VI

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¿Qué haces? —preguntó algo fastidiada.

Solo vigilo a mi pez... creo...

¿Eh?

Desde que había vuelto del baño... ella parecía un poco más sonrojada de lo habitual... me pregunto si le habrán dicho algo vergonzoso... Podría ser...

Mi abuela... O la suya... o no sé...

¿Esa no es...? —murmuró viendo la pantalla de mi móvil.

E-eh... S-sí... —titubeé mientras bloqueaba mi móvil— Es Yaemori...

Ella está mostrando a tu pez como su mascota... es muy graciosa...

S-sí... supongo que sí...

¿Que era gracioso? ¿Yaemori era graciosa? ¿Mi pez era gracioso? Uhm...

Bueno. Como dije hace un rato. Quiero divertirme... Así que brindemos...

¿Eh? ¿Por qué?

No preguntes tonterías y solo brinda...

Bueno... salud... —dije chocando mi vaso con el suyo.

De un momento a otro su vergüenza había desaparecido. En cuestión de segundos, ella parecía estar totalmente tranquila con mi presencia.

Ella de verdad quería divertirse...

Yo no entendía eso...

Lo que te estás metiendo a la boca... ¿no es salsa?

Ah... Lo siento... no lo sabía... —me disculpé riendo avergonzado.

Me había concentrado tanto en la poca información que tenía de ella... y había terminado con una cuchara de salsa en la boca...

¡Puffff! ¡Jajaja! ¡Eres muy tonto! —dijo mientras reía felizmente de la vida.

Sí. Si ella necesitaba insultarme para reír de esa manera tan angelical... tal vez recibir un par de insultos no estaba tan mal...

Solo bromeo...

Pero... verla reír libremente... me hace sentir como una especie de estorbo. Ella solo quería pasar tiempo de calidad con su abuela... y yo estaba en su camino...

Entonces, buenas noches. —me despedí mientras cargaba mi futón.

¿Eh? ¿Qué haces?

Voy a dormir afuera. Quiero que duermas bien... —expliqué seriamente.

Al notar como dejaba de hablar supuse que estaba de acuerdo, así que empecé a caminar hacia la puerta.

Era normal. Ella no podría soportar mi presencia al momento de dormir... No me tenía tanta confianza... además no tenía muy buenos antecedentes...

No hay... ningún problema...

¿Eh? —murmuré volteando a verla.

Esta es una gran habitación. No quiero dormir sola.

¡¡¿Qué LE HICIERON EN LOS BAÑOS?!! ¡¡DEVUELVANME A LA ANTIGUA CHIZURU!!

Solo será mientras estemos aquí... —aclaró evitando mirarme.

La Chizuru que yo conocía... ¿Acaso no podía dormir sola?

No es que me moleste... pero... es vergonzoso...

Un cambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora