Prólogo

5.3K 201 58
                                    

¡Hola! Mi nombre es Kazuya Kinoshita. Voy a la universidad de... ¿Saben qué?

No estoy de humor para hablar de mi mismo... y mucho menos de esta forma tan vergonzosa...

Hace poco mi novia, con la cual incluso había fantaseado formar una familia, me había dejado por otro. Y la calma con lo cual me informó de nuestro rompimiento, me había destruido en segundos.

Pero no le podía odiar, aunque quisiera. Soy tan patético... no solo había actuado como una persona desagradable, sino que había olvidado lo más importante, había olvidado tratarla como una persona.

Mami, como se llamaba ella, se merecía algo mejor que yo. Alguien que la viese como lo que era, una mujer bella e inteligente capaz de hacer muchas cosas.

Sí que soy patético...

Dejando que mis últimas lágrimas de frustración cayesen por la alfombra a medio limpiar de mi departamento, suspiré una vez más antes de levantarme.

Ya sentado sobre el piso, caí en cuenta de lo que mi vida había significado hasta este momento. Mi vida estaba yendo claramente de mal en peor. Solo era un joven común que pasaría su vida sin pena ni gloria... aunque tal vez con algo más de pena...

No podía terminar así...

Hubiese querido llorar por más tiempo y revolcarme en mi tristeza... pero no podía malgastar más mi tiempo.

Tengo que abrir mis ojos...

Mientras decía estas confusas palabras, cerré lentamente los ojos mientras inhalaba aire suavemente dentro de mis pulmones, y como si estuviese haciendo una especie de ritual, junté mis palmas fuertemente haciendo que sonasen, e hice una plegaria por una pizca de voluntad para hacer siquiera un cambio en mi vida.

Cuando finalmente abrí los ojos... no sentí ningún cambio...

Un ritual, por más falso que sonara, nunca funcionaría si su invocador no creía en él...

Observé con detenimiento mi departamento, buscando una excusa para mi especie de cambio repentino. Alguna excusa para sentir una especie de cambio.

Mi departamento...

¡MI DEPARTAMENTO ES UN DESASTRE!

No, no era el típico desastre de adolescente o joven que vive solo, era mucho más que eso. Ya lo había visto desordenado algunas veces, pero esto era otro nivel.

Pañuelos tirados por diferentes lugares, mi futón lleno de migajas de galletas, lo cual explicaba mi picazón en las noches, y muchas cosas más...

Si quería empezar a hacer algún cambio en mi vida... tal vez debía empezar con mi habitación.

[Ya era hora. Creí que no iba a sobrevivir un día más con esta cosa encima de mí.]

Lo siento amigo... Incluso te descuidé a ti, ¿verdad?

Con algo de desagrado, cogí con dos dedos una media que no tenía idea como había llegado ahí, y la llevé hacia el cesto de ropa sucia.

[Si me das un poco de comida te perdonaré.]

Ten un poco de comida...

Mientras abría un sobre de comida especial para peces, posé mi mirada por todo el caos que había hecho durante mi "luto" por mi exnovia.

¡Tengo que cambiar!

Aunque... ver mi celular un rato no me hará daño... ¿verdad? —dije mientras me recostaba sobre mi futón.

[Es lo mismo de siempre...]

¿Novias de alquiler?

[¿Novias de qué?]

No, no, no... esto es...

Ante mí, luego de unos segundos de navegar por internet, se encontraba un anuncio muy específico para la situación en la cual me encontraba. Una empresa dedicada al alquiler de novias llamada Diamond emergía en mi pantalla.

Quise entrar a la página... pero algo me lo impidió.

No puedo perder más tiempo... —suspiré dejando de lado mi celular— Le mostraré a todos que puedo valerme por mi mismo... y mejorar...

[¡Así se habla! Por fin me enorgullecerás como compañero de piso.]

Empiezo desde hoy.

Envalentonado, emocionado, alegre, y esperanzado, di unos cuantos pasos firmes, abrí la puerta corrediza que daba con el balcón, y dejé que el viento sacudiera mi cabello.

¡Hoy nace un nuevo Kazuya! —exclamé sonriendo y levantando las manos.

La emoción y nueva fuerza de voluntad que había nacido en mí de repente, hicieron que gritase y empezase a reír animado...

Empecé a observar todo a mi alrededor. Cada edificio, cada ventana, cada árbol, pájaro, una chica con orejas de gato mirándome fijamente, personas caminando felices, los autos... l-los a-autos...

¿Chica con orejas de gato?

Ah. —murmuramos los dos.

Hola vecino. —saludó como si nada— Bye, bye, vecino... —se despidió entrando lentamente a su departamento.

Mi renacer había sido destrozado por una chica con orejas de gato.

Algo muy curioso. Y vergonzoso.



-/-/-/-/-/-/-



No encontré un fic que desarrolle un posible Yaemori X Kazuya así que aquí estoy, ehhh... no es mi primer fic, pero soy un poco olvidadizo. Así que...


¡NOS VEMOS!


-KIYOPON1420-


Un cambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora