medio del último de éstos ataques, dio mucho que pensar. Entre suposiciones y comentarios, estaban de acuerdo que se gestaría una amenaza aún más grande que la invasión de Wen Ruohan o el cultivo demoniaco del Patriarca Yiling, o bien, una combinación de ambas, sabiendo que las nuevas generaciones suelen llegar con más fuerza. El mal debía ser erradicado de raíz, antes que fuera a volverse incontrolable.

Bajo pretexto de ayudar a la Secta de Lanling Jin, algunos de los líderes instaron a Jin Peng a líderear la persecución, prometiendo ayudar con todos sus recursos a capturar al último remanente Wen, con tal de ver su ejecución.

Otros más, demandaron el exterminio a los Wen conversos, sugerencia que causó un nuevo debate entre quienes aún los protegían. Sin embargo éstas sectas que dieron asilo, de por sí han tenido que lidiar con las plagas del aura roja, para ahora enfrentarse innecesariamente a otras sectas, de manera tal, convinieron en al menos considerar un posible destierro.

Sol de JadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora