XIX

926 100 33
                                    

¿Ehhh? ¿Perdiste tus llaves? —pregunté con la mano aun en el pomo de la puerta.

Sí... —respondió desviando su mirada.

Ella seguía con la misma ropa que había usado en la jaula de bateo... ¿Cuánto tiempo ha estado fuera?

Supongo que agotó todas sus opciones y yo fui la única salida... dudo que ella me "molestase" como primera opción... además está avergonzada... Ella esperaba algo de mí...

... ¿Puedo... entrar?

¿Huh?

Pero antes de que mi cerebro pudiese procesar, sus cabellos rozaron con mi hombro mientras ella pasaba a mi apartamento.

Parece que el casero estará fuera toda la noche... —explicó mientras se sacaba los zapatos— Wow, tu apartamento está inusualmente ordenado...

[Gracias a mí.]

Traté de llamar a un cerrajero... —continuó— Pero no había ninguno abierto. Probablemente las perdí en la caja de bateo... intenté llamarlos, pero el negocio estaba cerrado...

Fuhhh~ Que mala suerte...

Oh, lo siento. ¿Ya te ibas a dormir? —preguntó arremangándose su suéter.

Oh, no, no... soy como una especie de búho... —reí.

Ya veo. Es bueno oír eso...

Aún no entendía muy bien lo que iba a pasar... pero debo admitir que estaba un poco nervioso por las coincidencias y posibles finales para esta situación...

Son aproximadamente las 10 de la noche... no puede caminar sola a estas horas... Soy su vecino y amigo... Tenía que ayudarla...

¿Qué es este extraño tren? Es lindo... —murmuró levantando un juguete.

¿Ella realmente querrá dormir aquí? Yo no tengo muchos problemas... pero dudo que alguien como ella tuviese esa opción en mente...

Me la imagino queriendo echarme de mi propia habitación... o haciéndome dormir en algún otro lado... incluso en el balcón... Solo bromeo...

¿Me harás dormir en el balcón? —pregunté mientras ella lo abría.

¿Eh? No... Estoy bastante segura que la puerta del balcón está cerrada, pero... pensé en trepar hasta allí y asegurarme. Si está abierta... problema resuelto. —explicó tranquila.

Fiuhhh~

De acuerdo...

¿Trepar? Pues no me parecía tan mala opción... después de todo vive al lado...

[¿Es en serio? ¿Otra vez?]

¡Hup! —saltó por las barandas de mi balcón.

¿Hacía donde se supone que tengo que ver? ¡Me está ocurriendo lo mismo que pasa al momento de subir escaleras detrás de una mujer! ¡Es muy incómodo! Solo miraré a otro lado... y dejaré que pase... demonios...

Realmente no puedo ver desde aquí...

Es una lástima... —le apoyé sin mirarle directamente.

Si tan solo pudiera acercarme un poco más... ¡Aquí vamos...! —se dio ánimos para estirarse más— ¡Eek!

¡Oye! —exclamé al ver como su mano se resbalaba.

Un cambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora