Mobster Librarian (Libro 1 Dinastía Indestructible)

Capítulo 18

Dante

Nos acercamos a la puerta del edificio, rodeamos  el lugar que desprende olores desagradables  por lo viejo que es todo, hay moho por todas partes y deshechos  de comida  regados por donde pasamos  pero que más se puede esperar de los seguidores de Otto. Un hombre como él  solo aspira a la basura y es lo único que consigue. 

Entramos y se escuchan gritos  femeninos, Andrey  se molesta porque ambos sabemos lo que eso significa pero lo detengo antes que haga una locura.

__ Espera  - le pido poniendo mi mano en su hombro y disconforme acepta  siguiendo por la ruta trazada anoche Rodeamos  subiendo por las escaleras  dejando unos voiny  en la entrada, otros más  en las escaleras principales y unos cuantos que se van a revisar pisos superiores en tanto nosotros nos quedamos en el cuarto piso.  Los gritos son cada vez más cercanos  en tanto nos acercamos a la única habitación con puerta del piso, al igual que las risas de los bastardos.

Andrey se posiciona  con el arma semiautomática mientras yo tomo mis habituales compañeras , las dos berettas de las  que me aseguro de llevar más cargadores en el chaleco. Acomodo la escopeta en mi espalda antes de continuar. Se escuchan disparos abajo y en la parte de arriba lo que alerta a ellos que sin pensarlo  abren la puerta a la vez que Andrey  y  yo disparamos  al pecho de dos de los malditos en tanto los otros corren a esconderse a medio vestir. Miramos a nuestro alrededor y a un lado hay dos niñas que están amarradas a unos colchones sucios y viejos con cadenas con sus ropas rasgadas. Disparo cuando de reojo veo como uno de ellos se asoma por la otra puerta y le doy de baja, sigo mi camino  buscando a los malnacidos que tienen la misma necesidad de dañar a unas niñas que no pasan de los doce años al igual que el asqueroso de Otto. 

Andrey duda en seguirme  viendo a las niñas que lloran cuando nos ven, al final lo hace y continuamos con la persecución  solo él  y yo porque los demás también están ocupados

Se escucha como corren bajando  por las escaleras de emergencia  que solo están cubiertas al final y nosotros los seguimos hasta el segundo piso donde los perdemos de vista en el gran espacio lleno de escombros  y cosas viejas.  Indico a mi hermano que continúe  al no escuchar nada más que ratas.

Se da la vuelta y de la nada veo como uno se asoma a disparar, lo empujo al suelo librandolo de la bala que pasa a un lado de mi brazo  y le vuelo la cabeza al hijo de perra que cae. Andrey se levanta cuando la primera bala se dispara dando paso al intercambio  de tiros que pegan en el muro de  pedazos de hierro donde me resguardo. Andrey está a unos metros a la derecha con las dos armas que carga en las manos, la semiautomática  y la nueve milímetros que saca de su espalda

Tres voiny llegan a cubrirlo  a los lados y la espalda pero él no se queda atrás disparando hacia los seguidores de Otto que quieren acabar con nosotros.  El sonido de las armas que disparan hacia donde estoy me alertan  pero solo logran impactar en el muro  que me cubre. Le disparo  a dos de ellos que caen seguido de los demás a los que mi hermano y los voiny dan de baja.

La lluvia de balas se cierne sobre mi cuando me pongo en movimiento seguido de un voiny de los que cuidaban de Andrey 

Me agacho tras una pared de concreto con dos ventanas y los vidrios se hacen añicos con las balas que los atraviesan. Aún así no paran de disparar esperando que nos asomemos un centímetro para volarnos la cabeza. Coches se escuchan  llegando al edificio  y tengo claro que esto se complicó aún más porque son parte del ejército se Otto, nos sobrepasan en número y en armas

__ Tenemos  que improvisar  - le digo  a Andrey por el auricular. Está a unos diez metros lejos de mí y asiente dando a entender que me escuchó. Se mueve yendo por un lado con un voiny mientras los otros le despejan el camino. Hago lo mismo dándole en el pecho a dos tiradores  a mi derecha en el piso sobre nosotros y a otros que se atraviesan en mi camino. Intentamos hacer esto rápido  pero definitivamente les encanta  ver nuestra parte más sanguinaria porque son quienes comienzan a dispararnos de nuevo. Caen  de su gente y de la mía pero el intercambio de balas no culmina, al contrario se intensifica. Andrey llega a mi puesto donde estoy cargando mis armas, se coloca en mi espalda respaldandome.