28. Sacrificio

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A toda velocidad, Lan Sizhui avanzó saltando obstáculos como raíces de árboles, ramas y hojas secas, procurando no caer sobre el suelo resbaladizo del lodo de una lluvia reciente, y seguido de un enorme y escamoso escorpión gigante, que impactaba con fuerza al suelo, al golpe de su cola de aguijón, tan duro como el acero.

Sin amilanarse, Lan Yuan continuaba corriendo y saltando a través de la oscuridad del bosque de medianoche, aún si la falta de aire en sus pulmones empezaban a reclamarle que ya detuviera su paso.

- ¡Ya casi lo tenemos! - Gritó Lan Jingyi por arriba, mientras mantenia el equilibrio saltando de una a otra de las ramas de los árboles, con el extremo de una red dorada en sus manos.

Jadeando, Lan Sizhui confirmó con un asentimiento y siguió esquivando hasta divisar el primer espacio abierto que les diera libertad de maniobrar.

¡No te detengas! - Le animó Ouyang Zizhen, desplazándose paralelamente a Lan Jingyi, a través otras ramas de igual distancia. - ¡El maestro Wei estará muy orgulloso cuando vea que lo hemos atrapado!

Si antes no nos castiga Hanguang Jun. - Pensó Lan Sizhui, cuidándose de no tropezar mientras recordaba que habían salido sin su permiso. De un salto pudo esquivar una aguja que se impactó al lugar donde momentáneamente se habia detenido, haciendo grietas al impactar al suelo.

Al ocurrir esto, Jin Ling alertó por detrás - ¡Resiste Lan Yuan! Me encargaré de que esa bestia no te haga daño, en cuanto caiga en mi gran red ultra resistente.

¿Tu red? - gritó Lan Jingyi desde su ubicación - ¡Aun si tú la trajiste, todos la usamos! ¡Si quieres te la devuelvo y tu sólo atrapas a la bestia!

Jin Ling entrecerró los ojos y luego dirigió una señal obscena al joven Lan - ¡Patrañas! Si no querías hacer nada, lo hubieras dicho antes. ¡Solo los cobar... -

De pronto, el escorpión gigante dió un coletazo poderoso cerca de Jin Ling, que tras tambalear, había amortiguado la caída de todo su peso sobre su mano derecha en el suelo pedregoso, impulsándose con fuerza para mantenerse de pie. Lan Jingyi se burló escandalosamente.

- ¡Joven doncella, te vas a raspar las manos!

- ¡Cuidado A-Ling! - Alertó Lan Sizhui con seriedad. Luego giró hacia su amigo- ¡Lan Jingyi concéntrate! Ese animal puede aplastarnos.

Con determinación, Lan Yuan apuntó su espada contra el escorpión que parecía querer atacar a Jin Ling de nuevo. Aún si el impacto sobre la coraza de escamas no hizo mas que sonar como un golpe seco, el insecto gigante volvió a seguir a Lan Sizhui, qué lo seguía atrayendo hacia sí.

Lan Yuan avanzó caminando de espaldas para guiar al escorpión gigante que iba tras él, hasta que por fin visualizaron la amplitud de un área de pasto verde, muy parecida a la que tenian para los conejos en Gusu Lan.

Al llegar al centro de aquél lugar, Lan Sizhui saltó sobre su espada para elevarse al tiempo que, Jin Ling tambien lo hizo. De un movimiento rápido, Lan Jingyi lanzó un extremo de la red dorada a Ouyang Zizhen. Jin Ling buscó un extremo más para contener al escorpión que luchaba por liberarse.

Con fuertes sacudidas, la bestia feroz seguía resistiéndose. Tomando su posición en la otra esquina alrededor del monstruo, Lan Sizhui sostuvo su extremo de la red, y en una clara indicación, los cuatro jóvenes ejecutaron un hechizo simultáneo con talismanes, que arrojaron a la coraza del escorpión para inmovilizarlo, con el peso de enormes toneladas sobre éste.

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