19. Remanente (parte I)

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☁️

Los primeros rayos del sol comenzaron a iluminar el lago de Yunmeng, creando chispas flotantes sobre su superficie, mientras el amanecer se hizo notar en la habitación de invitados del Muelle de Loto. Por costumbre de su reloj biológico, Lan Xichen ya había despertado hace una hora, pero seguía recostado sobre su cama, cubierto de una sábana blanca. Con pasos firmes, Jiang Cheng iba y venía, saliendo del cuarto de baño, secando su cabello, cubriendo su cuerpo de aquellas molestas prendas púrpura y colocándose las botas negras que hacían volar la imaginación del líder Lan, cada noche que tenía el privilegio de desvestir a ese hombre de loto.

En la desnudez, el primer jade disfrutaba contemplar ese ritual matutino. El Líder Jiang desprendía un suave aroma de hierbas aromáticas desde su piel fresca. Ya estaba completamente vestido y habiendo secado su cabello largo, lo levantó en una alta coleta, para peinar ese moño alto que dejaba ver su cuello de piel clara. Xichen se había vuelto adicto a observar todo este proceso, en el que el cuello del Líder Jiang volvía a quedar a la vista, hasta que después de colocar el gong que le coronaba como el líder de Junmeng Jiang, Jiang Wanyin volvía a cubrirse, levantando el cuello de su camisa. Las marcas en la piel de loto, hechas horas atrás por autoría del Líder Lan, eran la evidencia de succiones que marcaban el recorrido de sus labios sobre la sensualidad de aquella superficie cálida y sensible, por la pasión de sus arrebatos nocturnos. Aquél tenía que seguir siendo un secreto celosamente guardado.

Un comentario del Líder Jiang lo sacó de sus ensoñaciones. - ¿Qué observas? ¿No tienes que volver a tu Secta?

Lan Xichen se sentó sobre su cama, cubriendo sus piernas con sus sábanas. - Nadie me espera, ¿Qué más da, si me quedo un poco más aquí?

Jiang Cheng puso los ojos en blanco, antes de acercarse a tomar asiento junto a su compañero de cultivo, mientras éste daba palmaditas sobre la cama. - Deberías haberte levantado hace una hora. Si tu tío viera lo holgazán que te has vuelto, ya te estaría castigando.

Después de un corto beso de buenos días, Lan Xichen sonrió. - Ahora no estoy en Gusu, y solo tú puedes secuestrarme. - Contestó Lan Xichen, dejando asomar su cuerpo desnudo con desfachatez. - ¿Por qué no te quedas un rato más, aquí conmigo? Me he sentido muy sólo últimamente.

Patrañas. - Jiang Wanyin se puso de pie, empujando a Lan Xichen lejos de sí, mientras éste se aferraba a su cintura. - ¡Basta, Lan Huan! No me hagas esos ojos. - Reclamó Jiang Cheng aguantandose la risa por los cosquilleos del abrazo de su Jade. - Debo cumplir con mis obligaciones y tú deberías hacer lo mismo, no, espera, ¡Zewu Jun!. - con fuerza, Lan Xichen jaló a Jiang Cheng para sentarlo sobre sus piernas y partes privadas, cubiertas de una sábana.

En silencio, el Líder Lan apretó los ojos de dolor, causando una carcajada sonora del Líder Jiang, mientras lo tomó del rostro para depositar un beso en su mejilla.

- Duele

- ¿Quién te manda hacerme aplastarte así? Jajaja. ¡Eres un tonto, Lan Huan!

¡Es tu culpa, Líder Jiang! Nadie puede excitarme como tú. - Susurró adolorido Lan Xichen.

¿Sólo yo puedo hacerte sentir así? - Habló en voz baja el Líder Jiang, pasando sus dedos por la musculatura marcada del pecho y torso de jade, volviendo a mordisquear su labio inferior. El olor de Jiang Wanyin y un beso que prometía ser eterno, relajaron a Lan Xichen.

Tras un suave chasquido, Jiang Cheng habló al oído del Líder Lan, con la calidez de su aliento - Imagíname desnudo para tí...

- Haz mi sueño realidad, Wanyin

Las manos de Jiang Cheng pasaron sobre la cabeza de cabellos largos, a la vez de un beso más profundo, y caricias cálidas de Lan Xichen sobre su espalda. - Sólo imagina...

Sol de JadeOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz