Capítulo 14: De Vuelta

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Advertencia:
****Éste capítulo contiene escenas fuertes. Si eres menor de 18 años o sensible, por favor omita éste capítulo. ****

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Tras hablar un buen tiempo con los jueces, estos me habían dejado saber que estaban impresionados con mi desempeño en la carrera y que me considerarían para el equipo universitario.

Estos, enviarían una carta por el correo con la decisión que tomasen, pero sinceramente, creo que Andrés lo había logrado. Los jueces habían quedado bastante impresionados.

Luego de terminar la pequeña reunión sobre las gradas con estos, baje nuevamente a los casilleros para buscar mi bulto de espaldas y terminar de cambiarme, y para mi desgracia, me encontré con Beatriz.

—¡Andrés bombón! Felicidades. —Ésta, corrió hacia mí y me abrazó.

Rápidamente, la aparté de mí.

—¿Qué pasa? ¿Porqué estás tan frío? —Me miró extrañada.

—No estoy de humor Beatriz. —Cerré mi casillero luego de tomar mis cosas.

—¿Cómo no vas a estar de humor? Acabas de ganar la carrera.

—¡No estoy de humor para ti! —Sonreí de medio lado en tanto caminaba fuera de los casilleros.

Ésta, se quedó callada en tanto yo me alejaba.

Tomé mi celular y busqué los menajes de Andrés.

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Yo: Ya terminé de hablar con los jueces. ¿Dónde nos podemos ver?

Andrés: Puedo ir a mi casa y verte ahí.

Yo: ¡Perfecto! Nos vemos en unos minutos.

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Al llegar al estacionamiento, entré al auto de Andrés, lo encendí y me dirigí a su casa. Puedo admitir que estaba algo nerviosa por hablar con Andrés a solas nuevamente. La tensión era bastante entre nosotros, y no sé, hablar con él luego de dos días hacía que un frío subiera por mi estomago.

Al llegar a la casa de Andrés, vi cómo éste ya había llegado. ¿Estaba en el auto de mi madre? Eso sí era increíble de creer. Mi madre nunca me prestaba el auto, no sé qué habrá hecho para convencerla de que se lo prestara.

—¿Cómo tienes el auto de mi madre? —Lo miré asombrada en tanto salía y cerraba el auto.

—Le demostré que sé conducir. —Sonrió caminando conmigo hacia la puerta principal.

Entrando a la casa, pude ver cómo la madre de Andrés estaba en el sofá viendo televisión.

—¡Andrés! ¿Cómo te fue en la carrera? —Se levantó y caminó hacia mí. —Hola Jimena, que bueno verte. —Sonrió dándole un beso en la mejilla a Andrés.

—Me fue bien, gané. —Sonreí en tanto ésta se me tiraba encima a abrazarme.

—¡Lo sabia! Eres muy talentoso mi niño. ¡Dios te me bendiga! —Sonrió tocando mi mejilla.

La madre de Andrés era la mejor, tan amable y cariñosa.

—Vamos a ir a estudiar un rato en el cuarto. —Sonreí dirigiéndome hacia la  escalera en tanto la madre de Andrés asentía.

Andrés y yo subimos las escaleras y entramos a la habitación, éste cerró la puerta tras él. Coloqué la mochila en una esquina en el suelo en tanto me sentaba sobre la cama y Andrés se sentaba a mi lado.

Cambio de Cuerpo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora