Mi amor eterno

1. Nueva vida

Después de tantas lágrimas derramadas por Daniel Black, el chico al que aun sigo amando, me despedí de mis amigas e hice planes con Anny, y mis padre no pudieron negarse.

Comencé una nueva vida en España: mi nuevo hogar. Tuve que acostumbrarme a este sitio, nueva escuela, nuevos amigos, mi vida de siempre, un lugar tras otro.

Nada volvió a ser gual.

Sentía que ya me estaba volviendo loca. Me pareció ver a Daniel en mi nuevo colegio, tiré del hombro del chico y lo vi a la cara: no era él, desafortunadamente.

—Soy Yohan, chica bonita.

—Soy Brianda.

—Mucho gusto. ¿Qué tal si somos amigos?— primer amigo, eh. ¿Por qué no?

A partir de ahí, ese chico y yo hablábamos animadamente como buenos amigos, pero eso cambió. Después nos tomábamos de la mano, estábamos todo el tiempo juntos e incluso nos besamos unas cuantas veces. Si soy sincera, me recordaba a Daniel de alguna manera; aunque él es unico y lo seguirá siendo por siempre. La única diferencia es que a mis padres sí le agradaba solo por el dinero que su familia tenía y él era el heredero, nosotros tambien vivíamos cómodamente pero mis padres son ambiciosos, y deseaban más.

No lo llegué a amar, tal vez estaba con él porque me traía buenos recuerdos.

En este lugar estuve prácticamente toda mi vida. Estudié todos los niveles básicos, y me divertí mucho... Pero hubo un momento en secundaria que una chica siempre me quedaba mirando extraño, sentía que ya la conocía pero no vi su cara, pues tenía un perfil bajo. Me odiaba, y no entiendo el por qué. Ni siquiera íbamos en la misma clase. Las únicas veces que la veía eran en las salidas.

Así transcurrieron los años de mi vida en España. Tal vez, solo tal vez, de alguna manera volví a ser feliz...

En preparatoria mi mejor amigo: Yohan, me pidió que fuera su novia y acepté aunque no era muy feliz a su lado.

Siempre estuve en contacto con Anny, hablábamos todos los días de los planes que hicimos de pequeñas, los cuales pronto se cumplirían: estudiar la universidad en Londres. Aunque los planes lo hicimos juntas, lo planeó ella y sus razones eran para —según ella— ayudarme a volver a ver  a Daniel. Ella decía que sería algo bueno, aunque yo pienso que ya no, pues tengo a Yohan y aunque no lo amo, estoy con él. Y sí, quiero volver a Londres, aunque aquí también tengo a mis amigos y un novio... no tan agradable.

—Buenos días Brianda— es una amiga de aquí, Allison.

—Buenos días.

Siempre paso tiempo con Yohan, salimos al cine, lo invito —o más bien mamá—  a casa y en la escuela siempre estamos juntos. Él es un chico divertido pero aunque salga con él, no tolero que se crea el chico perfecto que siempre llama la atención. Nunca me gustó su actitud, pero mi madre me obliga a estar con él por su dinero, y eso a mí no me importa. Él no es muy considerado, es presumido, sin mencionar que todas las chicas lo quieren y el muy ofrecido juega con ellas.

Mi madre no sabe qué clase de tipo es, ellos solo lo conocen por el chico perfecto detallista, pero yo lo conozco por quien es: un engreído con el ego por las nubes. Sí, es lindo, y tal vez al principio me dejé llevar por su físico, pero cambié, me di cuenta que el amor va más allá de las apariencias; no solo es un cuerpo perfecto y hermoso rostro, se trata de una bonita personalidad y amor sincero.

—Hola, Yohan— le coquetea una chica.

—Hola, linda.

—¿Salimos?

—No puedo, tengo novia— le guiña un ojo.

Yo sé que tiene a tantas chicas a sus pies, y que él sale con ellas... pero no lo amo, ¿Por qué me importaría que salga con otras personas si no lo amo? Lo que realmente quiero es cortarlo,  y que de esa manera salga con quien quiera, porque a mi no me afecta. No soy la chica mas linda del mundo, así que él haga lo que quiera.

Si mis padres tanto quieren su tonto dinero, que ellos salgan con él y soporten su actitud de infante. 

—Ya dile a tus padres y córtalo— dice Allis.

—No van a creerlo, y no les importaría.

Comienza la clase y me sigo aburriendo como siempre. Me gustaría que todo fuera diferente, que nunca hubiera conocido a Yohan, que no hubiera venido a este sitio, que mis padres nunca hubieran googleado el tonto apellido de Yohan. Quiero rehacer mi vida pues lo único bueno de mi vida actual es haber conocido a Allis mi gran amiga y tambien mi hermana menor Aby. Todo cambiará cuando regrese: mi vida será mejor, sin Yohan, sin mis padres y sin la chica acosadora del turno de la tarde. Regresaré, y mi felicidad también, tal vez vuelva a dibujar y vuelva a tocar el piano, pues Anny tiene uno en su casa. Todos esos pasatiempos los deje porque mis ridículos padres decían que eran muy tontos y que ellos lo odiaban, aunque realmente nunca dejé de dibujar pero el piano fue historia.

—Pronto nos graduaremos, ¿Qué harás, linda?

—Seguir estudiando.

—¿Aquí?

—No.

—Yo estudiaré en alguna pero aun no se en cual tal vez Harvard o en alguna otra. ¿Y si vamos juntos?

—Ya tengo planes con alguien.

—¿Con quién?— él es tan celoso, pero el lindo chico sale con esas chicas.

—Mi mejor amiga.

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Como solo piensa en sí mismo, todo el almuerzo habló de que logró muchos goles en el pasado partido de fútbol, y que es el mejor delantero de todo el mundo.

Los días continuaban normal, como siempre: escuela, casa, Yohan, Allis, chat con Anny..., hasta el día de la graduación.

—Brianda Wayne— subo por mis papeles.

—Yohan Night— se escuchan gritos de chicos —sus amigos— y de chicas —sus... locas—.

—¡Eso, amigo!

—¡Te amamos, Yohan!

La ceremonia termina y solo recibo dos abrazos; de Allis y Aby, pues ambas están tristes porque me iré.

Se acerca Yohan. Corre.

—Linda— me carga dando vueltas y me da un beso —, ¡Felicidades!

—Igual— mis padres nos están observando.

—Te extrañaré mucho.

—Yo también.

—Saludaré a tus padres— guiña un ojo y se va. Me siento en una banca cercana escuchando todo lo que dicen. —Los quiero.

—Y nosotros  ti, hijo. Nos da gusto que estés con Bri para siempre.

—Yo igual— se ve nervioso.

Hipócritas, solo quieren su dinero.

Mi feliz vuelo sale mañana en la tarde , ¡volveré a Londres! por fin... volveré a mi vida normal, estaré con Anny y su familia que me aman.

Al llegar a casa empaco todas mis cosas en varias maletas. Estoy lista para dejar todo atrás. 

Me despierto temprano y hago todas las cosas necesarias para por fin irme de aquí. Mi familia, Allison y Yohan, me acompañan al aeropuerto. Yohan y Allis me trajeron regalos, mientras Aby llora. Abrazo a todos y como ya tenía planeado: al final Aby.

—Te amo. Te voy a extrañar.

—Igual— mis padres me miran con desaprobación por ser tan cortante con él.

—Adiós amiga tratare de visitarte.

—Te quiero Allis y gracias por todo. Escríbeme.

Con mis padres no hubo mucho intercambio de palabras.

—Te extrañaré Abs.

—Yo igual— llora en mi hombro.

—Cuídate y escribe seguido.

—Lo haré, te amo hermana— sonrío acariciando su mejilla.

—Te amo, Abs.

Llaman el número de mi vuelo, y me voy.