XXIII

732 78 25
                                    

Yo...

[¿Balbuceando tan temprano? En fin...]

Yo... ¡Yo lo recuerdo todo! —grité levantándome de repente— ¡Auchhhh! ¡Me duele la cabezaaaa!

[Es lo que tiene la resaca...]

¡Ah! ¡Mis cosas!

Mi billetera... listo. Mi teléfono... listo... Eh... uff... tenía todas mis cosas...

Puedo moverme, pero... igualmente estoy un poco... fatigado...

¡Pero puedo soportarlo!

[¿Por qué estás tan sonriente? Sospechoso...]

Es verdad... Sumi-chan... —recordé con algo de... ¿cariño? ¡Ahhhh!

Oh... casi lo olvido... Chizuru me ayudó a venir a casa... es más... a entrar a casa... Debería agradecérselo luego.

¡Ding!

¿Hm? —murmuré observando la pantalla rota de mi teléfono— ¿Amigos ninja? ¿Qué clase de grupo extraño es este? Oh claro, las personas de ayer...

Ja... incluso Chizuru estaba en ese grupo... ¿eh?

¡¿Qué?! ¡¿Cómo que "Muchas gracias por la noche, los quiero mucho c:"?! ¡¿Por qué me dejaron enviar algo tan vergonzoso?!

Maldición... que vergüenza...

[¿No tienes clases en la universidad?]

¡Mis clases!

Lo había olvidado por completo... maldita resaca...

Debo apresurarme o no llegaré a tiempo... y el profesor volverá a mostrar su comedia frente a los estudiantes haciéndome pasar un momento vergonzoso el cual no olvidaré por unas cuantas semanas hasta que me vuelva ocurrir algo peor...

Sí... lo sobrepensé mucho...

Bien, debo buscar ropa, luego ducharme, luego... no sé... pero debo llegar...

Cuando tuve todos los preparativos listos, incluyendo a mi pez, corrí lo más rápido que pude. Corrí y corrí por muuucho tiempo... hasta que por fin pude llegar a las puertas de la universidad... dónde toda mi energía se redujo a 0.

No fue... buena idea... correr así... —balbuceé mientras buscaba mi teléfono en mi bolsillo— Aún tengo tiempo...

El reloj marcaba una hora muy cercana a mi hora final... pero... podía llegar a tiempo... incluso con el paso de tortuga que llevo ahora mismo... yo podía...

¡Buuuuuuu!

¡Hiik! —chillé del susto— ¡Tú maldito! —bramé dándole un pequeño y amistoso golpe en la cabeza.

Kibe me había asustado, y yo había chillado como un bebé.

¡¿Qué hay, Hulk?! —me saludó el del peinado raro.

¿Hulk? ¿De qué carajos hablamos el día de ayer?

Él se ve más como uno de esos astronautas que como Hulk... —comentó una de las amigas de Chizuru, ajá, las de ayer...

¡Buenos días! —saludó la amiga linda— Luces un poco cansado...

Buenos... días... —quise saludar normalmente, pero fallé.

Obviamente estaba cansado, había corrido demasiado para llegar aquí... maldición...

Espera... ¿Chizuru no está por aquí?

Un cambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora