Cambio de Cuerpo ©

Capítulo 25: Feliz Cumpleaños

—¿Laura? —La miré fijamente, no sabía que a Laura le gustaban las chicas, nunca me lo había dicho.

—¿Jimena? —Me miró nerviosa. —Creo que mejor me voy. —Dijo mientras daba media vuelta, yo, rápidamente la tome del brazo.

—¡No, espera! —Dije mientras la volteaba hacia mí.

—Espera, ¿ustedes se conocen? —Dijo Elizabeth confundida.

—Sí, ¿nos das un momento? —Elizabeth asintió mientras me llevé a Laura hacia el baño.

Una vez dentro del baño, miré a Laura quién parecía consternada.

—¡No sabía que tu estarías aquí! —Dijo llevándose las manos a la cabeza.

—¡Espera Laura! No pasa nada, ¿porqué nunca me lo dijiste? —La miré fijamente mientras ésta caminaba de lado a lado en el baño.

—No lo sé, es algo nuevo que estoy experimentando. —Suspiró profundo.

—Escúchame Laura. —Puse mi mano sobre su hombro, ésta me miró angustiada. —Elizabeth es una chica grandiosa, no puedo estar más feliz por ambas. Sé que las dos son buenas personas. —Sonreí, Laura me dio una sonrisa leve.

—¿No me vas a juzgar?

—¡Jamás lo haría! La orientación sexual no es motivo para juzgar a nadie, todos somos libres, Laura. —La abracé, ésta me abrazó fuerte de vuelta.

—¿Entonces? ¿Cómo conoces a Elizabeth? —Se alejó y me miró.

—Es la prima de Andrés. —Respondí.

—¿Y es una chica buena dices?

—¡Es grandiosa! —Sonreí.

—¡Gracias Jimena! —Me abrazó nuevamente.

—Te quiero idiota, pero vamos, antes de que tu cita piense que te robé. —Reímos mientras salíamos del baño.

Al llegar dónde estaba Elizabeth y Matthew, la expresión en el rostro de Elizabeth demostraba lo ansiosa que estaba.

—¿Está todo bien? —Preguntó rápido al vernos.

—Sí, es que ella es mi mejor amiga. No sabía que vendría. —Sonreí.

—Qué bien, es muy pequeño el universo en el que vivimos. —Rió Elizabeth.

—La verdad es que sí. —Sonrió Laura mirando a Elizabeth.

—¿Quieres ir a tomar algo? —Preguntó Elizabeth a Laura.

—Sí, me encantaría. —Asintió Laura caminando con Elizabeth hacia la cocina.

Matthew y yo solo sonreíamos mientras las veíamos caminar hacia la cocina.

—Se ven felices. —Sonrió Matthew.

—Sí, las dos son buenas chicas. Se merecen algo bueno. —Suspiré al ver lo contentas que ambas estaban.

—¿Y tú? ¿Qué te mereces? —Matthew me miró esperando mi respuesta.

Su pregunta me dejó fría... ¿Qué me merezco? Es una grandiosa pregunta, por qué hasta ahora, siempre he salido herida, creo que el amor no se hizo para Jimena Nielsen.

—Solo pido a alguien que me quiera y no me rompa el corazón como lo hacen todos. —Suspiré arrinconándome a la pared a un lado de Matthew. —¿Y tú, que pides?

—Lo mismo que tú, amor, cariño, lealtad... lo que todos quieren. —Dijo con la mirada perdida en la ola de gente bailando.

Ambos nos quedamos callados por un momento, pensando...