Capítulo 6

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Dante

La imagen que tengo en mis manos no me ha dejado pegar el ojo en toda la noche , sigo sin creer que algo así esté sucediendome y peor aún, con una desconocida.

Alana Ivanova , 27 años , abogada , viuda , trabaja en un bufete de abogados muy conocido en la ciudad y le gusta ayudar en una pequeña biblioteca cerca de su casa.

Es lo que sé por ahora, después de todo solo tengo unas pocas horas de saber como se llama realmente además que no es alguien que tenga mucho que investigar, su vida es normal sin tanto revuelo como la de muchos.

Cuando corrí atrás de ella en el club sabía que la había encontrado por lo que me desesperé al ver que la había perdido otra vez , pero el destino le gusta jugar con nosotros y me la volví a encontrar como y donde menos imaginé. Me vomitó encima y también se desmayó en una pista de baile donde lo único que se me ocurrió fue llevarla al privado donde la conocí , intenté despertarla pero no reaccionaba con nada , su amiga llegó al lugar y le avisé que la llevaría a un médico a lo que no le di tiempo de refutar pero si aseguró que no permitiría que me fuera solo con ella.

Es una parlanchina habladora que no se calla casi nunca , se ríe de todo y cuenta hasta lo que comió hace dos años. No le presté demasiada atención porque solo me importaba la mujer que llevaba en brazos en la camioneta. Al final decidí que no la llevaría a un hospital ¿Porque lo haría? Me engañó , me había robado y ahora ¿Tenía que llevarla a un médico? era solo un malestar estomacal , según yo

Nos dirigimos a su casa donde su amiga no me dejó solo salvo para cambiarme de ropa hasta que le tocó su turno de trabajo no sé donde ni me interesa.
¿Estas mujeres nunca descansan? Por lo que me dijo también lo hacía la rubia pero ella fue la encargada de avisar que no podría llegar al trabajo.

Al salir de esa casa , un tipo mayor iba a tocar la puerta, me molestó ver con la confianza que habla sobre ella , no le di la información que pedía puesto que no me interesa congeniar con personas del círculo de ... Alana.

Se veía un tanto molesto al verme salir de su casa pero no le di importancia a sus preguntas que el muy ingenuo pensó que respondería. No soy de atención al cliente para sonreír y ser amable con el mundo. Mi cabeza ya tiene líos mucho más grandes como lo es la ecografía que sostengo en la mano mientras estoy acostado en mi cama.

El frío se cuela por la ventana pero no me molesto en cerrarla ya que es agradable para mí en estos momentos. Soñé con esto hace cuatro años y no sucedió y ahora me pasa con alguien completamente desconocida y no solo es uno , son dos bebés que hay en su vientre y que me remueve las entrañas con sentimientos que creí muertos. No sé como reaccionar , ni como actuar. Quería evitar esto porque no es algo que puedo tomar a la ligera.

Ahora que sé de la existencia de esos dos pequeños seres ella necesitará protección que desde esta tarde está fuera de su casa disimuladamente para no llamar la atención. No le he informado aún pero no creo que haya salido de casa o sea tan paranoica para darse cuenta.

Veo la imagen de nuevo y reitero que aún no lo creo , ¿Como una noche de descontrol llegó hasta al extremo de tener mi sangre ligada a ella? Una persona totalmente diferente a quien me imaginé y a veces maldecí las últimas semanas.

Por más que intento dormir no me deja , está por amanecer y no pegué el ojo en toda la noche. No voy a dejarlos a su suerte, son dos personas que me necesitaran para siempre y que voy a cuidar con mi vida. En seis meses y medio estarán aquí y debo estar preparado para cuidar de ellos. Dos bebés que no pedí pero que contarán con mi protección para toda la vida.

Me levanto caminando al baño donde me despojo de la ropa y darme un baño con agua fría asegurandome que esto no es un sueño , que sea real.

Uriel abre la gran puerta adentrándose en el lugar con su iPad en la mano mientras estoy frente al espejo arreglando los botones de la camisa negra que me puse

Mobster Librarian (Libro 1 Dinastía Indestructible) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora