33. No estamos enamorados

7 2 0
                                    

Keonhee se preparó para ir a la escuela, no estaba cómodo uniéndose a la mitad del período porque no sabía cómo serían las cosas en su nueva universidad. Salió de su habitación listo y la esposa de su padre lo llevó hasta la institución, luego le entregó las llaves del auto para volver.

— Cualquier cosa me llamas — Comentó la mayor, Lee se sentía conmovido porque no estaba acostumbrado al amor que la mujer le daba aunque no fuera su hijo.

— Gracias — Mencionó él abrazando a su madrastra y ella le devolvió el abrazo.

Se despidieron y Keon entró, había mucha gente a los alrededores, se dirigió al aula leyendo los letreros de cada salón; cuando la encontró entró, pero fue recibido por un chico chocando contra él. El chico levantó la mirada para disculparse, salió corriendo del salón y sus amigos se acercaron a Lee para disculparse también.

— Disculpa a Kanghyun, tiene prisa por ir a la oficina del director — Comentó un chico rubio antes de irse también por la puerta y dos chicos más detrás de él.

El peligris colocó su mochila en una de las butacas vacías de la parte trasera, esperó ahí hasta que la clase comenzara. Poco a poco el aula se fue llenando de alumnos, ninguno de ellos lo había notado; pasados algunos minutos más, el profesor entró y lo llamó al frente para presentarse.

— Hola, soy Lee Keonhee. Espero que nos llevemos bien — Hizo una reverencia y volvió a su asiento.

El representante de la clase les pidió a sus compañeros que hicieran la reverencia al profesor, después la clase fue tranquila y de nuevo el representante pidió hacer la reverencia para despedir al profesor.

— ¡Bienvenido! — Un chico se acercó a él para darle la bienvenida, era el único que se veía interesado en Keonhee. — Entiendo que es difícil ser alumno nuevo y que no conoces a nadie, pero no te preocupes… Yo seré tu amigo, soy Hyuk — Añadió.

— Mucho gusto — Pronunció el menor.

— Vamos, te presentaré a mis amigos — Dijo tomándolo de la muñeca para guiarlo a la cafetería donde estarían sus amigos.

En efecto, los amigos del castaño estaban ya ahí ordenando lo que comerían, por lo que ambos se acercaron a ellos y Yang les presentó al chico a su lado, los demás lo saludaron con amabilidad; después de comprar sus alimento se sentaron donde siempre lo hacían, ese era su lugar.

— Te presento a los guerreros de mi equipo. Comenzando con la bella dama de acá, Yeonhee, a su lado Sebin y finalizo con Taedong — Sus amigos rieron un poco por la presentación de Hyuk.

— No tomes muy en serio las palabras de Hyuk, suele bromear demasiado — Habló Yeonhee, pero el peligris apenas estaba atento a todo, porque extrañaba a sus amigos.

Comieron mientras hablaban, bromeaban y jugaban, a excepción de Keonhee quien estaba centrado en sus recuerdos; sabía que Young estaba al tanto de lo que sentía por él y el miedo a perderlo no dejaba de crecer en su interior, por lo que pensó en ser quien se alejara de Youngjo.

La campana de regreso a clases sonó, por lo que cada uno regresó a su aula; aunque el peligris prestó atención a la clase su mente aún divagaba en sus memorias, no quería alejarse, pero tampoco herirse.

— El sábado hay una fiesta en mi casa, no faltes y lleva a tus demás amigos, siendo más será mejor — Habló Jang cuando la clase terminó, luego se despidió.

Keonhee regresó a casa, dejó las llaves del auto en la mesa del comedor y entró a su habitación para descansar un poco, no había sido un día pesado, pero como se la había pasado pensando en Young y cómo no arruinar su amistad, estaba agotado. Sin embargo, sus pensamientos no daban indicios de abandonarlo, era por eso que la solución que pensó era cortar lazos con Young para no interponerse en su relación con Seoho; era lo mejor que podía hacer.

Humano [ONEUS; ⏸] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora