20. Remanente (parte II)

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- Zewu Jun, es hora de ir.

Lan Jingshen, el Especialista en Posesiones, indicó cuando al asomarse por la ventana, pudo ver acercarse a dos cultivadores de la secta Lan. Pocos segundos después, éstos tocaron la puerta de la Casa de las Gencianas.

Lan Xichen dió un asentimiento correspondido a Lan Wangji y luego ambos miraron a un aprehensivo Lan Sizhui. Sus miradas le transmitieron cierta seguridad. En respuesta, Lan Yuan asintió y se puso de pie.

Después de una indicación respetuosa por parte de los cultivadores que fueron a guiar y custodiar su camino hacia el Salón de Reuniones del Consejo de Ancianos, los Jades Gemelos salieron de forma ordenada, seguidos de Lan Sizhui y atrás de ellos, Lan Jingshen y Lan Fengbao.

El trayecto resultó ser inusualmente hostil. Muchas de las personas que circulaban en los pasillos de Gusu Lan, habían dejado de saludar. Otros, de mayor edad, saludaban con discreción a los mayores, y los que habían tenido trato más cercano con Sizhui, le llegaban a dedicar un precavido asentimiento.

Si bien, la gente en Gusu aún no se había enterado del verdadero origen de Lan Sizhui, se empezó a especular que el muchacho era potencialmente peligroso.

¡Todos son unos idiotas! - Lan Jingyi apareció repentinamente, al alcanzar el paso a la criticada procesión, haciendo sobresaltar a Lan Sizhui cuando habló fuerte a un lado de él. En un intento de aparentar madurez, Lan Jingyi entrelazó sus brazos atrás de su cabeza y siguió caminando. - También son hipócritas, parece que han ignorado la regla de no hacer caso de especulaciones. ¡Maldita sea tu lengua, Lan Ming!

Basta Jingyi! - Le reprendió Lan Xichen mientras caminaba al frente de la procesión. - Al maldecir también estás faltando a las reglas.

Lo lamento, Líder de Secta. - Se disculpó Lan Jingyi. - Es que en momentos como éste, uno sabe quién realmente está con nosotros. Eso es bueno, así sabemos con quién podemos contar realmente.

Lan Xichen sonrió agradecido, reprimiendo las ganas dedetenerse a dar una palmada en la cabeza de su discípulo. - De cualquier forma, no dejes que la emoción nuble tus palabras. Lo mismo va para ti, Sizhui, ahora que lleguemos allá.

Lan Sizhui respondió enseguida. - Así lo haré, Zewu Jun.

Siguieron el trayecto a pasos serenos y constantes. Lan Sizhui intentó ignorar el desdén de algunas personas. Lan Jingyi seguía hablando como tarabilla, sin embargo Lan Sizhui no lograba ponerle atención. ¿Qué pasaría cuando la verdad de su origen fuera revelada ante todos? ¿Sería expulsado? Eso era lo de menos, ya lo había sido una vez. Posiblemente sería perseguido. La visión del último asedio a los remanentes Wen volvió a sus recuerdos. Un grupo aterrado de mujeres y ancianos enfrentaron desprotegidos a los representantes de las cuatro grandes sectas. Si al menos, Xian Gege y Tío Ning hubieran permanecido a su lado, quizá ahora estarían vivos...

- Siempre mantén la mirada al frente, no deben verte intimidado en ningún momento, porque en cuanto lo hagan, te comerán vivo.

Lan Jingyi siguió hablando hasta que casi al final del recorrido, se dio cuenta que su amigo ensimismado no le había puesto atención. Indignado, le dio un manotazo a la cabeza.

¿Qué te pasa? - Preguntó Lan Sizhui adolorido, cuando sus pensamientos fueron interrumpidos.

¡No me estás poniendo atención¡ - Lloriqueó Lan Jingyi. - ¡Eres cruel al cortar mi inspiración de esa manera!

En primer lugar, no deberías estar con nosotros, pero insistes demasiado. - Se defendió Lan Sizhui, dejando de lado por un momento la aprehensión de la situación actual. - En segundo, debes cuidar tu reputación a partir de ahora. Además, lo que dicen no es especulación, puedo ser un peligro para todos.

Sol de JadeWhere stories live. Discover now