Capítulo 9: No deberíamos ser amigos

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Para sorpresa de absolutamente nadie, Craig no era amante de la limpieza.

Sí, ayudaba en su casa manteniendo su habitación ordenada o limpia pues a su madre le comenzaba a doler la espalda y no quería cargarle más dolencias, pero no era la parte de las tareas que más le agradaba realizar, y aún menos cuando el desastre no era suyo.

Al contrario de él, Tweek encontraba en la limpieza un pequeño espacio de relajación, pues podía poner su música favorita y despejar su mente, era común para él quedarse después de clases a limpiar luego de haber pasado la tarde pintando en el salón.
Claro, cuando no estaba en su estado paranoico.

Ya no tenían los uniformes de científicos, Craig dejó el guardapolvo prestado en el armario otra vez, Tweek se ató el suyo a la cintura, como si se tratara de un delantal, y se colocaron cubrebocas, eran elementos químicos, debían ser cuidadosos.

Todo lo que Tweek hacía, de algún modo, causaba ternura en Craig, lo que le hacía difícil concentrarse en quitar las manchas del piso, ¡es que se veía tan adorable, la escoba aparentaba ser más grande que él!

Sin darse cuenta, se le había dibujado una sonrisa tonta al ver ese detalle, ¿Cuánto medía Tweek? ¿1,60?

Ya, no podía seguir divagando en sus pensamientos, quería irse a casa, no pretendía pasar su cumpleaños limpiando el peróxido o lo que sea que haya provocado tal alboroto.

La limpieza se supone que es un lugar seguro para Tweek, sin embargo, había algo que le hacía permanecer en estado de alerta. No había olvidado que el individuo que se encontraba cerca de él amaba las matemáticas, le "encantaban" las matemáticas, la química, la física... Lo mire por donde quiera mirarlo, todo apuntaba a que sus pensamientos no estaban tan errados como cualquiera pensaría.

Vamos, ¿qué clase de chico de diecisiete años podía ser alto, carilindo, tener tiempo para entrenar a juzgar por su figura en forma y además, gustarle los números?

¿¡Y encima era homosexual!? ¡Parecía formar todo parte de un plan elaborado con sumo detalle para poder conquistarlo sin levantar sospechas y así sacarle información acerca de los gnomos o sobre los norcoreanos!

Solo había un nombre que se le venía a la mente al pensar en ello: "Agente de la CIA".

Me llamaron loco. Pensó orgulloso de sí mismo sin perder el miedo a la idea de respirar el mismo aire que un agente que iba tras él, porque a pesar de tenerlo todo para desviar su atención, pudo descifrarlo.

Solo necesitaba confirmarlo.

Además, ¿¡cómo cuánto medía!? Llevaba preguntándose aquello desde que le abrió la puerta de su casa.
Si él medía 1,60 cm aproximadamente, y Tucker le llevaba una cabeza de altura y poco más...

¿Debería preguntar? De hecho, tenia muchísimas dudas a las cuales encontrar respuestas.

El silencio del salón, los pájaros cantando por fuera de las ventanas, los anaranjados rayos del sol se adentraron en aquella aula, nunca se había detenido a observar lo bello que era el color de las paredes cuando el atardecer se hacía presente.

Y a la piel de Craig le sentaba muy bien esa luz...

¡No! ¡Aguarda! Se detuvo al pensar en ello. Sus mejillas se sonrojaron, podía sentirlo, debía borrar eso de su mente.

En algún momento, quedó tan inmerso en sus pensamientos que no se percató de lo fuerte que estaba barriendo hasta que Craig detuvo su escoba.
Saltó en su sitio al verlo detrás suyo.

Good Boys with Bad Habits║ «South Park»║ EN HIATUSWhere stories live. Discover now