29. Ausencia

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Al amanecer, la tormenta de nieve calmó su intensidad, quedando una alfombra escarchada en el suelo de Baling, que reflejaba pequeños destellos de sol, aún si el dia era aparentemente nublado.

Agitando sus alas, un gorrión se acercó a la rama escarchada de un árbol sin hojas, parecía observar desde la altura.

Dejando sus huellas sobre el manto de nieve, Xiang Lian paseaba por el jardín de la explanada principal. Quería sentir el aire fresco sobre su cara, algo que aliviara la tristeza que le había provocado el rechazo de Lan Sizhui, momentos antes.

Xiang Lian no sabía cómo había podido fijarse en alguien como Lan Sizhui. Aún si no tenia mucho tiempo de conocerlo, de tan solo pensar en él, su corazón se cubría de calidez.

El joven Lan era el tipo de hombre ideal que ella buscaba. Era inteligente, gentil, bondadoso y leal, estaba rodeado de gente que lo quería mucho, y Xiang Lian quería ser parte de ese círculo íntimo de confianza, aún si percibía la tensión del Líder de Secta Jin, cada que ella intentaba hablar de Lan Sizhui, o si el corazón de Lan Sizhui definitivamente amaba con devoción a Jin Rulan.

Ahora que Lan Sizhui le habia dejado en claro que nunca existiría alguna posibilidad de relación sentimental entre ellos, Xiang Lian sabía que debía rendirse.

Una dama del palacio se acercó a Xiang Lian, al tiempo que el gorrión expectador dejó caer gotitas de nieve sobre su cabeza, mientras abandonaba  la rama en que se había posado.

– Señorita Jin, el Lider de Secta la espera en el comedor.

Tras sacudir la nieve de su cabeza, Xiang Lian agradeció sonriendo con cortesía. Cuando la empleada giró para alejarse, Xiang Lian dió una inspiración, volvió secar sus ojos, y se dio golpecitos en el rostro, para dirigirse al encuentro con el Lider de Secta de Baling Ouyang.

La mesa principal no era más grande que la que tenian en el comedor de la servidumbre de Lanling Jin. Si bien, no habían muchos lujos como los que ostentaba cada espacio de la torre Koi, no se podía decir que Baling Ouyang fuera austero. Simplemente todo era más pequeño: el palacio, la ciudad, los jardines y la decoración; todo aquello sólo era proporcionalmente menor en relación al tamaño del lugar.

De cierta manera, se sentía un poco de más calidez. La gente, al hablar de su líder de secta, lo hacía con mucho respeto. El sentido de pertenencia era fuerte y quienes hablaban del Joven Amo Zizhen, lo hacían como si se tratara del hijo al cual todos habían que cuidar, o bien, el gran ejemplo a seguir para los más jóvenes.

Y Xiang Lian había tenido la osadía de ser hiriente con él.

La próxima vez que lo viera, Xiang Lian encontraría la manera de disculparse por sus palabras. Después de todo, Ouyang Zizhen había sido amable con ella, aún si la acababa de conocer.

La puerta del comedor se abrió, para dar paso al Líder de Baling Ouyang. El ambiente se tensó al percibir la seriedad en su semblante. Desde su lugar al extremo central de la mesa rectangular, señaló a Xiang Lian su ubicación, a su lado izquierdo y luego pidió les fueran servidos los alimentos.

Tras largos segundos de silencio, el Lider Ouyang volvió a señalarle sus platillos a Xiang Lian, que cautelosamente, tomó un bollo de pan y sin partirlo, lo colocó a un lado de su plato, para luego guardarlo, mientras comenzaba a comer de a poco con sus palillos.

Avanzando la comida, el Lider de Secta rompió aquél silencio incómodo – ¿Pasaste bien la noche aquí en Baling? –

Xiang Lian contestó enseguida – Estoy muy comoda, agradezco su hospitalidad y la de su gente, Líder de Secta Ouyang. ¿No vendrá su hijo a comer?

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