Cambio de Cuerpo ©

Capítulo 39: La Graduación

Miro a Andrés, está paralizado, por lo que lo tomo de un brazo y lo halo.

—¡Lo lamentamos, no fue nuestra intención! —Digo nervioso, Matthew camina hacia nosotros acomodándose una sábana en su cintura; Jimena, arropada hasta la nariz.

—¡Andrés! ¿Porqué vienes a mi habitación así? —Matthew lo empuja por un hombro, Andrés reacciona.

—¡No sabía Matthew, solo vengo a hablar, lo juro! Tu papá me dijo que pasara, no me dijo que estarías con... Jimena. —Siento el dolor en su voz al decir su nombre.

—¿De qué quieres hablar conmigo? —Matthew lo mira raro.

—Quiero... disculparme contigo. —Veo la confusión en la cara de ése chico.

Lo miro de arriba a abajo, ¿así que éste es el famoso Matthew por el cuál Andrés a jodido tanto? Con razón a Jimena le gustaba tanto, si el cabrón era un guapetón.

—¿Te quieres disculpar? —Matthew lo mira muy confundido.

—Sí, ¿podemos hablar? Claro, luego de que te vistas. —Andrés alza las cejas volteando el rostro para no mirarlo.

—Bueno... sí, dame un minuto. Espérame en la sala de juegos. —Andrés asiente, ambos salimos del cuarto.

—¿Pero qué carajos acaba de pasar? —Subo las manos a mi cabeza caminando hacia la sala de juegos.

Andrés está muy callado, demasiado para mi gusto.

—¿Estás bien? —Le pregunto en tanto llegamos a la sala de juegos y nos sentamos en un sillón.

Su mirada está perdida, la manos en su rostro, sus codos sobre sus rodillas.

—Dolió verla teniendo sexo con él. —Finalmente palabras salen de su boca.

—Lo puedo imaginar, lo lamento. —Pongo mi mano sobre su hombro.

—Está bien, son novios, ¿qué me iba a esperar? ¿Qué no se besaran ni cojieran?—Suspira profundo acomodándose en el sillón.

En ése momento, Matthew entra a la sala de juegos y se arrincona contra una pared que queda frente a nosotros. Sus brazos cruzados sobre su pecho.

—Aquí estoy Andres. —Suspira.

—Yo... yo vine a disculparme contigo. —Andrés levanta la vista y lo mira. —Fui un imbécil contigo y con Jimena en la fiesta de Elizabeth, no debí haber dicho nada de tu vida pasada. —Matthew lo mira fijamente.

—Sí, eso estuvo de más. —Asiente.

—Quiero que me disculpes, no pensé y actué por impulso. —Ambos se miran.

—Está bien Andrés. —Pasa su mano por su cabello. —Creo que todos hemos cometido errores, y además, todo el mundo merece una segunda oportunidad, así que sí, acepto tus disculpas. —Andrés lo mira fijamente levantándose del sillón y caminando hacia él.

Andrés extiende su mano, Matthew la mira, y sin dudarlo, la toma. Ambos se dan un buen apretón de manos.

—Hazla muy feliz, y valórala mucho, no como hice yo. —Estos sueltan el apretón de manos.

—¡Lo haré, tenlo por seguro! —Matthew le da una sonrisa de labios cerrados.

—Los dejo, estaban haciendo sus cosas, no les tomo más tiempo. ¡Qué sean felices! —Veo a Andrés suspirar saliendo de la sala de juegos, dirigiéndose a la puerta principal; yo le sigo.

—¡Andrés! —Matthew le llama, ambos voletamos.

—Gracias por tus disculpas, significan mucho para mí. —Andrés asiente en tanto abre la puerta principal y ambos salimos.