V

1.7K 158 89
                                    

Sniff... Sniff...

Oh sí... Yaemori estaba frente a mí, sentada sobre sus rodillas... y estaba lagrimeando.

¡¡¡Mastah pudo haber muertooo!!! —gritó mientras me sacudía.

Hace tan solo unos cuantos minutos, Yaemori me había esperado dentro de mi habitación para que le constase todo lo ocurrido en mis vacaciones

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hace tan solo unos cuantos minutos, Yaemori me había esperado dentro de mi habitación para que le constase todo lo ocurrido en mis vacaciones. Estaba muy aburrida mientras instalaba unos juegos en su computadora... mientras que yo solo quería dormir...

Sí, ya era muy tarde.

¡Yaemori es muy tarde, no grites!

¡¡Pero...!!

PUM PUM PUM.

Ups... la vecina de al lado se había enojado.

¡¡Lo siento Chizuru!! —grité en dirección a la pared que nos dividía.

PUM... PUM...

Supongo que fue una especie de... "Está bien."

Que conversación tan extraña.

Sniff... Mastah... ¿Por qué te lanzaste así por Chizuru-san...? —preguntó mientras se calmaba.

No lo sé. Fue solo... ¿Un reflejo?

Jejeje... —río mientras se sobaba los ojos— Mastah, se preocupa por sus amigos...

Sí...

Y por las chicas lindas...

Arruinaste lo que mi corazón estaba empezando a sentir...

¿Ehh? —murmuró acercándose a mí— Es normal que Mastah quiera acostarse conmigo, pero yo... eh...

Sí, sí, sí... lo que tú digas... —le interrumpí cerrando su boca con mis manos.

Algunas veces podía llegar a ser muy irreverente.

Aunque ya me había acostumbrado un poco.

¿Ya te tranquilizaste? —pregunté mientras ella asentía con la cabeza.

Come on, Mastah... Era solo una broma.

Eso no es lo que me importa. De todas formas, yo nunca te vería de esa forma.

¿Eh? ¿Debería ofenderme?

Uhmm... tal vez...

Bueno... que se le va a hacer... —dijo alzando los hombros— ¿Mastah, quieres celebrar que estás vivo?

No gracias. —me negué de inmediato— No quiero beber mucho...

¡Ya traje las cervezas! —gritó dejando en medio muchas latas.

Un cambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora