26: Sorpresa desagradable

14 6 60
                                    

Hemos estado en silencio desde el último comentario de Daniel. Estamos en su sofá mientras el silencio se ha llevado todas las palabras. Solo nos hemos estado limitando a sostener la mano del otro en señal de apoyo. Él traza caricias con su pulgar, como ya es común. Suspira, y a pesar de la situación en la que nos encontramos, sonríe.

No entiendo que es tan gracioso, pero tampoco le pregunto. No quiero romper el silencio que compartimos en este momento, o más bien arruinar nuestro mundo que hemos creado. El mundo que solo ambos conocemos…

¿Cómo puedo estar pensando en cursilerías cuando estamos en una situación no tan favorable? Dejo escapar un suspiro y una sonrisa se instala después de eso.

—Entonces… la razón por la que nos descubrieron fue porque Bella estudia en el mismo lugar que nosotros y sin que nos diéramos cuenta ella nos observaba— dice él.

—Al parecer es así.

—Eso podría explicar lo de esos tipos que te agredían.

Hago una mueca. —¿Crees que tengan relación alguna ambos casos?

Él se encoge de hombros.

—En este momento no lo dudo, amor.

Vuelve el silencio. Paso bastante tiempo dudando si hacerlo o no, pero al final me acomodo tomando su brazo y casi recostándome en su pecho. La vergüenza es visible en mi rostro, es algo demasiado fácil de deducir.

Puedo sentir que por un momento la respiración de Daniel se hizo más pausada, pero con el paso de los segundos volvió a ser normal.

—Pase lo que pase, quiero estar contigo. Y pase lo que pase, te protegeré.

Sonrío.

—¿Daniel?

—¿Uhm?

—Te quiero. Sin importar cuántos obstáculos hayan en nuestra vida, te seguiré queriendo.

—Yo te amo.

Muerdo mi labio inferior y siento como mis mejillas comienzan a tornarse de un color carmesí.  Pongo una de mis manos en mis labios tratando de cubrir el color de mi rostro.

Yo también te amo, Daniel.

No me importa que el momento de aclarar nuestros sentimientos no sea el adecuado, pagaría lo que fuera para pausar este solo momento en mi vida y dejar a un lado todo lo malo que aún debemos cruzar.

Quiero escapar de mi realidad, pero sé que no debo huir más.

Una sonrisa se posa en mis labios y continuamos en la misma postura que yo decidí tener. Me siento tan bien en este momento… ojalá fuera eterno.

_

Comienzo a abrir los ojos con lentitud y por un momento me siento descolocada.

¿Dónde estoy?

Veo a todos lados y los recuerdos vienen a mi mente… Anny me dijo que viniera aquí. No quiero pensar de manera negativa, pero me duele pensar que le pudiera ocurrir algo malo. Bajo la mirada y al instante veo el lado vacío a mi lado. ¿No estaba Daniel aquí? Veo a otro lado y camino hasta la cocina para buscarlo.

Puedo ver a un Daniel cocinando la cena. Un cuadro verdaderamente digno de fotografiar. Después de unos segundos observándolo, el posa su atención en mí. Sonríe.

—Hola… eh, te veías demasiado tranquila como para despertarte. Aparte de linda, pero ese es otro asunto.

—Oh… — es lo único que digo.

Mi amor eterno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora