Capítulo 13

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Alana

Días después...

El dolor no desaparece, no lo ha hecho en estos últimos días y sé que no lo hará. Lía insiste en que vaya al médico pero ¿como explicarle que no es un dolor físico lo que siento? ¿Como explicar todo lo que ha pasado los últimos cuatro meses?

Ya han sido nueve días en los que no he recibido ninguna noticia de Dante. Me preocupa, lo reconozco. Me acostumbré a su presencia, a sus abrazos por las noches, a amanecer cautiva entre sus brazos

¿Porque me haces olvidar quién soy?

Esas palabras cobran sentido ahora que sé a lo que se refería en verdad. Pero no me lo dijo prefirió ocultar su verdadera identidad. A primera vista nadie podría creer que es quien es realidad, un mafioso.

Lía me obligó a salir de casa a dar un paseo por el parque que queda cerca y lo empeoró porque todo me recordaba a Dante Mikhailov. Caminar con él bajo un cielo estrellado fue un momento único, cree que no vi cuando ignoraba a todas las mujeres que se le acercaban cada que yo compraba algo para comer. Es el único que se ha interesado en escucharme hablar de mis libros y de mi trabajo. Cuando intenté hacer lo mismo con mi amiga fue melancólico y no porque no valore su compañía, más bien por los recuerdos que eso me trajo.

Esperé una llamada o una visita para preguntar por mi decisión pero ninguna de las dos cosas sucedió. No sé que ha sido de él. Me he sentido tentada a ir a su casa pero sería rebasar los límites que yo misma me he impuesto

He visto a las mismas tres personas en cinco ocasiones pero no me da miedo en lo absoluto porque sé que son medidas que él tomó para nuestra seguridad. Acepto que eso me llena de tranquilidad porque a pesar de como terminó todo la última vez que nos vimos, sigue cuidando de nosotros. He tratado de preguntarle a uno de ellos por él pero su respuesta fue que no sabe de quien le hablaba, lo cual no me creí ni un poco. Ahora que sé quién es en realidad, puedo deducir un poco sus alcances

Estuve tentada a llamarle para disculparme por lo que dije pero estoy segura que soy a la última persona que quiere ver. Aún no me acostumbro a no verlo o sentirlo todas las mañanas abrazado a mí, haciendo sus tontas bromas, sus típicos coqueteos disfrazados de humor, sus enojos de la nada, su sonrisa

Algunas noches he soñado que Dante está a mi lado abrazandome mientras duermo. O simplemente observandome, debo estar loca para soñar tal cosa porque solo una desquiciada es capaz de soñar y extrañar al jefe de la mafia rusa. Me costó asimilarlo pero lo escuché y al fin logré conectar ciertos detalles que creí no eran nada como cuando llegaba por la madrugada con los nudillos de las manos lastimados y sangre sobre su ropa, los lujos y toda la gente que lo mira como una deidad aceptando el trato que él les da sin rechistar, el exceso de vigilancia por toda su casa. Todo gritaba que había algo más allá de un trabajo muy bien pagado como me hice creer a mí misma para no investigar más sobre su vida.

En dos días debo volver a mi trabajo y vida normal. No sé como voy a seguir como si nada sucedió sabiendo la identidad del hombre más buscado por todos esos crímenes que dicen que cometió. Como hacerlo cuando compartí cama con él. Principalmente que dicho hombre es el padre de mis hijos.

Enemigos mortales

Esa frase no ha salido de mi mente, Dante dijo que tenía enemigos que al saber de nuestra existencia podrían atacarnos para tener ventaja sobre él. Cada día pienso más y más la opción de desaparecer, sería capaz de todo por ellos dos y si la única salida es comenzar de cero, lo haré. No hay nada que me preocupe más en este momento que la seguridad de ellos dos.

__ Alana, no creerás lo que Derek me dió esta noche - Lía llega rebosando emoción quitándose el abrigo que deja en el perchero.

__ No me digas - finjo pensar. - Otro conjunto de lencería

Mobster Librarian (Libro 1 Dinastía Indestructible) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora