IV

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Desde aquella noche tan vergonzosa, donde reí, lloré, y... me resfrié, no me volví a cruzar con Mami en la universidad... Claro, esto sería muy bueno para mi corazón y para mi estabilidad emocional, pero... no todo era color de rosas en mi vida de tranquilidad...

Desde lo ocurrido con Yaemori, no pude evitar sentirme nervioso y avergonzado, no es que la odiase o algo por el estilo, pero sentía que perdía el control de mis pensamientos. Quería proteger la amistad que tenía con Yaemori, quería que no saliese de mi vida como si nada...

Con la excusa de tener trabajos de la universidad, los cuales, si tenía, empecé a dejar de pasar el tiempo con ella. Obviamente Yaemori se quejó al principio, pero poco a poco se fue olvidando de mi presencia al lado de ella al momento de prender su consola. Incluso dejó de acompañarme a visitar a mi abuela en una ocasión, no es que la hubiese esperado, pero nunca salió.

Tal vez estaba enojada... Claro, si me alejó repentinamente sin decir absolutamente nada puede que le hiciera molestar... Y en vez de "proteger" nuestra amistad... yo la estaba arruinando...

Aunque también existía la posibilidad de que no le importase...

Bien hecho Kazuya... ahora estoy deprimido...

Ouch... —nos quejamos al unísono.

Nuevamente, por mi descuido, había chocado con alguien.

Lo siento... —me disculpé cabizbajo.

Estaba deprimido y dócil, no tenía caso quejarme o algo.

No te preocupes. También fue mi culpa. —dijo amablemente.

Dicha amabilidad me parecía algo falsa, ya que en sus ojos claramente quería gritarme unas cuantas cosas... La razón por la cual trataba de actuar genial era...

¡Uhm! —quise ocultar mi sorpresa.

Me tapé la boca para evitar no gritar por la sorpresa. Su mirada y su apariencia me habían dejado perplejo. Ah, y al tipo lo dejé mucho más confundido.

¡ERA CHIZURU! ¡Y ESTABA SOSTENIENDOLE LA MANO A ESTE TIPO!

Chizuru tenía novio... Bueno, es normal con lo linda que es... pero... su incomodidad y sorpresa al verme me causo cierta... ¿curiosidad? No lo sé.

Perdona, hasta luego. —me disculpé con ambos.

Obviamente mi sorpresa no había sido por verla en su apariencia en la cual era una belleza de clase S, sino, porque ya la había visto unas cuantas veces estar en esa "forma" ... sosteniéndole la mano a otros tipos.

Bueno... eh... yo no soy nadie para juzgar a alguien por sus acciones... hasta hace poco era un desagradable joven universitario que hacía unas cuantas cosas que no prefería recordar... Pero ya saben... es un poco sorprendente... No esperaba que Chizuru hiciese ese tipo de cosas... Esa es mi sorpresa, ¡Yo no la juzgo!

Maldición... ya estoy diciendo estupideces... Bueno, pensando estupideces...

Eso me pasa por salir de casa... Debí quedarme en casa con Yaem–.... No podía hacerlo... lo había olvidado por completo.

Ah... —suspiré dejando unas bolsas sobre la mesa— Por fin en casa...

[¿Qué hiciste hoy? ¿Compras?]

No puedo creer lo que vi... Maldición... No puedo evitar pensar en Chizuru...

Rascándome nerviosamente la cabeza, empecé a rodar por el suelo tratando de evitar juzgar a Chizuru. Era algo natural en las personas sacar suposiciones, pero yo no quería caer en eso.

Un cambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora