28. Aliados al enemigo

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Keonhee había quedado de acuerdo con su hermano en aceptar la ayuda del oficial Kim, pero eso no significaba que le tuvieran confianza, solo lo «usarían» para atrapar a su excompañero. Después de eso cada uno volvería a su rol habitual, solo que había un minúsculo problema: era el alma gemela de Mingi, lo que volvía las cosas un tanto incómodas.

— Sé cómo es Young, hablaré con él — Dijo Lee, no intentaría convencerlo de que aceptará la ayuda del oficial, sólo le diría su plan con Xen.

— ¿Estarás bien con eso? — Cuestionó el pelinaranja mayor, el otro asintió y se retiró de ahí dejándolo solo con Mingi.

No sabía si las cosas estarían bien, había decidido dejar todo atrás, pero mientras se relacionara más con el mayor no podría dejar sus sentimientos por Young. Suspiró dejando ir sus pensamientos, se acercó a su hermano que hablaba por su celular.

— ¿Lograste comunicarte con Young? — El otro asintió y colocó el altavoz. — Hola, ¿Qué ha pasado hasta ahora? —  Lee no sabía qué decir, tampoco trataría de hacer sentir mejor al mayor, porque no sabía si sería para mejor o para peor.

— ¡Detesto la idea de estar del mismo lado que ese tipo! — Gruñó refiriéndose al oficial Kim. — Keon, no lograrás hacer que trabaje con él, ¡Nunca! — Sentenció.

— No lo haré, tampoco estoy feliz de tener que trabajar junto a Taehyung — Dijo Lee, pero sabía que lo haría, aunque fuera en secreto de Young Jo.

Keonhee tenía la misma idea del pelinegro de atrapar cuanto antes a Jeong, pero sabía que no podría lograrlo sin la ayuda del «enemigo» y por eso, aunque fuera a la espalda de Young, Lee trabajaría con Kim. Sabía que era arriesgado, por ello podría perder la confianza del mayor, pero debía ayudar como fuera a atrapar a Jung y así su amigo se sentiría un poco mejor.

Se estaban preparando para ir a la tierra. Era la primera vez que Taehyung iría, por lo que estaba nervioso, él creía en todo lo que los libros decían sobre los humanos y su excelente camuflaje para verse igual a ellos, así que estaba preparado en mente y cuerpo para matar a quien fuera. Choi le había hablado sobre los «terrícolas», que no debía tenerles miedo y nada pasaría, pero él tampoco confiaba en ellos.

— ¡No dejaré que mates a ningún humano y crean que estamos iniciando una guerra, así que quítate la idea de subir todas esas armas a mi nave! — Vociferó Mingi, pero el otro está reacio a hacerlo.

— ¡Yo tampoco me arriesgaré a que maten a alguno de nosotros! — Gritó el mayor viendo directo a los ojos del otro.

Mingi desvió la mirada de inmediato, sabía el juego del contrario, odiaba que usara el ser su alma gemela como su debilidad. Le sujetó de la muñeca, la apretó y apretando la mandíbula bufó para darle a entender al oficial Kim que eso no era gracioso.

— No dejaré de hacerlo, porque no dejaré que se arriesguen así nomás — Dijo Kim tirando de su mano para soltarse del otro, además de que le fascinaba ver molesto a su alma gemela.

— ¡Eres un idiota! — El menor arrugó la nariz moviendo la como conejo, aquello hizo sonreír a Taehyung por la ternura.

— Muchas gracias — Mencionó aún con la sonrisa en los labios, lo que hizo que Choi se irritara aún más.

A pesar de que el mayor quería distraer al menor para subir sus armas a la nave no logró Hacerlo, Mingi estaba decidido a no dejar que lo hiciera; Sin embargo, él logró esconder un arma en su cuerpo y abordó la nave sin ningún problema, tampoco lo descubrieron Keonhee y Xen.

El cambio horario era notorio, pero Kim lo resistió bien porque estaba entrenado. La primera parada que hicieron fue la casa que Mingi tenía ahí, no era la gran cosa, pero por lo menos Kim podía quedarse ahí. Ya que Keonhee y Xen vivían con sus padres, y Mingi podría quedarse con Young Jo.

Humano [ONEUS; ⏸] Where stories live. Discover now