polaris [h.s]

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autumn in new york - ella fitzgerald
we fell in love in october - girl in red
couple of kids - maggie lindemann
mine - bazzi
stubborn love - the lumineers
paper houses - niall horan

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Hay un proverbio chino que dice "un día dura tres otoños", es una expresión poética y de profundo significado que se utiliza cuando se extraña demasiado a alguien. Polaris no recordaba exactamente donde lo había leído pero le gustaba mucho aquella frase y el sentimiento que transmitía, el que alguien te haga tanta falta para que sientas la eternidad de tres otoños en tan solo un día de no tener cerca a esa persona. Ella lo entendía completamente.

Pero observando através de la ventana de la cafetería donde se encontraba como las hojas naranjas, rojas, amarillas y marrones danzaban en el aire y caían con lentitud al suelo junto a las demás, muertas para siempre, pensaba que nunca vio al otoño como una estación triste. El otoño le hacía feliz, en paz, y aunque ciertamente tenía su atmósfera de melancolía, a ella le llenaba de buenas vibras el viento frío que le hacía utilizar sus abrigos y beanies favoritos, los hermosos colores naranjas y marrones que pintaban la ciudad de Nueva York, pisar y saltar en las hojas secas como si fuese una niña pequeña, el halloween que se acercaba y la lista de películas que tenía para ver junto a su chimenea con una bebida caliente.

Los últimos días de Septiembre y las primeras semanas de Octubre Harry y ella parecían más unidos que nunca. Polly cada día se asombraba más de lo mucho que ella y el rizado estaban en sintonía, su conexión era impresionante y espeluznante (de buena manera). Realmente se dio cuenta que aquello que dicen es cierto, la persona indicada llegará en el momento indicado, aquella que te merezca y te haga entender por qué no funcionó con nadie más en el pasado.

El día que fueron a comprar el anillo de Sarah, Mitch estaba sumamente ansioso y nervioso, fueron a cinco joyerías hasta que encontraron el ideal. Y cuando Mitch se le propuso, Polly ayudó a distraer a Sarah yendo de compras mientras Harry ayudaba a su mejor amigo a preparar una cena en el departamento de la pareja, solo porque Mitch era un desastre en la cocina. La boda se llevaría a cabo la primera semana de noviembre y todos estaban muy emocionados. En especial Harry que sería el padrino. Polly se sintió halagada y feliz cuando Sarah le preguntó si quería ser una de las damas de honor. Maddie llevaría los anillos.

Hubo una tarde en particular que ambos estaban en el departamento de Harry pasando el rato, él se encontraba leyendo un libro mientras Polly ayudaba a Maddie a armar un rompecabezas. Ella observaba como Harry de vez en cuando alzaba un resaltador amarillo en las páginas y se preguntó entonces qué le hacía exactamente marcar ciertas frases, las cuales eran lo suficientemente filosóficas, interesantes, verdaderas o importantes para llamar su atención y cuestionarse lo que había resaltado.

Aquella mañana de un Domingo que prepararon los típicos y buenos hot cakes de Harry, Polly colocó algo de música en los parlantes escogiendo la playlist favorita de Harry en Spotify cuando Isn't She Lovely de Stevie Wonder comenzó a sonar y él cargó a Maddie en brazos cantándole la canción y bailando por toda la sala con ella mientras Polaris con una sonrisa los grababa en su teléfono. Harry le había contado que el día que Maddison nació él le cantó esa canción en voz baja cuando ella dormía angelicalmente en su cuna.

Una noche que Polly se sentía triste y tuvo un pequeño bajón emocional, Harry le preparó un té caliente y le llenó de besos reconfortantes mientras ella lloraba en voz baja. Entonces le confesó algo que nadie aparte de Louis sabía. Hace algunos años cuando ella estuvo muy mal emocionalmente, tuvo una fuerte recaída y estando en su bañera llorando y drogada, se hundió en la tina porque quería poder sentir lo que sufrió su hermano cuando se ahogó.