Capítulo 1: El Cambio

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—¿Estás seguro de esto Andrés? —Pregunté un tanto nerviosa viendo cómo éste aparcaba el auto frente a esa casa.

—Sí tranquila, nadie nos verá. Solo, tengamos un momento íntimo un tanto... arriesgado. —Sonrió pícaramente mientras se mordía el labio inferior y salía del auto.

Andrés, me incitaba a hacer cosas de las cuáles nunca pensé que haría, y eso me gustaba. Solo por eso, salía con él.

—Andrés, ¿y si nos descubren? Nadie me puede ver contigo. —Me mordí las uñas nerviosa saliendo del auto y cerrando la puerta al salir. Andrés, se me acercó y me agarró por la cintura.

—No lo harán, solo tendremos algo de sexo, y nos largaremos. Luego, puedes seguir con tu vida fabulosa en la que yo no encajo. —Sonrió tomándome de la mano y adentrándonos a esa casa abandonada.

Desde hace algunas semanas, me estaba acostando con Andrés, un chico simple, nada popular, pero increíblemente sexy. Solíamos tener sexo a escondidas de todos, ya que, si alguien se enterase de que salía con Andrés, mi estatus social se vendría abajo.

Por esto, Andrés y yo, solíamos encontrarnos en lugares remotos y solitarios donde nadie de la escuela pudiera vernos. Éste, aceptaba los términos, no lo culpo. Él, estaba feliz de cojer conmigo, la chica más popular de la escuela.

—¡Esto será interesante! —Abrió la puerta principal de la casa mientras me halaba y comenzaba a besarme el cuello, cerrando la puerta tras él. —¡Esta casa es escalofriante! —Sonrió colocando una pequeña linterna en el suelo.

La casa estaba muy sucia y polvorienta, se veía muy espeluznante, y parecía haber estado abandonada desde hace mucho.

Andrés, si era muy sexy, me encantaba su tonificado cuerpo y sus bíceps, pero era algo raro. Hasta éste punto, ya habíamos tenido sexo, en alrededor, de tres casas abandonadas y horroríficas, como esta.

—No lo sé Andrés, esta da mucho miedo. —Miré a todos lados nerviosa.

—Ven acá pequeña, yo te haré olvidar el miedo. —Me haló por un brazo y me tomó por la cintura. —Vamos a hacer esto, ¿sí? —Comenzó a besarme el cuello.

Comencé a morder mi labio inferior en tanto sentía las caricias de Andrés. Éste, empezó a halar mi camisa mientras procedía a quitármela lentamente. Mi camisa cayó, levantando el polvo que había en el suelo.

Andrés, alzo su camisa mientras yo metía mis manos por debajo de ésta y comenzaba a tocarle el abdomen y el pecho.

Luego, bajé mi mano hasta su pantalón y comencé a desabotonárselo en tanto Andrés, tiraba su camisa al suelo.

—Me encanta tener sexo contigo en estos lugares. Nunca me cansaré de esto. —Me besó el cuello.

—Sí, está bien, pero creo que debemos encontrar lugares... más limpios. —Dije en tanto Andrés metía sus manos por debajo de mi falda y halaba mi ropa interior quitándomela de una vez.

—¿Es que no te gusta? —Me miró muy serio mientras bajaba sus pantalones junto con sus calzoncillos, hasta sus talones. Andrés comenzó a colocarse el profiláctico.

—Sí, no me lo tomes a mal, es que es raro. —Andrés, puso sus manos bajo mis piernas mientas me alzaba y me sentaba sobre su cintura.

Éste, comenzó a hacerme suya en tanto llenábamos el silencio de la casa abandonada con gemidos y placer.

—¡Dime que no te gusta! —Sonrió mientras se movía.

Cerré mis ojos mientras sentía las caricias de Andrés.

Cambio de Cuerpo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora