Humano [ONEUS; ⏸]

12. Seré tu ángel

Keonhee se fue del departamento de su amigo antes de que se despertara. Por el momento creía que la solución a su "problema" se resolvería evitándolo. Aún si sabía que eso lo haría ver sospechoso, también le pareció irónico, porque solía criticar los dramas en los que aplicaban dicha técnica cuando no quería confesar que les gustaba la otra persona.

Al llegar a la universidad se detuvo en la entrada, volteó a sus alrededores para asegurarse de que Young no hubiera llegado aún. Tras confirmarlo se dirigió al salón e hizo lo mismo, solo había algunos de sus compañeros, pero ninguno de sus amigos. Se sintió con total tranquilidad, se acomodó en su lugar y recostó su cabeza sobre la mesa frente a él, todo estaría bien mientras Young Jo no estuviera cerca.

Keeonhee levantó la cabeza cuando sintió que alguien se sentó a su lado, la sangre se le heló pensando que se trataba de Kim e intentó evitar ver quien era. Se giró para darse cuenta de que se trataba de Seoho; por un momento se detuvo a pensar en ese "algo", pero prefirió no hacerlo, pues el contrario no tenía nada que ver con el complicamiento que había en él.

Justo antes de que sonara la campana de inicio de clases, llegaron Sana y Hwan, el peligris buscó con la mirada a Kim detrás de ellos, pero él no estaba ahí.

— ¿Dónde está Young Jo? — Preguntó Seoho antes de que Lee lo hiciera.

— Me imagino que se quedó dormido, no es la primera vez que no llega a clases por eso — Respondió el castaño sin ocultar la sonrisa que se formaba en sus labios al recordar cuántas veces había sucedido.

— De todas formas, al terminar las clases hay que ir a verlo — Comentó Sana y los demás asintieron.

Keonhee no pudo prestar atención a la clase porque estaba preocupado por el mayor, pensó en que la tarde anterior Kim lucía bastante pálido, por lo que a la mitad de la clase guardó sus cosas, tomó su mochila y salió del salón. A su profesor y compañeros no les importó, sólo sus amigos lo vieron con sorpresa, algo debía estar pasando con el peligris.

Se dirigió al departamento de Young, olvidando por completo sus planes de evitarlo, llamó a la puerta con insistencia llamando la atención de los vecinos de su amigo, pero no dejó de tocar la puerta hasta que el pelinegro le abrió. Kim no se veía bien, el menor logró ver el sudor en todo el rostro ajeno, Keonhee pronto llevó su mano hasta su frente y comprobó que este estaba hirviendo en fiebre.

— Sabía que estabas enfermo — Dijo tomándolo de la muñeca y llevándolo hasta el sillón. — Cuidaré de ti, ¿De acuerdo? — Añadió.

El menor se dirigió a la cocina, tomó una toalla y la humedeció, volvió a donde el otro y le colocó la toalla sobre la frente. Luego se dirigió de nuevo a la cocina por un tazón con agua fría y otras toallas, luego se encargó de limpiar el cuerpo de su amigo con las toallas húmedas.

— No tienes que hacerlo, estaré bien, es solo una leve gripe — Habló Young con la voz apagada, pero él no se veía como lo hacía el contrario.

— ¡Una leve gripe! ¿Hablas en serio? — Enervó arrugando la frente. Era la primera vez que el pelinegro veía y escuchaba a Keonhee molesto.

— Lo siento, es solo que no quiero verte preocupado — Mencionó viendo directo a los hermosos ojos grises del otro.

Keonhee no solía ser muy expresivo con sus emociones, pero en ese momento todo lo que sentía se podía leer en su rostro. Al hacer contacto visual directo con el otro, Lee desvió la mirada sintiendo como sus mejillas ardían. Podía haberlo sabido en ese momento; sin embargo, decidió creer que sólo estaba confundido y repitiéndose en sus pensamientos.

— «No quiero enamorarme de un hombre, mucho menos si se trata de Young Jo».

Sabía que el mayor estaba interesado en Seoho, además antes de que el pelinaranja llegara, Young solo había visto a Hwan. No sé había dado cuenta de eso antes de haberlos escuchado, pero en ese momento estaba analizando todo y se dio cuenta de que los sentimientos del otro chico por Yeo, siempre habían sido obvios.