10. Voluntad

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Lan Sizhui descendió los escalones del Ministerio de Justicia tratando de dominar el temblor en sus rodillas. Respiró profundo para tranquilizarse.

Buscó una y otra vez en los alrededores, pero no había señal de Wei Wuxian o de Xiang Lian. El pánico comenzó a invadir sus pensamientos, hasta que un par de cultivadores lo tomó de los hombros.

– Venimos del Ministerio de Seguridad, por favor venga con nosotros.

¡Lo que faltaba, ser detenido! Antes de poder imaginarlo, seguramente iría a hacerle compañía a Wei Qingze. Sin embargo, estaba tan afectado emocionalmente, que no se resistió a ser llevado por los cultivadores.

En dos minutos de vuelo de espada, Lan Sizhui llegó al ministerio de Seguridad. Varios cultivadores estaban de pie, custodiando el lugar, inmutables. Tras ser conducido al primer piso, entraron a una oficina.

Para su alivio, Jin Ling, Wei Wuxian y Xiang Lian estaban esperándole. Jin Tian agradeció a los cultivadores con una reverencia y la puerta se cerró.

Jin Ling se acercó con rapidez hacia el joven Lan y sin pensarlo más le abrazó con fuerza. Mientras Sizhui acarició su cabeza correspondiendo al abrazo, el Líder Jin le preguntó. – ¿Cómo estás?

Antes de contestar, Sizhui levantó su vista, consciente de que no estaban solos. Junto a Wei Wuxian y Jin Tian, también estaba Xiang Lian. Sobresaltado, intentó separarse del abrazo.

Para tranquilizarlo, Xiang Lian señaló un conjuro en su mano derecha. – El Señor Wei me hizo prometer que no diré nada. Si rompo mi promesa, seré alimento de cadáveres vivientes. Además, el Líder Jin me hizo firmar un acuerdo de confidencialidad.

Lan Sizhui miró a su padre con reproche. – ¿Era necesario?

Wei Wuxian contestó serenamente. Si no queremos que Xiang Lian sea un estorbo, debe estar al tanto, pero tendrá que cuidar su lengua.

La aludida sonrió. – No deben preocuparse, en este caso es un honor para mí. En cuanto a si busco algo con el líder de Secta, saben bien que es muy joven para mí. Usted es más de mi tipo.

¿Eso a quien le interesa? – Jin Ling se soltó del abrazo para encarar a Xiang Lian. – Aún no te conozco y empiezas a caerme mal. Cuida tus palabras.

En respuesta, Xiang Lian se disculpó con una reverencia. – Lo lamento, líder de Secta. Se muy bien cuál es mi posición aquí.

A-Yuan – Se acercó Wei Wuxian a examinar a su hijo. – ¿Recibiste algún tipo de advertencia? Aún te ves bastante tenso.

Lan Sizhui intentó relajarse aunque la presencia de Xiang Lian aún no le hizo sentir en confianza. – Al salir de la sección de reclusos, alguien se acercó, me advirtió que debía perder el caso. De no hacerlo, serías condenado a la hoguera cuando seas el autor de una segunda gran tragedia.

La amenaza no podía tomarse a la ligera. Durante largos segundos, todos quedaron en silencio, hasta que Xiang Lian hizo una pregunta. – ¿A que se refiere con segunda gran tragedia?

Wei Wuxian también había quedado en silencio.  Jin Tian se atrevió a responder. – Señorita Xiang, si recuerda sus lecciones escolares, la primera gran tragedia fue el asesinato de mi amo, Jin Xizuan. Wen Qing murió calcinada para expiar éste agravio.

Wei Wuxian se sentó, sosteniendo su cabeza con sus manos.

Eso significa. – Dedujo Xiang Lian. – Al ser el Señor Wei el responsable directo de la muerte del Señor Jin, podría volver a repetirlo ahora con el Líder Rulan.

¡Antes me mato que tocarle un pelo a Jin Ling! – Vociferó Wei Wuxian en automático. – ¡Malditos hijo de perra! ¿Otra vez intentarán controlarme?

Sol de JadeWhere stories live. Discover now