XI

1.2K 120 35
                                    

Los amigos son amigos para siempre y por siempre en las buenas... y en las malas, ¿verdad?

Sí... los amigos eran una compañía que durarían lo que tuviesen que durar... estos podían durar años... meses... días... ¡¿Y eso que tiene que ver?! ¡Pues nada! ¡Es solo que Ruka-chan no para de enviarme mensajes de texto!

¡Y cuando no le contestaba por LINE...! ¡Me hablaba por SMS! ¡Incluso me había redactado un correo!

[Esa chica no me ha dejado dormir ni un poco... Puedes silenciar tu teléfono, ¿sabes?]

Ella en verdad... se estaba pasando...

Todo eso había empezado a principios de mes... Tuve que negarme a ser su novio y me había vuelto su amigo... pero el nivel de socialización con ella había sido demasiado...

Salíamos muchas veces... y me escribía a cualquier hora del día...

Tenía poco tiempo entre la universidad y vivir mi vida triste con mi "amiga" ... Y había terminado viendo muy poco a Yaemori y a Chizuru...

Sé que ambas están muy bien... pero se me hace raro tener una distancia invisible entre nosotros...

¡Pero tenía esperanzas!

La época que todo el mundo, menos algunas particulares personas, amaba.

¡La navidad!

[Deberías buscar si existen gorros de navidad para peces... sería un poco considerado de tu parte adornar mi pecera... o algo así...]

¿Eh?

Sonido de agua cayendo... ¡¡Chizuru se estaba bañando!!

No, no, no... Necesito salir de aquí... ¡Ya sé!

¡Mastah! ¡¿Qué haces aquí?! —preguntó sorprendida.

Como los viejos tiempos... yo había aparecido frente a su puerta.

Hola... ¿podemos hablar?

¡Claro! —exclamó dejándome pasar— Ponte cómodo, ahora traigo papitas...

E-eh, gracias...

Bien... —dijo con la bolsa de frituras en la mano.

¡Qué rápida!

¿Ocurre algo en tu vida? ¿Estás bien?

¿De verdad puedo hablar?

Claro, Mastah... —dijo abriendo los brazos— Tu pequeña y linda aprendiz te escuchará y guiará en el buen camino... así que... habla...

Ella... parecía una santa... siento que voy a llorar...

Ruka-chan... —la nombré en voz baja— ¡Llama dos veces al día! Y en cada llamada habla por más de 30 minutos. ¡Además, las salidas con ella no parecen de amigos! ¡No sé qué hacer con ella! ¡Pese a decir que éramos amigos, ella no parece disminuir su agresividad!

Wow... ella es toda una acosadora en potencia...

Yaemori... —murmuré posando mi mano sobre su hombro— Si voy a la cárcel cuida a mi pez...

¡¿Qué estás diciendo?!

Los sentimientos de ella son como un tsunami de máxima magnitud... Y creo que no lo soportaré por mucho más tiempo...

Vamos, Mastah... puedes soportar un poco más... al menos hasta que hables y aclares todo con lacitos... ¡Necesitas aclarárselo mucho más!

Un cambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora