Capítulo 11: Los Juegos

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—¡Aquí llegaron los que faltaban! Les presento a Andrés y a Jimena, son amigos de Ramsy y Peter. —Caminamos hacia la sala mientras todos nos observaban.

En uno de los sillones, había un chico pelirrojo, piel blanca como la nieve, ojos azules, y unas lindas pecas que posaban sobre sus mejillas. A su lado, una chica morena, pelo negro muy largo, demasiado, vestida muy elegante con un traje corto morado.

En el sillón de al lado, había un chico el cuál no podía ver bien, su rostro se ocultaba entre su gorra y la capucha de su abrigo, y finalmente, junto a él... Beatriz, con su sonrisa tan blanca que puede deslumbrarte, su cabello negro lacio que le llega a la cintura, sus ojos marrón predominan su piel tan blanca.

—Yo ya los conozco, ellos van a mi escuela. —Beatriz se levantó del sillón y caminó rápidamente hacia nosotros.

Ramsy y Peter ya estaban en la sala saludando a sus amigos.

—¡Hola Andrés! —Beatriz se paró en frente mío con una sonrisa de lado a lado. —Que bueno verte aquí, no sabía que vendrías. —Sonrió pícaramente.

—Fue algo que surgió de repente. —Contesté esquivando su mirada.

—Bueno, me alegra que estés aquí, eso hace más interesante la noche de juegos. —Mordió su labio en tanto se volteaba y caminaba de regreso a la sala.

¡Mi sangre hervía! ¡Que odiosa era!

—Vengan, no sean tímidos, tomen asiento. —Rodrigo nos llamo hacia la sala.

Andrés y yo nos sentamos en un sillón al lado de Ramsy, Rodrigo y Peter. Frente a nosotros el chico de las pecas, la chica del cabello largo, el chico misterioso y Beatriz.

—¿Qué jugaremos primero? —Rió la chica del cabello largo.

—Podemos jugar el juego de la verdad, Ana. Ese es bueno para empezar. —Dijo el chico de las pecas.

—Me gusta la idea, así vamos calentando. —Se paró de la mesa y buscó una botella de Whisky con unos cuantos vasos rojos de plástico. Ésta, los comenzó a repartir los vasos entre todos y a llenarlos con alcohol. —Bueno, les explico. —Se sentó con su trago en el sillón. —Tiraremos una moneda al aire, si toca cara, tendrás que responder a la pregunta que te haga la persona que tiró la moneda, si toca cruz, tendrás que hacer el reto que ésa persona te imponga. Al terminar tu turno, debes beber. ¡Así de fácil! —Sonrió emocionada.

—Perfecto, aquí tengo la moneda. —Rodrigo se sacó una moneda del bolsillo de su pantalón. —Comienzo yo tirando la moneda, y vamos siguiendo hacia la izquierda. —Todos asintieron. — Vamos, colóquense en un círculo.

Todos comenzaron a hacer un círculo sentándose en el suelo frente a los sillones.

—Bueno, me toca girarle la moneda al Pecas. —Rió tirando la moneda al aire. La moneda dio varias vueltas antes de que Rodrigo la tomara en el aire. —Tocó cara, preguntita para ti amigo. A ver... ya sé, lo lamento hermano, pero es que siempre he tenido ésta duda. —El Pecas lo miró asustado. —Los pelos de tu amigo de allá abajo... —Le señaló el paquete. —¿Son rojos también? —Todos comenzaron a reír incluyendo el Pecas.

—¡Pendejo! ¿Es en serio? ¿Porqué no lo miras tú mismo, mamón? —Rió. —¡Claro que son rojos, todo es rojo en mí cabrón! —Rió bebiéndose su trago.

—Bueno, tenía curiosidad, eso es todo. —Rió Rodrigo pasándole la moneda al Pecas.

—Me toca preguntarle a Ana. —Ana, la chica del pelo largo, sonrió acomodándose mirando al Pecas. —Tocó reto. —Rió de medio lado, la expresión en su rostro era perversa. —¡Te reto, a que bailes sobre la mesa! —Señaló una mesa no muy alta que estaba en centro del círculo que estábamos formando.

Cambio de Cuerpo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora